EDITORIAL de Humberto Bonanata www.notiar.com.ar
Mientras Néstor Kirchner impone a su hermana Alicia como referente en la provincia de Buenos Aires, con el fin de aniquilar las bases de sustentación de Daniel Scioli e impedirle la asunción como Presidente del justicialismo bonaerense a Hugo Moyano, uno de los pocos socios que no puede controlar, Elisa Carrió no debe haber entendido los mensajes del Todopoderoso, con quien tiene el honor de dialogar diariamente en San Nicolás de Bari y dilapidó entre los suyos la esmerilada confianza que contaba.
Sabemos que Kirchner sabe dividir para reinar y la mejor manera de afianzar su candidatura presidencial es enfrentar hasta a su esposa y secretaria ejecutiva, camina junto con su hermana Alicia, la Provincia de Buenos Aires para amalgamar la amanuensia de los intendentes del conurbano con dos fines precisos:
. asegurar la lealtad de la caja frente al Gobernador Scioli y
. derruir a Moyano como puja de poder al postergar su asunción en la presidencia del P.J. bonaerense, que debido a la enfermedad de Alberto Balestrini, le tocaría asumir.
Utilizaron de demagógicamente la semana con el recordatorio de la muerte de Evita y su mujer aprovechó la cadena nacional para anunciar algo legalmente votado: el aumento del 17,9% en las jubilaciones y pensiones con miras a “primerear” la segura aprobación por parte del Congreso nacional del 82% móvil para los ancianos que perciben el haber mínimo, que debería alcanzar a $ 1.280 de cumplir con lo ordenado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo Badaro y no los $ 1.046 que anunciara "la reina de Tolosa" comoproducto de la revolución nacional y popular.
Es notable que un régimen anuncie con “pompas y circunstancias” que cumplirá con la ley y utilice –una vez más la cadena nacional- al mejor estilo cuarentista del siglo pasado.
La salvedad inconfesa radica en que deberán recortar subsidios distorsionantes a las tarifas energéticas para cambiar partidas presupuestarias que comiencen a acercarlos con la dura realidad que se aproxima.
En un marco inflacionario que padecen quienes menos tienen, el ajuste del 32% en las tarifas de gas en pleno y duro invierno y del 93% en las de electricidad, avecinan un segundo semestre al menos preocupante y confrontativo de aquellos que menos lo quieren y que jamás los volverían a votar –si es que alguna vez lo hicieron- (la clase media), receptora por sus usos y costumbres de todas las falacias económicas de los gobiernos que no saben gobernar.
Tantas veces hemos escrito sobre el tema que no deseamos ser redundantes ahora que deben comenzar a blanquear la realidad. No puede ser que los porteños paguemos un boleto de colectivo o de subte menos de la mitad que lo hace un compatriota de provincias limítrofes y empobrecidas por la demagogia.
¿Cómo sobrellevarán los Kirchner los futuros ajustes que no pararán hasta las esperadas –por nosotros- elecciones de 2011?
¿Cómo soportará la gente esta mentira en la que muchos creyeron?
Como decía el general Perón "el bolsillo es el órgano más sensible" y todo conflicto social surge de la peor de las exacciones: la inflación.
Tiempos duros nos esperan.
Al igual que a Maradona que vivió en sus entrañas cómo le soltaban la mano en su conducción futbolera.
El héroe de hace 29 días –fecha en que Alemania nos puso en caja- hoy sabe del mandato kirchneriano de abandonar como caranchos al animal moribundo.
Y acercándonos a la oposición hubieron varias "fotos" esta semana que reavivaron antípodas y desencuentros.
Desde el beso de “Ricardito” con Cristina de Kirchner en Chascomús, la reunión plenaria de la oposición el miércoles en la Rural para tratar el tema retenciones impositivas a la agricultura, la cena entre Ricardo López Murphy con Patricia Bullrich que convalida que “la piba” tiene su candidato para Jefe de Gobierno, el pedido desesperado de Adrián Pérez para que todos (incluyendo tácitamente a Carrió) se “dejen de joder (sic), la infundada crítica de esta mujer a Binner al acusarlo haber participado (en lugar del justicialista Jorge Obeid) en la apertura de un casino de Cristóbal López y la lógica respuesta del santafecino ante tanta paranoia, dejan en claro que las aguas también siguen bajando turbias en el antikirchnerismo.
Y la de ayer, Macri y De Narváez, que hace un año se unieron por el espanto y nó por el amor, evitaron el saludo en la Rural.
Porque hablar de “no kirchnerismo” es demasiado prudente habida cuenta de la división social que ellos produjeron en la “maldición del espejo roto” de estos últimos siete años.
En la Argentina ya no existe una sociedad gobernante y otra opositora.
Existe un grupo cuasi faccioso –y eventualmente mafioso según lo determine la justicia ante el cúmulo de denuncias por negociados- y otro conformado por un archipiélago de voluntades opositoras - aún impotentes- que sólo sabe a quién se opone pero nó para qué se opone.
Es triste pero a catorce meses de las elecciones y a sólo doce de las internas abiertas, las cartas que juegan aún están mezcladas.
Y la Señora Carrió junto a su misticismo alucinante es gran culpable de ello.
Como ayer dijo Hugo Biolcati al inaugurar la Exposición Rural: “Hay que terminar con la miseria para terminar con el clientelismo y para que la gente libremente pueda votar a quien quiera”.
Que así sea para el bien de la democracia republicana.
Humberto Bonanata
Buenos Aires, Agosto 01 de 2010
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