"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 9 de agosto de 2010

Requiescat in Pace

Me encuentro, desolada, en la penosa situación de admitir que han muerto dos sentimientos tan respetables como valiosos: Vergüenza y Pudor

Por Socorro González Guerrico
www.notiar.com.ar

Sentimientos que nos eran inculcados sin mencionarlos, que venían incluidos en el conjunto de conocimientos, costumbres, modales y expresiones con que se educaba a mi generación.
Nada de eso existe, no van quedando ni rastros.
Nosotros, que fuimos y nos sentimos transgresores, avanzados e iconoclastas en pos de la libertad en los años 60, tenemos que reconocer que hoy una aplanadora nos está pasando por encima, una marea imparable, oscura, grosera hasta la náusea.

Los diarios, cuidadosos del lenguaje hasta no hace mucho, ya no reparan en el uso de palabrotas que desmayarían de horror a nuestras madres.
Nadie contempla el escozor, la injuria que algunos oídos todavía experimentan.

La omnipresente televisión se congratula descargando los más soeces contenidos a cualquier hora del día o de la noche.
Imagino la perplejidad de esas abuelas que deben cuidar nietos (obligadamente, porque madres y padres trabajan) cuando de repente, en su propio living o cocina irrumpen por TV personajes casi desnudos o travestidos, profiriendo insultos y acusaciones sin límite a otros personajes semejantes.

¿Qué hacer? ¿Apagar el televisor o intentar disimularlo, aceptarlo, explicarlo?

El problema es que esta civilización, que nos ofrece tecnología asombrosa y toda clase de instrumentos para comunicarnos, divertirnos y apasionarnos, cada día nos depara y nos obliga a ser testigos involuntarios de pésimas conductas, excesos, libertinaje, hombres públicos vociferando metáforas inaceptables, mujeres públicas exhibiendo la más desfachatada impudicia y hasta un importante empresario, anciano y evidentemente reblandecido, profiriendo groserías de alto calibre.

Los de mi generación no somos mojigatos.
Éramos rebeldes.
Fuimos precursores.
Logramos la libertad tan deseada.

Pero hoy, señores, enterramos compungidos los restos de Moral y Delicadeza, y ya hemos rezado, hace tiempo, un réquiem por Cortesía, Deferencia y Buenas Maneras.

socorrogg@fibertel.com.ar

Gentileza en exclusiva para NOTIAR

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