Mi voto para Strauss-Kahn

De Edurne Uriarte (en Escándalos sexuales)

Fuente: ABC.es

Si se confirma lo que cuenta hoy The New York Times, el caso Strauss-Kahn, se va a convertir en uno de los mayores fiascos de la Justicia norteamericana y, de paso, en uno de los mayores ridículos de los medios de comunicación de todo el mundo.

Casi todos dieron por culpable a Strauss-Kahn, a pesar de los extraños y difícilmente sostenibles argumentos de la acusación, empezando por lo inaudito de las dos felaciones a la fuerza.
Lo escribí hace dos semanas en un artículo en este periódico, “Rico, poderoso y hombre”, pero lo hice en contra de todas las opiniones dominantes y a riesgo de que me acusaran defender la violencia sexual.

Y ahora resulta que los investigadores de la Fiscalía de Nueva York han descubierto, entre otras cosas, que:
1) la supuesta víctima habló el mismo día de los hechos con un hombre encarcelado con el que comentó los beneficios que sacaría de la acusación contra Strauss-Kahn y tal conversación está grabada

2) La supuesta víctima recibió 100.000 dólares en su cuenta bancaria en los últimos dos años con depósitos realizados desde varias ciudades, alguno de ellos por parte del hombre de la cárcel, y lo único que ha podido argumentar la supuesta víctima es que son depósitos hechos por su novio y amigos, y

3) La supuesta víctima mintió a la Policía sobre varios datos de su solicitud de asilo político

El asunto deberá llevar a una profunda reflexión sobre los métodos de la Justicia americana, sobre el tratamiento de las acusaciones de abusos sexuales y violaciones y sobre los métodos de los propios medios de comunicación.

Y, mientras tanto, espero que Strauss-Kahn se presente a las primarias socialistas y las gane para ser candidato a las Presidenciales francesas, tal como pensaba hacer antes de... ¿esta conspiración?
(¿De dónde salieron los 100.000 dólares?)

No puedo votar en las elecciones francesas, pero le doy mi voto por anticipado, aunque sea simbólico y aunque, a estas horas, los partidarios de tal opción seamos minoría en la encuesta entre los internautas de Le Figaro.

Un montaje tan nauseabundo como éste merece una contundente respuesta de los franceses.
Y de todos los demás.