"Creo en Dios"...

Por Ricardo Lafferriere
www.notiar.com.ar

Según se conoce, la mayoría de los políticos argentinos que se encuentran en los primeros planos de la disputa electoral son creyentes.
Lo es sin dudas Elisa Carrió, así como Eduardo Duhalde, Ricardo Alfonsín, Cristina Fernández, Francisco de Narváez, Mauricio Macri, y tal vez –no podría asegurarse, por la tradición agnóstica del socialismo- el propio Hermes Binner.
Pero incluso éste sostiene sin dudas, sea o no creyente, los valores cristianos de conducta que comparten la enorme mayoría de los argentinos.

De ahí que publicitar su condición de creyente no pareciera “hacer una diferencia” para quien se encuentre compitiendo en el primer plano de la política nacional.
Pero como las actitudes se toman por alguna razón, no queda menos que pensar cuál podría ser la que llevó a Daniel Scioli a exhibir su devoción religiosa como argumento electoral en una inusual –por su dimensión y por su contenido- solicitada en medios de comunicación del domingo pasado.

Es inusual, además, porque la fuerza política que representa Daniel Scioli ha construido su “relato” sobre un razonamiento fuertemente laico, en el que los aportes de los intelectuales de Carta Abierta reflejan la visión del mundo sostenida –bueno es recordarlo, con indudable retraso- por el pensamiento de izquierda.

El proceso político electoral, por otra parte, va convirtiendo a Daniel Scioli en una suerte de sustento de última instancia del oficialismo.
De él depende para superar el mágico porcentual del 40 %, y eventualmente para llegar al 45 si fuera forzado a llegar a la segunda vuelta.

Ese guarismo no será obtenido por el oficialismo en la Capital Federal, ni en Santa Fe, ni en Córdoba.
Las encuestas dicen que tampoco en Mendoza.
De los principales distritos electorales, sólo la provincia de Buenos Aires está en condiciones de llevar a Cristina esa buena noticia.

Pero aquí aparece la novedad.
El “hombre bandera” del kirchnerismo en Buenos Aires parece, a su vez, depender para su triunfo del “creador del cielo y de la tierra”

Es destacable que no se trata de un distrito menor.
No es Formosa, con el kirchnerista exterminador de indígenas, ni la fuerza de Menem asociado a Cristina en La Rioja, ni el crédito kirchnerista jujeño, reprimiendo a latigazos a compatriotas desesperados por su falta de techo familiar e instrumentados por las formaciones irregulares de Milagros Sala.
Se trata nada menos que la reserva estratégica electoral de la que depende la suerte del “modelo” kirchnerista, sea lo que fuera que éste signifique, el distrito que agrupa al 40 % del electorado nacional.

Debemos confesar que no encontramos razón para semejante e inusual profesión de fe.
Normalmente, recurren a ella los espíritus desorientados, los sometidos a una fuerte tensión por las imprevistas cosas de la vida, o los soldados que arriesgarán su vida en una batalla.

Sería bueno que Ricardo Forster, Horacio González, Jorge Coscia, José Pablo Feinman, o aunque sea Fito Páez, pudieran explicar cómo se articula este gesto de su principal sostén político electoral con la cosmogonía que suelen exhibir como justificación filosófica del kirchnerismo.

Ricardo Lafferriere
www.ricardolafferriere.com.ar
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COMENTARIO: Volver a copiar el Preámbulo de nuestra CN (1853) sería harto redundante.
Al final dice: Invocando a Dios, fuente de toda razón y justicia...


Será por ello que toda vez que quien asume el cargo público (Presidente y administrador de la Patria), el escribano les toma juramento, preguntando:
- ¿"Juráis sobre estos Santos Evangelios "Servir a la Patria?"
- ¡Sí, juro! (responden con voz firme, clara y alta)


(...) 
¿?


Corina Ríos