Pensamiento diario de Jean Vanier
Cuando viví en el hogar La Forestiere, descubrí también el sentido y la importancia de las palabras de Pablo:
- “¿No sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios?
¡...Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo!”
Si el cuerpo es de verdad el lugar en el que Dios habita, una tierra sagrada, esto transforma profundamente la relación.
Uno toca a las personas con más respeto todavía.
Uno comprende que la vida de cada una de ellas es sagrada.
Lavando los pies de sus discípulos y pidiéndonos que hagamos lo mismo, Jesús está indicándonos la importancia que tiene el encontrarse con el cuerpo del otro con sencillez, dulzura y ternura, pues ese cuerpo es valioso: Es una persona.
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