"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

viernes, 19 de agosto de 2011

El Indec obstaculiza la suba de calificación argentina



FITCH RATINGS DICE QUE LAS ESTADÍSTICAS ESTÁN DISTORSIONADAS


Fitch Ratings es una agencia internacional de calificación crediticia con sede en Londres y Nueva York.
Es una corporación que ofrece productos y servicios para la industria financiera.

En su rol de calificadora, tiene potestad para generar grandes pérdidas en el mercado de obligaciones de deudas colateralizadas, es decir, deudas respaldadas por cobros de varios activos diferentes.

Fitch considera que la Argentina mantiene su ritmo de crecimiento sostenido a importantes tasas, sin embargo, cree que las estadísticas oficiales están distorsionadas, lo que la lleva a mantenerle la calificación “B”.
Asimismo, sostiene que el país presenta una fuerte proyección de crecimiento hacia los próximos dos años y lo que resta de éste, que la estructura de la deuda pública es relativamente favorable, que hay poco riesgo de que no se honren los vencimientos de deuda a corto plazo y que existe una sólida posición de reservas en divisas.

Las agencias de rating, dividen a los países en dos grandes grupos:
. Los que presentan determinados niveles de inversión y
. los que exhiben grados especulativos.
De acuerdo a ello asignan la calificación.

Una calificación “B” implica que el país es altamente especulativo, que existe un riesgo alto para el crédito pero que mantiene un cierto margen de seguridad.
Que si bien el país calificado está cumpliendo con las obligaciones financieras, la capacidad de pago queda sujeta a un contexto económico y comercial estable y favorable.

Las razones que sustentan la decisión de Fitch sobre nuestro país son la carencia de incentivos para atraer inversiones por la adulteración sistemática de los indicadores elaborados por el Indec que las desalientan, y la escasa capacidad para refinanciar sus deudas.
Puede apreciarse por lo expuesto en párrafos anteriores, que los argumentos expuestos por Fitch en su calificación a la Argentina, suenan bastante contradictorios, o al menos, ostensiblemente ambiguos.
Y la razón es muy obvia.
Si Fitch reconoce que los indicadores oficiales están adulterados, y todos sabemos que es para hacernos creer que todo está fantástico:
¿En qué información fidedigna se basa la calificadora crediticia para aseverar lo que afirma acerca de las reservas en divisas, el crecimiento económico, el bajo riesgo para honrar los vencimientos de deuda a corto plazo y la estructura de la deuda pública es relativamente favorable?

Nidia G. Osimani
Fuente: Tribuna de Periodistas

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