"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

miércoles, 14 de septiembre de 2011

La puesta en escena K que contradice los indicadores económicos



DESARROLLO, EMPLEO Y LA INFLACIÓN QUE NO EXISTE

Mediante la Red de Agencias de Sepyme, dependiente del Ministerio de Industria, 35 mil pymes recibieron financiamiento para asistencia técnica y capacitación para promover su desarrollo.

Al respecto, la ministra de Industria Débora Giorgi dijo que:
- "Este Gobierno aplica políticas federales con hechos concretos que permitieron un desarrollo regional equilibrado y la generación de enclaves productivos y puestos de trabajo a lo largo y a lo ancho del país"
El mencionado beneficio se encuadra en el programa de políticas públicas para el desarrollo regional.
El secretario pyme Horacio Roura resaltó la "revalorización del empresariado local como actor que genera empleo, crecimiento y agrega valor en origen, aprovechando los recursos locales".

Ahora bien, paralelamente a lo antes descripto, tomando por ejemplo un informe elaborado por el Instituto de Estudios Laborales y Sociales de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (ya que hay varios que dicen más o menos lo mismo), el país está hoy frente a un escenario peor que hace un año atrás en cuanto al decrecimiento de la productividad en las empresas nacionales.
Y esto, obviamente, constituye un importante obstáculo para la creación de empleos.

Hace varios meses atrás, el Idelas advirtió acerca de que la política del gobierno en materia de control de precios sobre ciertos sectores estratégicos de la economía, desalentaba la inversión productiva de las empresas y esto a su vez constituía un freno a la creación de puestos de trabajo.
De manera inversamente proporcional, los aumentos salariales en términos reales, desaceleran el crecimiento de la mano de obra.
Dicho de otro modo, mientras crecen los salarios, decrece la productividad del trabajo, y por ende las ganancias de las empresas.
Otro punto que sostiene el informe de referencia es que ahora la situación es más compleja que hace un año atrás, en tanto se ha acrecentado la crisis económica internacional y que la misma incidirá de una u otra forma en las economías emergentes.
Por último, cabe destacar que si se analiza objetivamente la realidad, no hay anuncios concretos acerca de inversiones significativas que permitan mejorar la capacidad ya instalada de las empresas productoras incorporando personal.
Tampoco se crean nuevas industrias que ayuden a posicionar al país frente a un escenario internacional tan incierto como el actual y genere nuevos puestos de trabajo para personal especializado en ese sentido.

Las empresas que se radican en el país son las vinculadas a capitales chinos o industrias química o farmacéutica provenientes de la India, y si bien toman trabajadores, se trata solamente de un sector el que estaría tomando personal.
Es decir, luego de lo expuesto, no resulta demasiado difícil darse cuenta de la contradicción, aunque la clave, probablemente, sería poder determinar qué criterio primó entre los funcionarios del Estado nacional al momento de beneficiar a esas 35 mil empresas.

¿Se priorizó el tipo de actividad que desarrollan?, y en ese caso, ¿la misma resulta relevante frente a los posibles efectos que pudieran sentirse en nuestro país a causa de la crisis internacional?
¿Se priorizó o no el grado de necesidad real de cada empresa?
¿Se priorizó o no la ideología o afinidad política de sus dueños?

La ministra hizo referencia en su discurso a las políticas de este gobierno que permitieron un desarrollo regional equilibrado.
Sin embargo, esa falacia discursiva acerca del desarrollo equilibrado es lo que le ha permitido al gobierno nacional hablar del crecimiento de la economía y del producto bruto interno, ocultando que “solo se trata de algunos sectores”, mientras que en otros, la realidad es exactamente al revés, y por ende, hubo y hay cierres, quiebras y despidos.
Un claro ejemplo son los frigoríficos.

Asimismo, el oficialismo omite mencionar que en virtud de la norma por la cual no se puede practicar el ajuste por inflación, las ganancias reales de las empresas hace años que no son tales.
Esto salta a todas luces al comprobar los balances de las que cotizan en bolsa, y sigue redundando necesariamente en recortes de gastos y de personal.
Por último, siguiendo con las trampas de exposición en las que incurren los discursos oficiales, muchas actividades que no constituyen propiamente empleos, son computadas como “creación de nuevos puestos de trabajo”
Y la lista de lo que se oculta, maquilla o aparente es bastante más extensa.

De todos modos, como diría Freddie Mercury “show must go on”, y a la mayoría de los gobernados, no parece realmente importarles.

Nidia G. Osimani
Tribuna de Periodistas
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