El gobierno reduciría las reservas del BCRA modificando el presupuesto
Por el Dr.
Carlos Tórtora (*)
El discurso de CFK en la reunión de la UIA desató una ola de interpretaciones acerca del futuro rumbo económico de la presidente.
Ella, en su presentación ante la central empresaria, se esmeró en mostrar que, siguiendo la línea de su fallecido esposo, en última instancia la ministra de economía es ella.
Hubo una reunión previa al cónclave, de la que participaron José Ignacio de Mendiguren, Julio De Vido, Amado Boudou, Débora Giorgi y varios empresarios.
Todos los ministros permanecieron callados y sólo habló CFK.
Hay partes del largo discurso presidencial que llamaron la atención de algunos analistas. Cristina hizo mención a que la economía argentina es bimonetaria, pero luego agregó que hay que pensar en cambiar esta situación.
Esta sutil advertencia dio pie a que, desde ayer, haya vuelto a tomar vuelo en Olivos la versión de que podrían pesificarse los U$S 7000 millones que todavía están en los bancos, pese a que el goteo continúa con retiros que se ubican en alrededor de U$S 300 millones semanales.
En consonancia con esto, le adjudican a Guillermo Moreno haber afirmado que “los ahorristas en dólares son apenas el 2% de la población y su reacción sería insignificante”.
En otras palabras, que el gobierno continúa evaluando una medida pesificadora sobre la base optimista de que la misma no generaría ningún efecto económico ni político importante.
La nueva ofensiva
El nuevo programa de renuncias personalizadas a los subsidios en las tarifas públicas, el sistema de autorizaciones de la AFIP para la compra de dólares y las presiones sobre los importadores, las petroleras, las mineras y las aseguradoras, tienen en común que el gobierno actúa siguiendo el criterio de abordar caso por caso, con un alto margen de discrecionalidad y sin fijar reglas de juego claras. La atención oficial está puesta ahora en determinar cómo evoluciona el goteo de los depósitos en dólares y que pasará con la liquidación de dólares que obligatoriamente deben realizar las petroleras y, sobre todo, los aseguradoras, que están complicadas por manejarse en parte con bonos y acciones.
Las últimas acciones del gobierno determinaron también otra consecuencia que, como señala el ex Presidente del BCRA Martín Redrado, tendría consecuencias negativas en el exterior.
Se trata de que el BCRA acaba de perder, por primera vez desde el 2001, la conducción de la política cambiaria.
Y en este caso, en manos de un grupo de tareas liderado por Moreno, que carece de todo respaldo normativo.
En este punto, hay versiones de que el gobierno va por más.
Estaría en estudio agregar al proyecto de Ley de Presupuesto enviado al Congreso un artículo modificando la actual equivalencia entre las reservas y la masa monetaria (que es el circulante más los depósitos bancarios).
Se establecería, entonces, vía el presupuesto, que las reservas deben equivaler sólo al circulante -180.000 millones de pesos- en vez de los aproximadamente 220.000 que componen la base monetaria más el circulante.
De este modo podría la Casa Rosada reducir el piso de las reservas de U$S 46 000 millones a 41 000, disponiendo así de U$S 5000 millones para el pago de compromisos de la deuda externa en el 2012.
(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo del Dr. Carlos Tórtora por gentileza del Informador Público
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