Por Armando Ribas
En la Cumbre de América Latina se promovió por Hugo
Chávez la creación del CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños) en sustitución de la OEA y con la exclusión de Estados Unidos y
Canadá.
Recientemente la 3ª Cumbre que tuviera lugar en Caracas
no se habría llegado a un acuerdo sobre las funciones y la estructura de dicho
organismo.
Independientemente de las razones por las cuales no se haya llegado
a un acuerdo sobre las propuestas de Venezuela, Ecuador, Cuba y Nicaragua, creo
pertinente señalar la impertinencia de un proyecto de esa naturaleza.
Antes de seguir adelante no puedo menos que recordar
una vez más las palabras de José Martí:
“
Ver cometer un crimen en calma es cometerlo”
Esas palabras tienen hoy una vigencia dolorosa ante
la realidad de los crímenes cometidos por los Castro, la falta de libertad de
los cubanos y la pobreza lograda por el régimen totalitario instaurado el 1º de
enero de 1959 y el cinismo universal y latinoamericano para ignorarlo.
Por tanto independientemente de las supuestas
discrepancias, la mera idea de participar en un proyecto de esa naturaleza,
constituye un crimen de lesa humanidad.
Aun parece haber habido acuerdo para pedir a Estados
Unidos la eliminación del “bloqueo” a Cuba.
Se sigue ignorando que Estados Unidos jamás bloqueó
a Cuba sino que estableció un embargo en respuesta a la nacionalización de las
empresas americanas sin compensación.
Así se sigue pretendiendo explicar la pobreza
generada por el régimen, como causada por un bloqueo que nunca existió.
Ese embargo que en la realidad no afectó
económicamente a Cuba, sino que vino a justificar políticamente a Fidel Castro
ante el mundo.
¿Qué podemos esperar de un proyecto promovido por
Chávez, Correa, Ortega y los Castro?, que han dado más que evidencias de violar
los derechos humanos, los derechos de propiedad y la libertad de expresión en
sus propios países.
En ese sentido podría decir que la aceptación del
presidente chileno Sebastián Piñera de la presidencia protémpore de ese
organismo, es una contradicción con la naturaleza de la democracia chilena, que
habría pasado a ser un ejemplo para América Latina.
La mera aceptación del proyecto de exclusión de
Estados Unidos de dicha organización, es la expresión misma de la demagogia
latinoamericana del antiimperialismo.
El realismo de esa confusión ideológica, implica la
aceptación del ideario de Lenin expuesto en su “Imperialismo Etapa Superior del
Capitalismo”, y consecuentemente la ignorancia de los principios
ético-políticos que lograron la libertad y la creación de riqueza por primera
vez en la historia.
En ese sentido debo destacar que la realidad que
definió la historia de América Latina, tuvo su excepción en La Argentina.
Lamentablemente en la actualidad en la actualidad la
políticas nacional, en sus distintas vertientes se empeña en desconocer el
éxito logrado por Argentina a partir de su constitución de 1853, basada en los
principios liberales.
Así se adelantó a Europa, saliendo de la Edad Media
(Religión o muerte) y pasando a ser el séptimo país del mundo en los primeros
años del siglo XX
Fue esa época en que los padres fundadores de aquel
proyecto, reconocían los principios que dieron origen a la libertad.
Así Juan Bautista Alberdi, el inspirador y creador
de la Constitución Nacional Argentina escribió:
”Mi
convicción es que sin Inglaterra y Estados Unidos la libertad desaparecería en
este siglo”
Y Sarmiento, segundo presidente de la Argentina
libre después de Caseros que realizara
el proyecto de educación que redujo el analfabetismo en el país del 80% en 1853
al 25% a principios del siglo dijo: “Solo
la Inglaterra y los estados Unidos tienen instituciones fundamentales que ofrecer
como modelo al mundo Futuro”
No obstante esta realidad incontrastable de la
historia argentina, en los considerandos del decreto de creación del instituto
para la revisión de la historia argentina y latinoamericana Manuel Dorrego se
dice: “No se abarcará en exclusividad a
la figura del mártir de Navarro, sino a la reivindicación de todas y todos
aquellos que como el que defendieron el ideario nacional y popular ante el
embate el embate liberal y extranjerizante…”.
O sea que se pretende denigrar el sistema
ético-político que permitiera la libertad en el mundo y definió la grandeza
argentina.
Y recordemos que de no haber sido por Estados
Unidos, seríamos nazis o comunistas.
Además de pretender rescatar la figura de Rosas, el
decreto prevé conocer la vida y obra de los personajes que considera los
exponentes del ideario nacional y popular, entre los que se encuentran Luis
Alberto Herrera, Simón Bolivar y José Martí.
Entonces comencemos por rescatar el pensamiento del
primero de ellos que en su obra magna “La Revolución Francesa y Sur América”
publicada a principios del siglo XX, no solo denostó los efectos nefastos de la
Revolución Francesa en Sur América sino que rescató los principios
fundamentales de la creación de los Estados Unidos, y al respecto escribió:
“Desde
los Orígenes Estados Unidos se levanta con magnitudes de astro…
Todas
las Advertencias de la sensatez imponían, en cambio, la copia discreta del
modelo americano…
Hasta
tuvimos la ventaja accidental de que el norte, adelantándose en el esfuerzo
viril, nos ofreciera a la vista cultivo de felices experiencias”
También rescata el pensamiento de Alberdi de
gobernar es poblar, y recordemos que también había considerado a Moreno el
corifeo de Rousseau.
Dado que Bolívar es también rescatado como prócer,
pasemos a su pensamiento político que expuso en su discurso ante el Congreso de
Angostura y en carta al gobernador de Barinas y así dijo:
“Jamás
la división de poder ha establecido y perpetuado gobiernos.
Sólo su concentración ha infundido respeto a una
nación y no he liberado a Venezuela sino para representar ese mismo sistema”
Y con respecto a Esparta y Atenas escribió:
“Solón ha desengañado al mundo…
Pisistrato usurpados y tirano fue más saludable para
Atenas que sus leyes”
Supongo que ese es el pensamiento que priva en el
socialismo del Siglo XXI, y Castro sería el Pisistrato de América Latina.
Fue en función de la constatación de ese liderazgo
despótico que prevalecía que ya Sarmiento tomó conciencia del mismo y así
consideró que la dictadura había empezado en Venezuela y continuado con Rosas
en Argentina.
Y consciente de la realidad de la experiencia
americana escribió en sus “Comentarios de la Constitución”
“Ahora
bien nuestro país se constituye bajo el sistema federal…resulta necesariamente
que toda la labor de aquella sociedad, que toda su ciencia y experiencia viene
a la par de la constitución a servir de apoyo a la nuestra”
Por tanto Sarmiento al rescatar los principios de la
libertad sería un extranjerizante.
Pero fue esa extranjerización la que hizo de
Argentina un ejemplo para el mundo., que se perdió cuando llegó el movimiento
nacional y popular hasta nuestros días.
Dado que Cuba parece representar un papel
fundamental en el CELAC permítanme rescatar el pensamiento de un cubano ilustre
que fuera el Padre Félix Varela que igualmente tomando conciencia de la
realidad americana escribió:
“Si
el ejercicio de la soberanía del pueblo no conoce límites, sus representantes,
que se consideran con toda ella , podrán erigirse en unos déspotas y a veces el
interés rastrero de un partido formaría la desgracia de la nación…Jamás lo que
es injusto será justo, porque muchos lo quieran”
En las anteriores palabras se recoge el principio
fundamental del Rule of Law que tal como lo expuso Madison las mayorías no
tienen el derecho de violar los derechos de las minorías y por tanto se
requiere el límite al poder político y el respeto por los derechos
individuales. Evidentemente estos principios son los opuestos a la creación del
CELAC y por supuesto los que rigen el revisionismo histórico argentino.
Lamentablemente el presidente Obama en su reciente
discurso avanza sobre la demagogia de exponer la inequidad del ingreso en
Estados Unidos.
Parecería que se está ganando un puesto en el CELAC.
Perdón por las citas pero yo no cree las ideas que
transformaron al mundo...
Armando
Ribas
aribas@fibertel.com.ar
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