La conciencia es una propiedad de nuestro espíritu de reconocerse en sus atributos esenciales y en las modificaciones que dichos atributos experimentan.
Como conciencia moral es el reconocimiento interior del bien que debemos hacer y del mal que debemos evitar.
También es el conocimiento exacto y reflexivo de las cosas.
Desde la filosofía se atribuye a la conciencia el saber no sólo de los estados del yo sino también el conocimiento del mundo exterior.
Algunos filósofos lo han identificado con el pensamiento, pero en realidad hay diferencias
Descartes decía que la conciencia y el pensamiento eran asimilables y Kant señala dos tipos de conciencia la empírica (psicológica) y la trascendental (gnoseológica), y refiere que la identidad de una persona no es una cuestión empírica sino trascendental.
Bergson trata en su tesis los datos inmediatos de la conciencia y la corriente de la misma y Hegel expone el desarrollo histórico individual de la misma.
Tener conciencia puede ser por lo tanto reconocer o darse cuenta de algo que esta fuera nuestro como una cosa, objeto, cualidad o situación o que está dentro nuestro como las modificaciones de nuestro yo, pero tambien puede entenderse como la voz de la conciencia, que aparece en momentos decisivos de la vida humana para indicar lo que se debe hacer o lo que no se debe hacer.
Es una facultad que juzga la moralidad de nuestras acciones.
Según Aristóteles proviene del sentido moral del individuo.
Santo Tomás la define como un espíritu corrector que indica si un acto es justo o no.
Se le puede dar a la conciencia un sentido psicológico, epistemológico y metafísico.
Desde lo psicológico es la percepción del yo por sí mismo.
Es un rasgo que distingue la vida psíquica que comprende la percatación en general, el efecto central de la recepción nerviosa, la capacidad de tener experiencias, el aspecto subjetivo de la actividad cerebral y la relación del yo con el medio ambiente.
En sentido amplio es la suma total de las experiencias de un individuo en un momento dado.
Epistemológicamente es el sujeto del conocimiento, estableciendo una relación entre ella y el objeto consciente similar a la relación sujeto-objeto.
Desde la metafísica la conciencia es el YO, una realidad que se supone previa a toda esfera psicológica o gnoseológica.
Desde este punto de vista se ha identificado conciencia y voluntad.
Se destacan dentro de la conciencia acciones intelectuales, volitivas y preceptúales.
Y se pueden distinguir tres elementos dentro del ser consciente, el objeto de que la conciencia es consciente, la conciencia del objeto y la conciencia de si mismo.
Más el aspecto más importante de ella, es la regulación de nuestra conducta moral.
Nuestros actos y también nuestros sentimientos y deseos que motivan muchos de nuestros actos pueden ser tamizados, chequeados, observados por la conciencia.
O no.
Podemos realizar acciones sin conciencia, o haciendo caso omiso de nuestra conciencia.
Porque la conciencia es lo que somos nosotros, es nuestra verdadera realidad, que está en nuestro interior y que a veces se muestra tal cual es y a veces no.
Por eso debemos tener una recta conciencia y obrar en consecuencia.
Es tu razón rectora
La que espía tu obrar
No queriendo ser actora
Pero advirtiéndote el mal.
No tienes en cuenta ahora
Ni le has de preguntar
Si lo que haces valora
O lo puede criticar.
Su voz no será sonora
Más se hace escuchar
Exactamente a la hora
En que te pones a actuar
Como sentimiento aflora
Y te ha de interrogar...
Elias D. Galati
No hay comentarios:
Publicar un comentario