La calle es suya...

El blog de Edurne Uriarte
Ramón Tamames atribuyó a Manuel Fraga aquello de que "la calle es mía", frase más mediática que la pronunciada realmente por Fraga: "la responsabilidad de lo que ocurra en la calle es mía". 

Pero de quien es realmente la calle, y así ha sido en toda la democracia, es de la izquierda, y lo es en un doble sentido: la izquierda considera la calle más que las instituciones el eje esencial de su movilización contra la derecha y la izquierda se reencuentra en la calle con su identidad más profunda, la de la agitación.

En esa izquierda se agrupan revueltos pero bien avenidos los socialistas y comunistas, los sindicatos mayoritarios y todo tipo de grupúsculos de la extrema izquierda más exótica.  

De ahí que no sepamos muy bien de quién pudo ser la idea de este 11-M contra el Gobierno, si de Méndez o de Rubalcaba, y de ahí que Soraya Rodríguez, la portavoz parlamentaria del PSOE y del agitador mayor del reino, Alfredo Pérez Rubalcaba, confunda los papeles y haga de portavoz de los sindicatos en la manifestación: "Si se producen los cambios, la huelga se desconvocará".

Desconvocatoria que, por supuesto, no se producirá en ningún caso, pues la izquierda no tiene más instrumento para hacer la campaña andaluza y, después, la larga travesía del desierto contra el Gobierno del PP que la agitación callejera. Y no es casualidad la convocatoria un 11-M. 

Han salido a la calle hoy los mismos que lo hicieron tras el atentado del 11-M, entonces y ahora contra el Gobierno, entonces, tras el mayor atentado terrorista de la historia, y ahora, tras la reforma laboral.

Pilar Manjón, referencia de esta izquierda, ha dicho hoy que el atentado del 11-M, en lugar de unir a la sociedad como el 11-S en USA, "ha dividido España". 

Lo dice quien ha responsabilizado en varias ocasiones a Aznar de aquel atentado y el día en que la izquierda aprovecha el aniversario del mayor atentado terrorista de nuestra historia para movilizarse contra el Gobierno. Newsweek, la pro-demócrata revista americana que acaba de elegir a Pilar Manjón como una de las tres líderes españolas más importantes, podría hacer un ejercicio analítico: 

"Imaginar a una equivalente americana responsabilizando a Bush del 11-S, y a los suyos, los demócratas americanos, en la calle contra un Gobierno republicano en el aniversario del 11-S y con la portavoz de Obama en primera línea de la manifestación.

Los ciudadanos americanos lo rechazarían masivamente. 

Los españoles, ya veremos.