Por Enrico Udenio
El gobierno nacional, a través de sus funcionarios, periodistas militantes e intelectuales adherentes, intenta promover la idea de que cada día estamos mejor y que todo lo que hizo y hace está dirigido a incrementar el desarrollo del país, aunque los hechos demuestren lo contrario.
Por ejemplo, hace poco tiempo, el ministro De Vido recalcó que seguirán con “la misma política energética nacional que entre otras cosas acaba de recuperar YPF para todos los argentinos (…) el gobierno nacional continuará trabajando con el mismo rumbo sobre la base de las políticas explicitadas, las que nos permitieron avanzar en la materia como nunca antes se había visto en la Argentina, tanto por su continuidad como por la contundencia de sus resultados".
¿A qué resultados se referiría?
Según los números oficiales se calcula que este año sobrepasaremos los 14 mil millones de dólares en importaciones de productos energéticos cuando en el 2003 el país se autoabastecía.
¿A qué resultados se referiría?
Según los números oficiales se calcula que este año sobrepasaremos los 14 mil millones de dólares en importaciones de productos energéticos cuando en el 2003 el país se autoabastecía.
Pero probablemente la torpeza máxima la realizó el actual mandamás de la economía argentina, Alex Kicillof, cuando dejó bien en claro que no se modificará la política energética: “no fue errónea sino que fue insuficiente y ahora hay que profundizarla en la misma dirección”.
¿Qué significa esto? ¿Qué aumentarán aún más el desabastecimiento y, con ello, las importaciones de electricidad, gas y petróleo?
GOBERNANDO CON LOS SÍMBOLOS
Otro ejemplo del esfuerzo oficial para seguir mostrando una imagen progresista fue la decisión de cambiar el rostro característico del billete de 100 pesos argentinos. La imagen del General Roca desaparecerá como una forma de resarcimiento a las tribus indígenas. ¿A cuál resarcimiento se refieren?
Otro ejemplo del esfuerzo oficial para seguir mostrando una imagen progresista fue la decisión de cambiar el rostro característico del billete de 100 pesos argentinos. La imagen del General Roca desaparecerá como una forma de resarcimiento a las tribus indígenas. ¿A cuál resarcimiento se refieren?
Por el contrario, en estos años kirchneristas ha continuado el sometimiento de los “pueblos originarios” a los que se les han negado sistemáticamente sus derechos.
Probablemente, la administración nacional actual considere a los símbolos como hechos consumados. Si se expropia YPF, eso significa que volvemos al autoabastecimiento de gas, petróleo y electricidad. Si se elimina la imagen de Roca de los billetes, los indígenas argentinos pasan a poseer la propiedad de sus tierras y recuperan sus derechos.
La realidad es que, a este paso, no sucederá ni lo uno ni lo otro. Son los hechos los que marcan el cambio, no los símbolos expresados en acciones efímeras o en palabras grandilocuentes que deleitan solo a sus seguidores.
Y los hechos son contundentes. Los Kirchner dilapidaron en apenas nueve años todo el trabajo energético realizado durante siete décadas.
Cuando pierdan el poder –cosa que en algún momento sucederá- los funcionarios actuales deberán afrontar los juicios por sus incapacidades e irresponsabilidades política y económicamente.
EL DISCURSO ÉPICO AGRESIVO
El discurso épico “nac & pop” se torna agresivo con todo aquel que lo denuncia y no da lugar al diálogo. Si la presidente no se expone a debatir, no tienen por qué hacerlo sus seguidores. Entonces, ante los cuestionamientos, se apela a la descalificación agresiva como toda respuesta, aunque en muchas oportunidades llega a ser tan ridícula que en lugar de ofender causa gracia.
Daré dos ejemplos recientes:
El discurso épico “nac & pop” se torna agresivo con todo aquel que lo denuncia y no da lugar al diálogo. Si la presidente no se expone a debatir, no tienen por qué hacerlo sus seguidores. Entonces, ante los cuestionamientos, se apela a la descalificación agresiva como toda respuesta, aunque en muchas oportunidades llega a ser tan ridícula que en lugar de ofender causa gracia.
Daré dos ejemplos recientes:
Se conoció que el relator periodista uruguayo y hoy militante K, Víctor Hugo Morales, tuvo una historia de relación amistosa con los militares uruguayos durante la última dictadura militar en ese país. Se trató de una historia conocida por existir documentos fotográficos, fílmicos y escritos que lo comprueban. Los que se atrevieron a exponer esos datos, fueron vapuleados con calificativos como “socios de la dictadura que quisieron empañar la trayectoria de Víctor Hugo Morales”, “la falaz pluma del periodismo de derecha”, “los medios hegemónicos que detestan a cualquier proyecto nacional y popular. Utilizan eufemismos, difaman”, “en lugar de informar repiten una falacia hasta el hartazgo, el panfleto cobra vida y algunos lo creen cierto”, “el chisme autocreído”, etcétera.
En fin, hubo todo tipo de descréditos pero nadie desestimó con pruebas la información, ni siquiera el mismo Morales.
El otro ejemplo que traigo es la denuncia sobre la actividad proselitista de la agrupación juvenil K en las escuelas. Desde la primera época de Perón (1945-1955) no sucedía algo similar. Para aquellos que se animaron a expresar su desacuerdo con esa propaganda política inculcada a chicos de edad primaria tuvieron que soportar toda clase de absurdas descalificaciones: “atacar lo que hace La Cámpora es atacar la libertad y acompañar la represión de la dictadura militar”, “venden la imagen del gobierno de los Kirchner como corrupto mientras disfrazan su propia corrupción”, “las chicanas opositoras a este modelo no debaten ideas, pues carecen de ellas o son burdas”, “procuran el beneficio económico como regla de vida, la defensa de las multinacionales y del empresariado y la negación de los derechos de los trabajadores”, etcétera.
No importa si uno les aclara que una cosa no tiene nada que ver con la otra o que la política y la educación cívica en la vida de las personas son muy diferentes al adoctrinamiento partidario utilizando símbolos inherentes al poder de turno.
En fin, hubo todo tipo de descréditos pero nadie desestimó con pruebas la información, ni siquiera el mismo Morales.
El otro ejemplo que traigo es la denuncia sobre la actividad proselitista de la agrupación juvenil K en las escuelas. Desde la primera época de Perón (1945-1955) no sucedía algo similar. Para aquellos que se animaron a expresar su desacuerdo con esa propaganda política inculcada a chicos de edad primaria tuvieron que soportar toda clase de absurdas descalificaciones: “atacar lo que hace La Cámpora es atacar la libertad y acompañar la represión de la dictadura militar”, “venden la imagen del gobierno de los Kirchner como corrupto mientras disfrazan su propia corrupción”, “las chicanas opositoras a este modelo no debaten ideas, pues carecen de ellas o son burdas”, “procuran el beneficio económico como regla de vida, la defensa de las multinacionales y del empresariado y la negación de los derechos de los trabajadores”, etcétera.
No importa si uno les aclara que una cosa no tiene nada que ver con la otra o que la política y la educación cívica en la vida de las personas son muy diferentes al adoctrinamiento partidario utilizando símbolos inherentes al poder de turno.
A los seguidores K parece no interesarles el debate porque si dialogaran, muy probablemente verían debilitadas sus ideas y, con ello, podrían desestabilizarse pues son personas necesitadas de un líder absoluto que las guíe.
EL VENENO
El escritor Marcos Aguinis es una persona capaz de expresar con claridad sentimientos y situaciones políticas.
En una nota publicada en el día de hoy se refirió al discurso agresivo y carente de diálogo del oficialismo.
Considero importante transcribir algunas de sus partes: “Un baúl de palabras seductoras encubre el veneno que contiene la publicitada épica kirchnerista. La alienación, en gran parte, se consigue mediante bellos vocablos, como nacional, popular, inclusión, equidad, derechos humanos, modelo, justicia social, proyecto y otras por el estilo. Equivalen a las que usan y usaron los autoritarismos de diverso tinte. Basta echar un vistazo a la historia y la geografía. No hay dictador que no se autocondecore como el "elegido" de su pueblo.
El escritor Marcos Aguinis es una persona capaz de expresar con claridad sentimientos y situaciones políticas.
En una nota publicada en el día de hoy se refirió al discurso agresivo y carente de diálogo del oficialismo.
Considero importante transcribir algunas de sus partes: “Un baúl de palabras seductoras encubre el veneno que contiene la publicitada épica kirchnerista. La alienación, en gran parte, se consigue mediante bellos vocablos, como nacional, popular, inclusión, equidad, derechos humanos, modelo, justicia social, proyecto y otras por el estilo. Equivalen a las que usan y usaron los autoritarismos de diverso tinte. Basta echar un vistazo a la historia y la geografía. No hay dictador que no se autocondecore como el "elegido" de su pueblo.
(…) Cuando Néstor Kirchner accedió a la presidencia de la República (…) de inmediato se puso a replicar en el ámbito nacional la química que le permitió apropiarse de su provincia.
(…) En Santa Cruz se rodeó de colaboradores a los que exigía lealtad antes que eficacia, aumentó su fortuna y (…) reformó la Constitución para ser reelegido hasta que él mismo dijese basta. Persiguió a los medios de comunicación con dientes de lobo para conseguir la supresión de toda crítica. Amedrentó al Poder Judicial. Pisoteó a la oposición e impuso la identidad entre Estado, gobierno y él mismo.
(…) Evidenció que su meta era saciar su adictiva hambre de poder y de las fortunas que el poder brinda. (…) Aplicó la fórmula del omnipotente Luis XIV (El Estado soy yo). Su última proeza fue mandar al exterior e inscribir a su nombre la impresionante fortuna de varios cientos de millones de dólares que pertenecían a la provincia. Hasta ahora (…) no se sabe por dónde circularon los dólares, cuánto perdieron o ganaron los depósitos. Es un trayecto tan misterioso como el tenebroso viaje al que fue sometido el cadáver de Evita.
Sólo cabe mencionar algunos de los daños que produce su veneno, ahora convertido en epopeya. Conviene empezar por la ingratitud. Es un instrumento poderoso, porque aterroriza en especial a los cercanos. No sólo apartó a Duhalde (que le obsequió los votos e influencias), sino que humilló enseguida a su vicepresidente Scioli porque se reunía con empresarios. (…) Néstor odiaba que algún ministro, secretario, gobernador o intendente se sintiera seguro, porque le rebanaba un pedazo de su poder total. No le tembló la mano al echar a Béliz o desprenderse de Lavagna o sacar de su puesto a cualquiera que se le ocurriese. Después Cristina siguió sus enseñanzas (las peores, se debe consignar) repartiendo guadañazos a diestra y siniestra según sus cortoplacistas amores y perspectivas.
Kirchner convirtió el "escrache" en un nuevo recurso político de doma. Desde el atril señaló a empresarios, empresas, periodistas, sacerdotes, militares, políticos y otros ciudadanos a los que buscaba someter. La gilada -como el mismo Perón solía llamar con humorismo a sus seguidores más fanáticos- se ocupaba después de convertir la amenaza en un acto concreto.
Otro componente notable del veneno kirchnerista es la prédica del odio. (…) Gracias a la épica kirchnerista ya no se pueden reunir familias enteras ni grandes grupos de amigos porque estalla la confrontación. Ahora hay elegidos y réprobos, progresistas y reaccionarios, izquierda y derecha que ni pueden dialogar. El oficialismo decide quiénes son unos y otros. Quienes disienten -cualquiera que fuesen sus méritos- deben cargar el sambenito inquisitorial de calificativos degradantes.
Otro componente notable del veneno kirchnerista es la prédica del odio. (…) Gracias a la épica kirchnerista ya no se pueden reunir familias enteras ni grandes grupos de amigos porque estalla la confrontación. Ahora hay elegidos y réprobos, progresistas y reaccionarios, izquierda y derecha que ni pueden dialogar. El oficialismo decide quiénes son unos y otros. Quienes disienten -cualquiera que fuesen sus méritos- deben cargar el sambenito inquisitorial de calificativos degradantes.
La corrupción se ha vuelto septicémica. (…) Desde lo alto se dibuja el camino. Si la yunta presidencial ha conseguido amasar una fortuna que no se podría fundir en varias generaciones, quienes se acercan a ella esperan lograr lo mismo, o un poco, aunque sea. (…)Muchos de los blogueros que se ocuparán de insultar este artículo lo harán por la rabia que les produce un desenmascaramiento y el temor de perder sus mal habidos ingresos.
Asombra que tan poca gente (primero El y Ella, ahora sólo Ella) haya conseguido armar una tan poderosa legión de autómatas. Es patético ver cómo gente grande aplaude y sonríe ante el mínimo gesto que se manda la Presidenta mientras actúa por cadena nacional.Sometió a millones de argentinos, de los cuales una pequeña porción obtiene beneficios caudalosos y la mayoría debe conformarse con los subsidios de la mendicidad. En realidad, la épica kirchnerista no quiere terminar con la pobreza porque necesita de los votos que se retribuyen por subsidios y otros favores.
La reforma de la Constitución es otro frasquito del veneno -no el último- traído desde Santa Cruz y que los traidores de la democracia pretenden hacer beber a la ciudadanía. (…) "Ir por todo" requiere una Constitución que permita a los actuales dueños del poder hacerse del cuerpo y el alma del país. Hacerse dueños de "todo". Ese es el veneno. Ese es el proyecto”.
CUALQUIER SEMEJANZA ES PURA CASUALIDAD
Lamentablemente, las palabras de Aguinis son insuficientes para eliminar el veneno ya instalado en gran parte de la sociedad argentina. Es que los seguidores “Nac & Pop” (incluyendo a los intelectuales K de “Carta Abierta”) ya han expresado que defender las instituciones actuales es defender cáscaras vacías, que la pretendida objetividad es una falacia y que la neutralidad no existe sino en las malas conciencias.
Lamentablemente, las palabras de Aguinis son insuficientes para eliminar el veneno ya instalado en gran parte de la sociedad argentina. Es que los seguidores “Nac & Pop” (incluyendo a los intelectuales K de “Carta Abierta”) ya han expresado que defender las instituciones actuales es defender cáscaras vacías, que la pretendida objetividad es una falacia y que la neutralidad no existe sino en las malas conciencias.
Sobre estas premisas desacreditan toda crítica o cuestionamiento que se haga hacia los Kirchner. Para ellos, los que están en contra de esta administración están a favor de la dictadura y la represión, lo que no deja de ser una paradoja, ya que estamos viviendo el gobierno civil más autoritario y represivo de las libertades individuales desde la caída de Perón en 1955.
De todos modos, tampoco se perturban con esa idea ya que el veneno inculcado sirve para justificar cualquier barbaridad, como, por ejemplo, que el autoritarismo y la persecución política que aplica el modelo actual tiene sanos motivos ya que, gracias a ello, "las nuevas generaciones podrán en el futuro reconciliarse con su condición de personas libres e iguales."
De todos modos, tampoco se perturban con esa idea ya que el veneno inculcado sirve para justificar cualquier barbaridad, como, por ejemplo, que el autoritarismo y la persecución política que aplica el modelo actual tiene sanos motivos ya que, gracias a ello, "las nuevas generaciones podrán en el futuro reconciliarse con su condición de personas libres e iguales."
Cualquier semejanza con el pensamiento de la pasada dictadura militar es pura casualidad...
(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo por gentileza de su autor Enrico Udenio, asesor económico y especialista en comercio exterior, se ha desempeñado como empresario comercial e industrial desde 1965. De nacionalidad italiana, arribó a la Argentina, país en el cual reside, siendo niño. Sus compañías en Argentina y en el exterior desarrollaron diversos proyectos comerciales e industriales, algunos de ellos muy conocidos, como fue el caso de la radicación de Honda Motor en el país. A principios de la década del ’90 cerró todas sus empresas para dedicarse al asesoramiento, la docencia y la investigación en política y economía. Autor, en 1981 de los libros "Corazón de Derecha Discurso de Izquierda" y “Diario de un Divorciado”. En cuanto a su postura ideológica, se define a sí mismo como un pragmático independiente, comprometido con la filosofía holística y el construccionismo histórico como forma de mirar a la realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario