"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 17 de septiembre de 2012

La tiranía de la verdad



Muchas cosas han cambiado en este mundo post moderno, ya desde fines del siglo pasado se ha instalado la filosofía del placer.
El placer como valor importante del hombre, hasta tal punto de convertirse en el valor fundamental en varios sectores de las sociedades.

En ese plano se puede sostener también la verdad como una tiranía, estricta, despótica, inapelable.

¿Porqué la verdad?
La verdad forma parte de la realidad, pero en el hombre existe además lo simbólico, y en términos de Lacan el gozo, la satisfacción del sujeto es la meta final del hombre, aún en la transgresión.
Entonces cual es la verdad, la verdad real, o la verdad simbólica, la realidad social o la realidad personal.

Podemos relacionarlo con el concepto griego de hybris, que se puede traducir como orgullo, desmesura, confianza exagerada en sí mismo, sobre todo cuando se detenta poder  y desprecio por el otro, por el espacio ajeno y falta de control sobre los propios impulsos.

Porque si la satisfacción  del sujeto esta teñida de estos conceptos habría un choque profundo con la satisfacción de los demás.

Es la verdad un concepto universal o la verdad es mi verdad como concepto personal que hace a mi satisfacción.

Esta verdad personal puede engendrar sentimientos violentos, odio, orgullo desmedido, desprecio, irracionalidad y desequilibrio.

El hombre tiende a volcarse hacia si mismo y a no prestar atención a los conceptos generales, entonces la verdad se cuestiona, aún la evidente, y los relatos y las historias se hacen con la visión que me satisfaga, que me guste, que me de placer, independientemente si coincide o no con la realidad que es o que fue.

Porque el fin es mi propia satisfacción, y a ella dedico todos mis esfuerzos, mis ganas, y son la letra de mi relato, el argumento de la visión de la historia.

Y la verdad objetiva me tiraniza, me oprime, no permite que obtenga la satisfacción que necesito y que merezco.

¿Es posible armar una sociedad con estas condiciones, o sólo algunos poderosos podrán satisfacerse y los otros deberán dejar de lado sus goces y deseos en aras de la satisfacción del poder?

Platón escribió que lo ético, lo moral, es lo que está equilibrado, y en ese sentido la satisfacción del sujeto debe ser honesta, adecuada, solidaria, comprensiva de todos sus semejantes.

Hay un texto de Spinoza que es esclarecedor, "es bueno todo lo que hace feliz al hombre".

Entonces cual es la diferencia entre el goce como satisfacción del sujeto y la felicidad.

La felicidad puede ser un estado permanente del ser, el goce o el placer es temporario, termina en un momento con la desaparición de aquello que nos da placer o con los tiempos del hombre para gozar. Debe reinstalarse, volver a intentarlo, es un esfuerzo que desgasta al hombre  y lo deja vacío en los momentos intermedios.

Además la intensidad y la cantidad de placer nunca es la misma, en cambio la felicidad es un estado interior que nos permite vivir en calma y en paz.

El placer es un estado primario, embrionario de la felicidad.

Si el placer produce alegría el mismo se acentúa, y si la alegría es tan intensa que llena el corazón produce la felicidad, como un estado de ánimo que ya se independiza de cualquier objeto o circunstancia exterior.

Si la meta final es la satisfacción del sujeto con la felicidad, habremos unido la realidad con lo simbólico, habremos unido al individuo y a la comunidad, habremos logrado que la existencia sea buena y excelsa y que la armonía reine en el mundo.

Desde hace mucho tiempo vengo sosteniendo, en la cátedra, a mis alumnos y a todos los que conozco que la única obligación grave de todo ser humano, es ser feliz, con esta felicidad portadora de la satisfacción personal, de la solidaridad, de la justicia, de la paz, de la libertad y de la armonía entre los hombres.

Elías D. Galati



1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay una gran diferencia entre el deseo y la voluntad. Entre el placer y la necesidad. Entre el placer y la felicidad. Tu lo has dicho. Aquel que se escucha verdaderamente encontrara esta diferencia y vera la verdad en su ser.