"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 8 de octubre de 2012

Cambiar la realidad


La realidad la constituye todo aquello que nos circunda, ya sea personas, objetos, hechos naturales o no, acciones, ideas y valores, programas, sueños, ideales y proyectos.
La realidad es la vida, la que vivimos nosotros y la que viven los demás, en conjunto con la naturaleza.
Hay una realidad física, que está fuera de nuestro alcance, aunque nuestro obrar a veces interfiere en ella y provoca situaciones impensadas o fuera de propósito, cambiando la lógica natural.
Hay una realidad existencial, más a nuestro alcance, aunque también tiene sus condicionamientos pues no depende solo de nosotros sino de todo lo que nos rodea y de algunas circunstancias tanto genéticas como adquiridas que pueden darle un modo que no elegimos.

A veces nos preguntamos por la realidad, en los momentos en que hacemos balance o meditamos; que estamos generando, a donde vamos, de donde venimos, que es nuestra vida y sobre todo cuando sentimos que la misma se nos escapa o que no somos felices como estamos.
Entonces consideramos la posibilidad de enfrentarla y tratar de cambiar la realidad, por lo menos la nuestra, la personal, aunque ella sea sólo una minúscula parte de nuestra vida, y creemos  que estamos en condiciones y que podemos a nuestro arbitrio cambiarla como queremos.
Es un ideal, al que todo hombre aspira, un sueño sin el cual sería imposible vivir, por lo menos de una manera digna.

Pero nuestra realidad estas atada a nuestros modo de ser, que a veces provienen de los genes y otros de la educación adquirida, a nuestro círculo íntimo o familiar y a nuestro contexto social y al hábitat donde se desarrolla nuestra existencia.
Cambiarla significa mover todo el andamiaje que nos rodea, y por supuesto generará una resistencia a dicho cambio, pues todos los actores no están dispuestos a cambiar, ni siquiera a ver otra realidad nuestra, que la que hemos mostrado todo el tiempo.
Si bien todo cambio involucra un crecimiento hay una oposición puesto que si las cosas han sido así todo el tiempo y funcionaron, para que cambiarlas.

A veces el cambio es imperioso, en nosotros por circunstancias personales que ya hacen imposible seguir viviendo asi, y otras en el contexto social cuando hay un sentimiento de rechazo hacia alguna situación que amalgama a vastos sectores y a veces aglutina a la sociedad.
Pero cuales son los parámetros que debemos tener en cuenta para intentar cambiar la realidad.
El primero es personal y tiene que ver con nuestra vida, cuando la realidad se hace insoportable o cuando no somos felices viviéndola, es necesario intentar un cambio.
El segundo es de carácter social, ¿qué debemos cambiar? Hay infinidad de motivos y de condiciones que no son comunes y que darían lugar a un cambio, pero debería en principio ser consensuado, es decir aceptado por los actores sociales.

Los parámetros para el cambio deberían tener  las condiciones que ya señalaban los griegos para la vida social.
Preguntar primero si lo que voy a cambiar es verdadero, si es así no hay que cambiarlo, después si no es verdadero, preguntar si es bueno, y por último si es útil.
Si el cambio propuesto cumple con estas condiciones, es verdadero, es bueno y es útil, no debemos dudar en realizar esfuerzos y dar todo de nosotros y de nuestra existencia para lograrlo, porque por criterio opuesto si hace falta dicho cambio es porque la realidad es falsa, no buena e inútil, y por lo tanto inaceptable.

¿Podemos cambiar la realidad?

Va a depender del valor que pongamos en nuestras acciones, de lo que estemos dispuestos a perder en procura de lograrlo, y de la convicción que tengan nuestras ideas acompañada de nuestras acciones para convencer al resto de la comunidad social que el cambio es necesario y que ésa es la línea conveniente para que se llegue a lograr que todos vivamos felizmente, en paz, y con solidaria bondad.

Donde no haya privilegios ni protegidos, ni angustias ni dolores y se pueda decir que todos vivimos como hermanos.

Elías D. Galati

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