"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

jueves, 25 de octubre de 2012

Pese a Timerman, la Armada evitó el ‘efecto Galtieri’


Fue la Armada, y no el Canciller Héctor Timerman, la que logró el fino equilibrio entre los deseos de todas las partes interesadas en el regreso de la tripulación de la Fragata Libertad.
Evitó además un ‘efecto Galtieri’ y que aumentara el malestar de los marinos a quienes la Cancillería intentó esconder impidiendo que usen sus uniformes para vestir de civil e impidiendo que hablen con la prensa. Timerman (también Puriceli) se percataron de los paralelismos con el bochornoso regreso de los combatientes de Malvinas en 1982 y cedió a tiempo dejando que la Armada se encargara de todo.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- A pesar de que este jueves (25/10) el ministro Arturo Puricelli salió a realizar una suerte de mea culpa al revelar que "las responsabilidades las define la presidente de la Nación, y yo asumo las que me corresponde", puso más énfasis en despegar a Guillermo Moreno del viaje a Ghana que a Héctor Timerman y por eso se permitió deslizar que "el responsable de la Fragata es el Ministerio de Defensa. La Cancillería tiene su responsabilidad porque se la consulta”.
El canciller Héctor Timerman, ha quedado nuevamente mal parado ante un conflicto internacional y su retahíla de desaciertos no llegó a más gracias a la intervención de la Armada en el cierre del retorno al país de lo tripulantes de la Fragata.
El operativo de partida desde Ghana fue diseñado por la Cancillería argentina y puesto en manos de la Embajadora Susana Pataro.
Ella fue quien solicitó a las autoridades ghanesas el operativo de bloqueo y blindaje a la prensa. Hasta se hicieron parte de los trámites migratorios a bordo.
Fue una ‘conquista’ del Capitán del buque el que los tripulantes pudieran abandonar la nave vistiendo su uniforme ya que Cancillería quería que lo hicieran de civil, pero el malestar es tan grande entre los marinos que Timerman tuvo que ceder.
Asì, el Capitán de Navío Pablo Lucio Salonio y los oficiales que quedaron abordo pudieron despedir en la planchada del buque, uno por uno, a los tripulantes de la fragata y a algunos familiares que habían acompañado los últimos dos puertos de la travesía.
La embajadora Pataro fue quien se ocupo junto a tres o cuatro colaboradores en mantener a raya a los pocos medios de comunicación en Ghana.
Lo mismo había pretendido ordenar el Ministerio de Defensa para el arribo a Buenos Aires, incluso a última hora y a pesar de que hubiera que pagar un sobrecosto por la decisión, se demoró 3 horas la partida para llegar a Buenos Aires a una hora mas “conveniente” para minimizar el impacto en los medios.

No les importaba que los tripulantes estuvieran agotados por atravesar una jornada en que el toque de diana fue a las 0500 de la mañana y que llegaran finalmente a encontrar una cama y una ducha alrededor de las 4 de la mañana del día siguiente en la Escuela Naval de Río Santiago.
Pero la Armada sutilmente se impuso y pidió que se  dejara manejar la situación del arribo a la Secretaria General Naval por intermedio de sus departamentos Ceremonial, Relaciones institucionales y Comunicación Institucional.
Y si bien no hubo banda militar ni altas autoridades navales a la vista en el arribo en Ezeiza (estaban pero no en primer plano), el operativo fue manejado impecablemente por los Capitanes de navío, Julio Guardia, Rodolfo Larrosa y Von Wernick.
La atención y contención a los múltiples medios de comunicación presentes fue realizado en forma directa por la jefa de medios Mabel Perelli y se vio a un par de funcionarios de Defensa observando a distancia los acontecimientos pero sin intervenir.
Ocurrió que el Ministerio de Defensa advirtió que varios medios de prensa comenzaban a trazar un paralelismo con el regreso de los ex combatientes de Malvinas y el “efecto Galtieri” de “esconderlos” del público.
Entonces se habilitó a que los tripulantes efectuaran declaraciones a la prensa, con varias restricciones entre ellas no efectuar consideraciones políticas y siempre hablar a titulo personal.
El operativo de la Armada fue exitoso. 
Los marinos pudieron decir cómo estaban y que sentían (básicamente lo que más era sabido que preguntarían los periodistas) y se les permitió hablar de tristeza y esperanza, de su familia, del reencuentro y no mucho más.
También fue una ingeniosa idea de la Armada que la única “conferencia de prensa” que se efectuara en el lugar fuera realizada por el capitán Carlos María Allievi quien con la mesura propia de un comandante llevó tranquilidad sobre el estado general de la tripulación que regresó y sobre la quedó en el puerto de Ghana.

A última hora la Armada consideraba que se habían cumplido los objetivos, la prensa tuvo algo, los familiares fueron relativamente pocos (no mas de 200) y se fueron conformes y habían demostrado que pudieron manejar el final de este capítulo de una manera más adecuada que lo vivido hasta el presente.
Con el final aceptable del regreso de la tripulación comenzará ahora el tiempo de las responsabilidades y los costos políticos.
El último conflicto con las fuerzas de seguridad (Gendarmería y Prefectura, pero también el acople de parte de la policía bonaerense y la Armada) provocó la salida de Raúl Garré y la ira presidencial llegó hasta el favorito del Gabinete: Axel Kicillof, que atraviesa su peor momento en el Gobierno.
Nuevamente queda golpeado Timerman, así como en su momento estuvo en la cuerda floja, ahora el Canciller ha demostrado que carece de mecanismos de presión diplomática adecuados. La idea del reclamo ante la Corte Internacional de La Haya ofrece riesgos y, además, demandará mucho tiempo, sin mencionar que por el momento no muestra avances significativos.
Esas gestiones llegaron luego afirmar que la Cancillería poco y nada tenía que ver con el tema.
Todo hace prever que a consecuencia de que la Argentina tiene escasa relevancia internacional y de que se lleva mal con varios de los integrantes permanentes del Consejo de Seguridad, lo de Timerman se anticipa será un fracaso.
Las declaraciones de Puricelli de este 25/10 demuestran lo que dijimos en Urgente24 el 14/10: Hay una batalla frontal entre Cancillería (Héctor Timerman) y el Ministerio de Defensa (Arturo Puricelli), arrojándose culpas por el itinerario africano de la fragata Libertad.
Además anticipamos que si fracasara la gestión del vicecanciller Eduardo Zuain y el viceministro de Defensa, Alfredo Forti, en Accra, Ghana, Cristina Fernández de Kirchner necesitará que ruede la cabeza de alguien, y hay mucha gente a la defensiva...
...
¡¡¡Felicitaciones a las autoridades de la Armada Argentina!!!

Con honor y valor supieron defender a nuestra patria y a la tripulación de la Fragata Libertad



No hay comentarios: