Cristina
Fernández de Kirchner habló en Casa Rosada en días difíciles para las
finanzas argentinas, luego de la pérdida de calificación y del derrumbe en la
cotización de sus bonos, además de los fallos adversos ante reclamos de sus
acreedores por la deuda en default.
Hay que remontarse a 2001 para recordar un "riesgo país" de algo
más de 1.000 puntos básicos por encima del interés que tiene el
bono del tesoro estadounidense, considerado libre de riesgo (es decir, cerca de
un 10%, habida cuenta de que es un punto porcentual por cada 100 pb). Hoy día la
posición argentina supera al de países con serios problemas de deuda, como
España y Grecia, y al de países que provocan desconfianza como
Venezuela. Las principales agencias calificadoras de riesgo (Moody's, Fitch
Ratings, Standard & Poor's), tan criticadas por la Presidente de la Nación,
rebajaron la nota y la pusieron en "perspectiva negativa": creen que
a futuro serán cada vez mayores las dudas respecto de si la Argentina
honrará sus deudas.
Eso explica las palabras de la Presidente de la Nación.
Sin embargo, tal como sucedió en otras ocasiones, la mandataria no acierta en
las formas, sus expresiones terminan provocando zozobra en vez de calmar, en
especial cuando tienen ese destino.
La Presidente de la Nación dijo:
> "Hay una campaña anti argentina".
> "El negocio es que no paguemos, pero vamos a pagar con dólares. El
Bonar y el Cupón de crecimiento se van a pagar tal cual está estipulado en
dólares como hemos venido cumpliendo con todos nuestros compromisos
externos".
> "Vamos a honrar el compromiso que tomamos y si nos comprometimos
con títulos de deuda fue porque sabíamos que íbamos a poder pagar, así que vamos
a honrar el nombre y el honor de la Argentina".
> "Cuando veo lo que pasó con la Fragata y lo que pasó con el fallo
en Nueva York, pienso en decirle a quien quiera reestructurar su deuda que no
cometa el error a Nueva York".
> "La Justicia de Nueva York desconoce su propia legislación, y
perjudica al 93% de los bonistas, que no son todos argentinos, del 93% de
nuestros acreedores hay una buena parte de estadounidenses que aceptaron entrar
en la primera o en la segunda parte del canje".
Sorprendió esa crítica tan directa de Cristina a la Justicia de New
York (que es la estándar para la resolución de las cuestiones
económico-financieras globales),
su consejo de no viajar más a NYC (muy curioso
en la Presidente, tan fascinada siempre con la isla de Manhattan) y dejó
la deuda de si la Argentina, más allá de su voluntad de pago, se encuentra
buscando otros mercados donde ejecutar esa cancelación a los bonistas
que aceptaron los bonos que emitió Néstor Kirchner en reemplazo de los que
cayeron en default.
Urgente24 mantuvo un breve diálogo con el economista
Agustín Monteverde, de la consultora Massot &
Monteverde:
-La Argentina manifiesta voluntad de pago pero pareciera estar
buscando lugares de pago alternativos a New York, toda vez que la Presidente ha
manifestado su desconfianza en la Justicia neoyorkina para resolver los litigios
contra el Estado argentino.
Es más: la desaconsejó a cualquier país que deba
reestructurar deuda.
-Manifestar voluntad de pago no solamente es poner a disposición de
los acreedores el dinero correspondiente sino hacerlo en las condiciones en que
fue emitida la deuda, y eso incluye el domicilio de pago. No basta con
afirmar que pagaré en dólares sino hacerlo donde y tal como estaba comprometido.
Para transferir el domicilio de pago de NYC a Ciudad de Buenos Aires se
precisaría tener la conformidad del 85% de los tenedores de bonos, y aún así
podría incurrirse en desacato con la Corte estadounidense. Además, los
plazos no dan para realizar esa modificación tan abrupta y amplia de la
estrategia argentina. Hoy es imposible no pagar en New York.
-¿Qué cambió a partir de la reciente sentencia de la Corte de
Apelaciones del 2do. Circuito de Nueva York?
-Además de dar la razón en un todo a los demandantes (varios
fondos de inversión y un grupo de ciudadanos argentinos), los puso en paridad
con los tenedores de bonos emitidos en los canjes de 2005 y 2010. Esto es muy
importante: la Argentina no podrá pagar a estos últimos a menos que pague
simultánea o previamente a los holdouts, que rechazaron en su momento la
oferta de reestructuración y que accionaron en el juzgado neoyorkino, que es el
tribunal competente para la deuda en cuestión.
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-¿Quién establece en qué proporción los desembolsos del gobierno
argentino se distribuirán entre las dos partes, demandantes y tenedores de bonos
poscanje?
-El juez de primera instancia, Thomas Griesa, debe ahora precisar la
fórmula de prorrata —así se llama a eso en la jerga jurídica— y establece
las incidencias para bancos intermediarios y terceras partes. El agente
pagador, sea el actual —The Bank of New York— o cualquier otro que se designase,
ya no podrá limitarse a seguir las instrucciones del gobierno argentino sino que
quedará sujeto a las disposiciones del juzgado. El juez ha establecido
expresamente que toda desviación de los pagos sería ilegal y pondría al
gobierno y a sus intermediarios en situación de rebeldía; además, esta
maniobra no la salvaría de un default sobre los bonos poscanje, salvo que para
ello se cambiaran las condiciones originales de emisión, para lo que también se
precisa la conformidad del 85% de los tenedores.
-Pero el Gobierno argentino insiste en que no pagará a los llamados
'fondos buitres' o sea a los acreedores que demandan por incumplimiento del
Estado argentino.
-Este nuevo escenario presenta una gravedad extraordinaria: a partir de
ahora, el incumplimiento con los holdouts afecta directamente la relación con
los tenedores de los bonos de los canjes, emitidos bajo legislación
extranjera. El pago a estos bonistas podría ser embargado si no se cumple con
lo dispuesto. Si Griesa se expide en los próximos días, parte de los fondos
que se desembolsarán en diciembre —hay vencimientos los días 2, el 15 y el 30—
podrían ir a los litigantes.
-Pero ¿eso no puede llegar a suponer un default técnico? (un 2do.
default argentino en 10 años).
-Correcto. Un eventual embargo implicaría un nuevo default, en este
caso con los bonistas que aceptaron el canje, a quienes no les llegaría la
totalidad del dinero depositado.
-¿Y entonces qué ocurre?
-No quiero ni pensarlo...yo vivo aquí. Ese evento habilitaría la
aceleración del capital adeudado —el vencimiento de todos sus plazos—, lo que
resultaría una situación de imposible cumplimiento. Pero necesito hacerle
una corrección: no sería el 2do. default. En verdad, la Argentina nunca salió
de situación de default parcial. Me parece muy importante ofrecer
precisiones al respecto. Desde que el Congreso de la Nación avaló, en diciembre
de 2001, el incumplimiento de deuda, la Argentina no abandonó el estado de
default selectivo en ningún momento de los últimos 10 años, pues mantuvimos
la cesación de pagos con holdouts y Club de París. Y a la vez, no se respetaron
los laudos arbitrales adversos y se defraudó a los acreedores en pesos,
manipulando los coeficientes de ajustes, objetivo central de la intervención del
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. La novedad, entonces, es que partir
de esta resolución judicial el riesgo de un default amplio sobre la deuda
reestructurada ha aumentado, aun cuando las autoridades argentinas afirmen que
pagarán en dólares a los bonistas que aceptaron el canje.
-El gobierno argentino puede solicitar una declaración de certeza
de la Suprema Corte de USA...
-Pero la Corte podría rechazar la solicitud y dejar firme la
sentencia o aceptar el recurso sin suspensión de los efectos de la misma...
Más allá de la cuestión de fondo, hay un problema de tiempos procesales, que
pueden jugar a favor o en contra. Si se embargan los dólares que el gobierno
gira a Nueva York por la deuda performing, se podría entrar en default en
diciembre. Ojalá prevalezca la calma y la inteligencia para resolver el
entuerto judicial.
-¿No ayuda la manifestación pública de la Presidente de la Nación
sobre su voluntad de pago en moneda extranjera?
-Volvemos al comienzo. Luego, déjeme decirle que lo que quiso despejar
la Presidente fueron las dudas de que la mayor exigencia sobre la crítica caja
de dólares conlleva una posible pesificación de los bonos en moneda extranjera
bajo legislación local, lo que por supuesto representaría un nuevo default.
La
debilidad de nuestras reservas es indisimulable y ningún país de la región tiene
una cobertura tan pobre de la base monetaria -el llamado M1-.
Esto quiere decir
que la Presidente intenta despejar una de las posibilidades de default pero
le queda otra, que se decide en USA.
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