Destino Mar del Plata, para evitar la silbatina a la Presidente
"Pensar tan solo en cercar el
Apostadero, permitiendo solo a las agrupaciones K recibir con sus coloridas
banderas al buque-escuela, aterra a los mandos navales, quienes por estas horas
comienzan a rezar para que si los mandos terrenales no les dan una solución, que
al menos Neptuno se apiade de ellos y envíe una de las famosas 16 grandes
lluvias que han pronosticado para el próximo verano."
TEMA, Ghana (Especial para Urgente24).
A pesar de los
sinsabores que el capitán Pablo Lucio Salonio y su
tripulación debieron afrontar en el puerto que observan a diario desde la
embarcación, la caballerosidad naval hará que la maniobra de zarpada del
buque.escuela de la Armada Argentina, Libertad, sea
despedido con todos los
honores que el ceremonial naval marca para la ocasión.
Una banda de música y una nutrida
delegación de oficiales y suboficiales de la marina de Ghana estarán presentes
en el ya famoso muelle
11 del puerto comercial local, para despedir a una tripulación que se
repartirá entre un centenar
de hombres y mujeres formados sobre la banda estribor (la que da
hacia el muelle) y unos 45
que atenderán las maniobras de zarpada.
En el puente de mando, y de impecable
uniforme blanco, el comandante ordenará soltar amarras y el remolcador ubicado
en la proa de la nave separará a ésta del muelle y comenzará a jalar la pesada
estructura de la Fragata mientras el remolcador de popa colaborará para mantener
el rumbo correcto hacia la salida del puerto
En 20 minutos, Salonio habrá conducido
la nave fuera de las aguas del puerto; en una hora más, el puerto de Tema será
un punto en el horizonte; y en 5 horas apenas un recuerdo que, a partir de
entonces, integrará el anecdotario naval que alguna vez él narrará a su
nietos.
Ya en navegación franca, seguramente
con las velas desplegadas, ordenará rumbo 063, orden que será
repetida por el oficial de puente y por el timonel, la proa de la nave, entonces
se enfilará rumbo a casa, hacia el 9N.
Cuatro mil doscientas millas, a un
promedio de 200 millas diarias, 20 días de
navegación para que Salonio y su tripulación puedan imaginar la bienvenida que
recibirán, el reencuentro con la familia, con los afectos y con aguas obviamente
mucho más amigables.
Cumpliendo la ruta, el comandante recibirá, junto a su
gente, el nuevo año; y seguramente la notificación de su nuevo
destino, ya que el comando de la Fragata fenece cada año.
Las autoridades Políticas y Militares
argentinas tendrán la misma cantidad de días que Salonio y su tripulación para
imaginar cómo será la ceremonia de recepción de la Libertad.
Es más: no han
perdido ni un minuto en trabajar al respecto.
El lunes 17/12, cuando en el patio de
honor de Colegio Militar de la Nación, Cristina anunció que ella estaría
presente en la recepción, no
fueron pocos los almirantes que sintieron correr un escalofrío por su
espalda.
Es que, primero Néstor, y luego
Cristina, ambos se ocuparon puntillosamente de ningunear durante los últimos
años todo lo relacionado con las actividades del buque insignia de la Armada
Nacional.
Jamás en estos 9 años un Presidente,
ministro o viceministro acudió a la tradicional lectura de la orden de
zarpada.
Lo más patético que
se recuerda es la presencia, en 2010, de la desalineada ex subsecretaria de
Formación del Ministerio de Defensa, Sabina Frederic, quien
luego de descender de la nave se quejó por los“resabios de la dictadura” que le inspiraba una
nave construida bajo el imperio de la Revolución Libertadora, ideada por el
almirante Isaac Francisco
Rojas, y cuya madrina de bautismo fue Sara Herrera de Aramburu,
la esposa del general Pedro
Eugenio Aramburú.
Frederoc incluso se animó a proponer (sin éxito)
cambiarle el nombre al buque-escuela.
Están muy grabadas en las memorias de
la gente de mar, las palabras de Néstor al embajador en España, Carlos
Betini, cuando ante el arribo del buque-escuela a puerto español,
éste le preguntó que tipo de honores deseaba el Presidente que recibiera el
buque:
“Por mi, quemala”,
fue
la respuesta del prohombre que se divertía pisándole los soldaditos de plomo a
su hijo Máximo.
Mucho más cerca resuena la frase
de Cristina Fernández de
Kirchner:
“Se podrán quedar
con la Fragata pero no con la libertad del pueblo argentino”, sumado al descabezamiento naval provocado para
tratar de disimular las culpas de los verdaderos responsables de la
elección de Ghana como país a visitar.
Así las cosas, ante la manifiesta
ilegalidad de la retención en Ghana, y el más que obvio y esperable fallo del
Tribunal del Mar, el
aprovechamiento político que se vislumbra querrá hacer la Presidente
del retorno de la Fragata llevó a preguntarse hasta que punto la gran
“familia naval” no haría sentir su
malestar ante la presencia de la Comandante en Jefe en el Apostadero Naval el
miércoles 09/01/2013.
Varias cadenas de correos electrónicos
con textos inquisidores comenzaron a
circular el martes 18/12, para preocupación de la Casa Rosada.
El heterogéneo universo del Frente
para la Victoria reflexionó acerca de cómo eludir la disyuntiva a
la que se pretendía condenar a la Presidente: o la silbatina con la fotografía
con los marinos, o la ausencia.
Sin embargo, la ausencia de la
Comandante en Jefe durante el arribo, implicaría la pérdida de una excelente tribuna
política para exaltar otro triunfo en la lucha contra los fondos
'buitres', la corporación del
multimedios y otros enemigos.
Así las cosas, dificilmente algún uniformado se
animaría a recomendarle a la Sra. Comandante en Jefe la verdad sobre el malestar
que provocaría su presencia.
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