Una inexplicable cesión de soberanía

El análisis

Por Joaquín Morales Solá | LA NACION
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Acuerdo con Irán para revisar la causa AMIA
Familiares de las víctimas, enfrentados
En la Justicia dudan de que el acuerdo permita avanzar con las indagatorias de los acusados

¿Acaso el primer anuncio de Cristina Kirchner no fue que los acusados iraníes declararían en un tercer país?
¿Acaso no se exhibió un ejemplo inexistente de un "tercer país", recordando el caso del avión volado sobre la ciudad escocesa de Lockerbie?
Los anuncios de ayer no fueron coherentes con esos anticipos. 
La declaración de los acusados iraníes, cuya participación en el atentado de la AMIA fue denunciada con contundencia por la justicia argentina, se hará finalmente, si se hace, en Irán.
La noticia merecía algo más que algunas frases de la Presidenta en Twitter o en Facebook, escritas con la sintética y mala ortografía de las redes sociales.
¿Por qué no una conferencia de prensa de ella o de su canciller? 
¿Temieron los dos las preguntas precisas y aclaratorias que podrían haber formulado los periodistas?

Sea como sea, lo cierto es que el acuerdo es histórico, como lo señaló no una, sino seis veces en casi todos sus tweets.
Debe precisarse, no obstante, que no todo lo histórico es bueno, a pesar de la insistencia presidencial en inaugurar buenas historias y construir mejores leyendas.
El escamoteo de información impide saber, por ejemplo, si los "comisionados" que menciona el acuerdo con Irán serán representantes judiciales o políticos de la Argentina.
De todos modos, existe en principio una inexplicable cesión de la soberanía judicial argentina. 

La investigación fue hecha por fiscales y jueces argentinos y el atentado se hizo sobre territorio soberano argentino.
Los muertos, 85, eran argentinos.
El lugar de las declaraciones y del juzgamiento debió ser la Argentina, como lo reclamaron varias veces los magistrados argentinos.
Por eso, el ejemplo de Lockerbie es irreal.
Escocia no fue un "tercer país" para juzgar a los criminales libios que hicieron volar el avión de Pan Am.
Si bien el avión era de una compañía norteamericana, el atentado sucedió sobre territorio escocés.
Jueces escoceses lo juzgaron en Escocia. 
Muchos años después, el entonces dictador de Libia, Muamar Khaddafi, entregó en Holanda a uno de los culpables, en un arrebato de reconciliación con Occidente, pero lo puso en manos de la justicia escocesa. 

Irán puede tener un presidente impetuoso y agraviante (ha desconocido el Holocausto varias veces),
pero su diplomacia es reconocida en todo el mundo por su destreza y su eficiencia.
Sobre todo cuando se trata de ganar tiempo.

El proyecto iraní de hacer pie en América latina sufrió varios retrocesos en los últimos tiempos por la cuestión pendiente con la Argentina por la masacre de la AMIA, el mayor atentado que padeció la comunidad judía precisamente desde el Holocausto.
Remover ese obstáculo merece, para Teherán, la apariencia de una relación renovada con Buenos Aires y de supuestos acuerdos celebrados efusivamente por la presidenta argentina.
Pero ¿qué provecho sacará Cristina Kirchner de todo esto?
Ninguno, si se tienen en cuenta los antecedentes iraníes.
Jamás Irán hizo ninguna concesión a las presiones de Occidente sobre su autoritario sistema político o sobre su industria nuclear.
Es improbable que el gobierno de Irán les entregue a los argentinos a los sospechosos de haber sido autores intelectuales (y financieros) del atentado a la mutual judía.
Muchos de esos acusados ocupan todavía cargos relevantes en la vertical y estricta nomenclatura del régimen de los ayatollahs.
El caso ha llegado hasta aquí después de largas y secretas negociaciones.
Sólo hubo misterios y enigmas.
El gobierno no les informó nunca de tales tratos al fiscal general del caso AMIA, Alberto Nisman, ni a las fuerzas políticas con representación parlamentaria.
El acuerdo anunciado ayer deberá pasar por el Congreso, según reveló también escuetamente la Presidenta. La pregunta que carece de respuesta es si ese traslado al Parlamento se hará con toda la información que existe o si, como siempre, sólo se buscará la aprobación mecánica de la propuesta cristinista por parte de sus legisladores.

El Parlamento iraní, por el que también pasará el acuerdo, es, como bien se sabe, sólo una parodia de Parlamento.
¿Qué llevó a Cristina a cambiar su posición frente a Irán?

Históricamente comprometida con los familiares de las víctimas de la AMIA, su decisión de aceptar un diálogo sin condiciones con los iraníes le costó ya que la comunidad judía argentina se abroquelara en contra de ella. 
Algunas versiones indican que habrían influido los intereses comerciales, pero es poco creíble porque el comercio con Irán no tiene el volumen para semejante giro.
Otras versiones señalan que fue la insistencia de su amigo Hugo Chávez la que la hizo cambiar de parecer. Es más probable.
Chávez es uno de los pocos aliados incondicionales de los iraníes en el mundo.
Dicen que Chávez le habría prometido a Cristina un "histórico acuerdo" con Irán a cambio de mostrar ante el mundo un diálogo diplomático y aparentemente razonable con Teherán.
La Presidenta dijo ayer, siempre con la inexplicable cortedad de los tweets enviados desde Chile, que ella no hará jugar la causa de la AMIA en el "ajedrez de intereses geopolíticos ajenos".
Estaba hablando de los Estados Unidos, seriamente interesados en bajar el nivel del peligro nuclear iraní. Pero estaba hablando también, tal vez sin saberlo, de Europa, más interesada aún que Washington en limitar el riesgo de las eventuales armas nucleares de Irán.
Estaba colocándose, al final del día, lejos de las prioridades del mundo occidental, esté donde esté ese mundo y sean cuales sean su idioma o sus costumbres.

LAS REACCIONES TRAS EL ACUERDO
El memorándum con Irán divide opiniones
"Kirchner dijo en la ONU que no habría impunidad; hoy Cristina lleva adelante ese reclamo" 
DANIEL FILMUS Senador FPV
"La Presidenta tiene una confusión brutal sobre soberanía e independencia judicial" 
GUSTAVO FERRARI Diputado Fte. Peronista
"El gobierno argentino niega, desconoce y subestima a la justicia argentina" 
PATRICIA BULLRICH Diputada Unión por Todos
"Es poco serio anunciar por Twitter un acuerdo por el asesinato masivo de argentinos" 
FEDERICO PINEDO Diputado de PRO