Idesa: "La pérdida de competitividad explica el estancamiento de la actividad y del empleo formal, la caída de las exportaciones y la fuerte presión al aumento de las importaciones.
En España, las consecuencias son más explícitas a través del alto desempleo. En la Argentina, la desocupación es más baja porque la informalidad laboral actúa como una “válvula de escape” frente a la escasa generación de empleos de calidad. En España, el desempleo es del 25% y la informalidad asalariada no supera el 10%. En Argentina, en cambio, la tasa de desempleo es del 7% pero la tasa de informalidad laboral es del 35%. En términos de problemas laborales, la situación en ambos países es similar, por lo deficiente."
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Idesa). La suba
del dólar paralelo se origina en conductas especulativas potenciadas por la
multiplicación de controles y prohibiciones.
Pero también está motorizada por la
profunda pérdida de competitividad que sufrió la economía argentina. Son
problemas estructurales acumulados desde larga data y que se han intensificado
en los últimos años.
La crisis cambiaria es el resultado del deterioro en la
capacidad competitiva del país originado en políticas públicas poco racionales
impulsadas, más allá de los matices, por el amplio abanico de alineamientos
políticos.
El dólar paralelo sobrepasó los $8 y se aleja cada vez más de los $5 del
tipo de cambio oficial. Las autoridades relativizan la importancia del tema.
Señalan, con razón, que es un mercado pequeño y poco transparente, muy
influenciado por comportamientos especulativos. También es cierto que la
multiplicación de controles, prohibiciones y reacciones oficiales poco
racionales exacerban la especulación. Pero, más allá de estos factores
coyunturales, la fuerte presión sobre el dólar paralelo también puede estar
asociada a problemas más estructurales asociados con la baja
competitividad.
Un indicador que permite monitorear la competitividad es el Costo Laboral
Unitario. Este indicador se calcula como el cociente entre el salario real y la
productividad. Cuando el Costo Laboral Unitario se mantiene estable significa
que los aumentos de salario están respaldados en mayor productividad. En cambio,
cuando crece, delata problemas de competitividad, asociados a que el aumento de
salarios no se sustenta en mayor productividad. En este contexto, la devaluación
emerge como el mecanismo de ajuste del salario real a un nivel consistente con
la baja competitividad prevaleciente.
Datos de la OECD y del INDEC permiten comparar la evolución del Costo
Laboral Unitario entre los años 2000 y 2012 donde se destacan las siguientes
tendencias:
• En Alemania, el Costo Laboral Unitario se mantuvo estable
oscilando en una banda del 10% alrededor del nivel que tenía en el año
2000.
• En España, el Costo Laboral Unitario fue creciente hasta llegar a
un nivel que es 18% superior al nivel que tenía en el año 2000.
• En Argentina, el Costo Laboral Unitario cayó un 68% en el año
2002 y luego creció sostenidamente hasta llegar a un nivel que es un 27%
superior al nivel del año 2000.
Estos datos señalan que Alemania crece con el euro, sin problemas
cambiarios, a raíz de que mantiene equilibrado su Costo Laboral Unitario,
mientras que España está en crisis, poniendo en riesgo su pertenencia al euro, a
raíz de que su Costo Laboral Unitario es creciente. En Argentina, se observa la
transitoriedad del ajuste producido por la megadevaluación del año 2002, cuando
se redujo el salario real poniéndolo en línea con la baja competitividad
prevaleciente en la época, en virtud de que en los años subsiguientes el Costo
Laboral Unitario vuelve a crecer hasta un 27% del nivel que tenía en el año
2000. A modo de referencia, la pérdida de competitividad de la economía
argentina es superior a la que experimentó, por ejemplo, España en el mismo
período.
La pérdida de competitividad explica el estancamiento de la actividad y del
empleo formal, la caída de las exportaciones y la fuerte presión al aumento de
las importaciones. En España, las consecuencias son más explícitas a través del
alto desempleo. En la Argentina, la desocupación es más baja porque la
informalidad laboral actúa como una “válvula de escape” frente a la escasa
generación de empleos de calidad. En España, el desempleo es del 25% y la
informalidad asalariada no supera el 10%. En Argentina, en cambio, la tasa de
desempleo es del 7% pero la tasa de informalidad laboral es del 35%. En términos
de problemas laborales, la situación en ambos países es similar, por lo
deficiente.
En Alemania, altos y crecientes salarios no afectan la competitividad. La
clave es el incremento de la productividad generado por reglas racionales y un
Estado efectivamente comprometido con el progreso económico y social. Países más
cercanos a la Argentina, como Chile, Perú y Uruguay, cada uno con sus
particularidades, demuestran bajo la misma lógica su vocación de mejorar la
productividad para evitar el ajuste devaluatorio.
Pretender atacar los aumentos del dólar paralelo con el “cepo”, las
prohibiciones a las importaciones, las penalizaciones al turismo y compras en el
exterior, y las presiones a operadores cambiarios es una estrategia con fracaso
garantizado.
Por el contrario, la cotización del dólar dejará de ser un problema
cuando se logren consensos políticos amplios en torno a políticas públicas que
estimulen los aumentos de productividad.
(1) Después de la confiscación inconstitucional a 2 millones de ahorristas, Mendiguren pasó a ser MendiKurren
(1) Después de la confiscación inconstitucional a 2 millones de ahorristas, Mendiguren pasó a ser MendiKurren
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