¿Cuánto tiempo más le van a echar la culpa de todo al kirchnerismo?
¿Hasta cuándo van a seguir mortificando a cada uno de los ministros y funciona rios del gobierno?
Piensen, por ejemplo,
en el pobre Boudou.
El tipo se levanta tempranito y antes de cebarse el primer mate ya lo taladran desde las radios con las denuncias sobre Ciccone, los derpas en Puerto Madero y la relación con Vanderfrula.
Todavía no se tragó la primera medialuna y ya le traen un diario
con denuncias sobre su patrimonio. Desesperado, larga todo y busca entre los cancioneros su última declaración jurada y se la manda a todos los medios para tratar de parar lo imparable, pero en cuanto la leen aparece en la Web la noticia de que para justificar sus bienes declaró que heredó unos campos paraguayos de un abuelo.
Con la bola de fraile atragantada, lee que denuncian que esos campos
son, en realidad, tierras fiscales (qué mala leche, mirá que es grande Paraguay) y mientras intenta apagar todo este incendio agitando una campera de cuero con la inscripción “Harley Davidson”, le aparece otro diario que dice que se gastó una fortuna viajando y que cada vez que se traslada lleva una delegación más grande que el Cirque du Soleil.
Ahí mismo lo llama la Presidenta a los gritos:
“ ¡¡Andate ya a la televisión pública nuestra y defendete fucking neoliberal!!
” Y el tipo no tiene mejor idea que llevar a la tele los papeles con todos los gastos que hizo Cobos cuando era vicepresidente para demostrar que él gastó mucho menos.
Obviamente gastó menos porque a Cobos no le prestaban ni los helicópteros del gobierno, ni los aviones oficiales, ni los autos, ni le daban la merienda, ni nada.
Tenía que garpar todo.
Y mientras el tipo está mostrando por televisión hasta los tickets de comida que pasaba Julio Cleto, en otro diario le publican las cifras que se gastó en los silloncitos que se compró para que el despacho sea más coqueto, y en su desesperación ante tanta cosa sale y grita (textualmente según publican los diarios de esos días)…
“ ¡¡Los compré pero no me los llevé a mi casa!!” como si eso fuera un mérito.
Y entonces la Presidenta, harta ya del tipo, lo llama y le dice
“¡Cállate de una buena vez y andate al acto de la Batalla de San Lorenzo!”.
Y ni bien el vice aparece en el palco, feliz de poder homenajear al sargento Cabral, una muchedumbre lo putea en cinco idiomas, y entonces la Presidenta lo llama y le vuelve a gritar:
“¡Bancátela y ahora te me vas al acto por el bicentenario de la Batalla de Tucumán!”, y el tipo al que ya no le entra una sola puteada más, contrata a las fuerzas de la OTAN para que no se le acerque nadie.
Pero a los pocos días la Presidenta lo manda a la Fiesta de la Vendimia en Mendoza y el muchacho ya exhausto, angustiado, y desesperado
acepta una bota de vino que alguien le acerca y se la manda de un saque para olvidar las penas, justo justo delante de una batería de fotógrafos que lo escrachan inmortalizando una de las imágenes más inolvidables del proyecto nacional y popular.
¡Basta, por favor! Déjenlo en paz.
¿Cómo quieren que el pobre tipo labure si lo siguen volviendo loco?
¡Ya sabemos que Boudou es Boudou!
¿Ok?
No jodan más.
Finalmente no es tan grave: Rajoy también resultó ser un trucho.
Larguemos este asunto y pasemos a otra cosa de una buena vez.
Y es ahí donde aparece el problema: no hay otra cosa.
Lo único que hay es esto: el gobierno.
Podríamos hacer una reseña similar a la de Boudou con muchos otros personajes del kirchnerismo.
Sobran.
Y siempre llegaríamos a la misma conclusión: no existe otra cosa.
Es sólo el gobierno y nada más que el gobierno.
No hay oposición.
Es el gobierno o… el desierto.
Enfrente no hay nada, sólo confusión y miedo.
¿Miedo a qué?
No se sabe.
El gobierno le grita a los editores de libros que el año que viene la Feria del Libro se hace en Tecnópolis y los tipos … se van a Tecnópolis!!
¿¿Por qué??
¿Qué temen??
¿Que los obliguen a leer los libros de Forster?
Moreno le grita a los supermercados y a los negocios de electrodomésticos que no quiere ver un solo aviso en los diarios feos.
¿Y qué hacen los tipos?
¡¡Levantan todos los avisos!!
...
¿¿Resultado??
¡¡Venden menos!! Obvio
¿Porque no se juntan en un café, se ponen de acuerdo y lo mandan al carajo?
¿Qué les va a hacer Moreno??
¿Les va a hervir el conejito??
¿Les va a degollar a la abuela?
No es para tanto, la abuela ya vivió lo suficiente.
Entonces, ¿por qué tanto miedo??
¿¿Alguno tiene una lancha en el Delta sin declarar??
¡Hundila, idiota!
¡O regalásela a uno de La Cámpora y listo!!
¡Y de paso nos ahorramos de tener que comprársela entre todos nosotros!!
Peor que los empresarios son las fuerzas opositoras.
¿Todo lo que tienen para mostrar es el Subte A?
¿No son capaces de nada más?
¿Imaginan que un diputado opositor hablando en el Congreso durante 20 minutos, sólo como un perro porque están todos en los pasillos levantándose minitas o en la parrillita de la vuelta manducándose un vacío, en sesiones maratónicas de 20 horas que no le importan a nadie porque el resultado ya se sabe de antemano, sirve para algo?
¿No hay otros instrumentos legales para enfrentar los abusos de autoridad y los atropellos institucionales?
A esta altura la oposición ya representa al 60% de los argentinos y no sabe dónde ir.
¿A qué le temen?
¿A la estrafalaria falange neofascista que los escracha desde los medios públicos??
¡¡No pasan de 2 puntos de rating!!
Y además sería muy fácil desactivarlos con una simple comisión política que revise contratos, pagos, pautas publicitarias, tapes. Con un par de abogados y un juez que se anime, se termina el problema.
Pero no se ponen de acuerdo ni en eso.
Al final me quedo con el gobierno, que son pedorros, antiguos, medio fachos, pero al menos saben adonde van.
Que no me guste adonde van es otro asunto.
¿Realmente el problema es el kirchnerismo que persigue, manipula, abusa y atropella o el problema son los boludos que no se animan a defender sus derechos y exigir vivir en libertad?
¿Esto es todo lo que puede hacer la oposición cuando el oficialismo se lleva la República por delante?
Por eso, no digan más que el problema es el gobierno.
El problema es la oposición, los otros.
Los que deberían ser el contrapeso que equilibra el sistema para que el sistema funcione.
Los que están del otro lado.
Que por ahora no son otra cosa que el lado luminoso del gobierno
porque desnuda la propia oscuridad opositora.
Los que con su ausencia, su miedo y su impericia lo hacen fuerte y eterno.
Que se jodan.
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