"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

miércoles, 6 de marzo de 2013

El reemplazo de Chávez y los "papeles argentinos"

Por Carlos Manuel Acuña (*)

 Lo primero que debemos evaluar, es la posibilidad del reemplazo de Hugo Chávez Frías no como presidente de Venezuela, sino como aspirante a ser un lider activo y fuerte para ejercer el rol de dirigente máximo de la izquierda continental.
También, si ese supuesto reemplazante estaría en condiciones de ampliar esa hipotética conducción política para ampliarse e influir en el ámbito internacional y ejercer un papel acorde con esa ilusión. A la luz de los acontecimientos, todo indica que la aspiración requiere no sólo carisma y audacia, sino también condiciones externas que faciliten ese cometido pero sobre todo, condiciones internas que aseguren en Venezuela el éxito de una gestión ascendente, poderosa y sin límites.

Como lo saben nuestros lectores, Chávez murió en La Habana al concluir diciembre de 2012 y a partir de entonces, bajo la conducción cubana se desató un juego que sería desopilante a no ser por el hecho de que giraba en torno de un cadáver técnicamente muerto, utilizado exclusivamente en función política y en la búsqueda de afianzar un poder que estaba alterado por la enfermedad primero y la muerte finalmente del teniente coronel del ejército venezolano.
Su supervivencia inventada, la falta de pruebas que facilitaran el menor atisbo de verdad que justificaran las esperanzas de sus seguidores, alimentó una expectativa plagada de desmentidos y disimulos de los que también participó Cristina W. Fernández de Kirchner, convertida en una firme aspirante a ocupar el puesto que Chávez deja vacante.
Por eso visitó este verano a La Habana como inicio de su reciente viaje internacional, que le sirvió de excusa para obtener información directa de la verdadera situación y la perspectiva para extender su actividad política.
La fotografía de su almuerzo con Fidel Castro resultó patética pues permitió apreciar el grado de deterioro de este "comandante" que ya está al borde de la muerte.

De todos modos, los esfuerzos cubanos por manipular la sucesión apuntaron exclusivamente a afianzar las perspectivas del vicepresidente Nicolás Maduro, un hombre carente de las capacidades dirigenciales del muerto pero fiel a los intereses de los hermanos Castro y al esquema de negocios de los que participan, especialmente en la importación del petróleo que consume la Isla que le llega prácticamente regalado:
Forma parte del manejo político de un confuso proyecto"progresista" que le resulta simpático a la presidente argentina.
En el medio de este embrollo signado por los fracasos económicos, cobró fuerza la cuestión iraní que por razones ideológicas y comerciales cuenta con el respaldo cubano.
Mientras las especulaciones crecían en torno de la salud de Chávez y entretenían horas de televisión y páginas del periodismo escrito, el cristinismo acordó con Therán un acuerdo que facilitará a los iraníes cerrar de una vez por todas las acusaciones de ser los autores del terrible atentado contra la AMIA y la embajada de Israel.

Por demasiado conocido, no abundaremos en este tema que forma parte de las aspiraciones de Cristina W. para ocupar la vacancia chavista, cargo que requiere una capacidad de gestión - y de recursos financieros de los que carece - lo que abre dudas acerca del futuro de este escenario caracterizado por pulseadas internas que por momentos se aprecian como muy peligrosas.
Por el momento, se vivirá un duelo político que recurrirá a todas las manifestaciones sensibles que culminarán este viernes durante y después del sepelio.
Hasta anoche, el campeón de la oratoria fue el presidente del Ecuador, Rafel Correa, quien pareció no estar enterado que los primeros disparos provocados por las disidencias internas, ya sonaban en las inmediaciones del Hospital Militar donde estaría depositado el cuerpo ya frío del presidente muerto.
A propósito, fuentes serias de Caracas, insisten en que el cadáver llegó ayer mientras hablaba Maduro para dar la noticia, lo que habría puesto en evidencia la serie de mentiras que se deslizaron desde las altas esferas para lagrimear más tarde por lo que más concretamente consistía en un vacío político en el que podía suceder cualquier cosa.
Entre ellas, el destape de algunas ollas sensibles que dejarían escapar algunos escándalos.

Al respecto y en tanto abundaban expresiones como "la igualdad de los pueblos latinoamericanos", "el neoliberalismo no pasará" o se acusaba al "imperio" de haberle inoculado a Chávez las cepas del cáncer que lo fulminó, algunos otros papelones comenzaron a circular con algunas revelaciones innecesarias como la despedida de Nilda Garré que lo hizo con la consabida frase de "hasta la victoria siempre" (vieja reminiscencia de la guerrilla derrotada), las mismas fuentes aportaron más noticias expresivas de lo que con seguridad se producirá después del entierro.
Así, las mismas fuentes insistieron en que mientras Maduro gritaba a voz en cuello que él debía ser el presidente "porque así lo había querido Chávez", a otros el dato los tenía sin cuidado pues estaban dispuestos a imponer un gobierno por la fuerza en medio del desorden que se acentúa con el correr de las horas.
La mayoría de las Fuerzas Armadas de Venezuela rechazan al marxismo y especialmente no soportan la presencia de miles de castristas armados y ubicados en puestos estratégicos de la estructura administrativa del país.

Esto explicaba esta madrugada la insistencia de Maduro en favor "de la unidad por encima de todo" pero más claramente se entendía que el despliegue de tropas obedecía básicamente a concretar el dominio territorial y evitar cualquier pronunciamiento de los cubanos en este emergencia. Prácticamente y sin protocolo alguno, las expresiones de los representantes militares durante el discurso de Maduro fueron reveladoras de las tensiones que comienzan a vivirse y que sólo están controladas (por así decirlo) gracias a la presencia de mandatarios de otros países que llegaban para participar de las exequias.
No obstante, cerca de la una de la mañana, se aseguraba a través de distintos medios que se encontraban ubicados en lugares clave de Caracas, que ya habían heridos y entre ellos, una periodista que se expuso en una de las desordenadas concentraciones que terminaron a los tiros.

Finalmente, mientras Maduro ataba más aún sus vínculos con La Habana, clamaba "por la lealtad para mantener la paz" y "generar la seguridad de la unidad necesaria", no faltaron quienes se preguntaron con insistencia cual era la premura de Cristina W. por viajar tan anticipadamente a Venezuela donde llegará aproximadamente a las cinco de la mañana, hora argentina.
Desde el Aeroparque Metropolitano lo hizo acompañada por el presidente del Uruguay, José Mujica, pero el detalle estrictamente político estuvo dado por la presencia de Héctor Timerman - el artífice formal del acuerdo con el gobierno islámico de Irán - y por el ministro de Planificación Julio De Vido, el principal actor de los negocios formalizados con el extinto jefe del Socialismo del Siglo XXI y poseedor de todos los secretos de esa relación tan activa y tan signada por la ideología.

Detengámosnos por ahora en estos elementos de juicio, importantes y significativos y tratemos de imaginar las complejas circunstancias por las que atraviesan y atravesarán lo que ya en medios diplomáticos se denominan como "los papeles argentinos" que representan a miles de millones de dólares provenientes del intercambio entre los dos países, además de la famosa valija de Antonini Wilson.

(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo por gentileza de su autor Carlos Manuel Acuña -Periodista y escritor- autor entre otros libros de "Por Amor al Odio", "Vertbitsky - de la Habana a la Fundación Ford" y "Los Traidores"

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