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Caricatura de Alfredo Sabat

sábado, 9 de marzo de 2013

Equilibrio fiscal, la caída de un pilar kirchnerista Barajar y repartir de nuevo


Barajar y repartir de nuevo 


Los superávits gemelos ya no son una obsesión como lo eran para Néstor Kirchner. 
El fiscal desapareció y el comercial cayó 49%, torpedeado por el aumento de las importaciones de energía.
Néstor Kirchner tenía un plan económico. 
Estaremos de acuerdo o no con su visión o con la forma de implementarlo, pero no podemos discutir que tenía una visión.
En ese plan el desendeudamiento y los superávits gemelos (comercial y fiscal) eran clave. 
Se buscaba una relativa independencia entre la economía local y los mercados internacionales. 
Se le pagó al FMI y se inició un profundo proceso de desendeudamiento que nos ubicó en niveles con los que -sin lugar a dudas- podríamos ser aceptados como un país de la Unión Europea, si no tuviéramos en cuenta otras variables.
Sin embargo, bajo la nueva administración, su plan parece haber perdido empuje. 
El desendeudamiento prosiguió, pero se enturbiaron los caminos. 
El financiamiento del Gobierno a través de la ANSES y del Banco Central -vía emisión monetaria que roza el 40% anual- ya no es un hecho excepcional y que requiere un debate concienzudo, sino un acontecer cotidiano.  
En este camino, un pilar de la macroeconomía kirchnerista tambalea y el otro fue dinamitado. Hablamos de lo que siempre fue la obsesión de Kirchner: los superávits gemelos.
En enero, la balanza comercial tuvo un retroceso interanual de 49%. De acuerdo con las estadísticas del INDEC el superávit fue de apenas USD 280 millones. El fenómeno se explica por una caída de las exportaciones y el aumento de la importación de energía. 

Pero si este pilar tambalea, hay otro que ya fue derrumbado. El déficit fiscal de 2012 superó los ARS 55.600 millones, 81% superior al registrado el año precedente. La otra variable, el resultado primario (antes de pagar intereses de deuda), fue deficitaria en ARS 4.373,6 millones. En concreto, es el primer déficit de este tipo en la era kirchnerista y más aún, el primero en los últimos 16 años.

El gráfico a continuación es bastante esclarecedor respecto de la situación en la cual incurrieron las arcas fiscales.
grafico nombre
En el horizonte, no se ven puntos de inflexión en esta situación, sobre todo, si tenemos en cuenta que el 2013 será un año eleccionario.

Sin embargo, un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal establece que existen dos escenarios posibles.

En el primero, "plantea una trayectoria moderada de gasto en el que su aumento sería del orden del 30% (implicaría mantener la brecha de crecimiento de 2 puntos porcentuales entre ingresos totales)".

En el segundo “se considera que el ajuste en la última etapa de 2012 puede servir para tomar mayor impulso por tratarse de un año eleccionario o ‘año impar’, en el que según muestra la experiencia reciente, la diferencia de velocidades entre ingresos y gasto primario es en promedio de 7%. 
De este modo, se verificaría un aumento anual del 35% de las erogaciones primarias”.

Si bien el segundo escenario parece más plausible, también hay un hecho que podría ser una suerte de bálsamo para las cuentas fiscales. 
Para este año se estima una caída en el pago de intereses de deuda del 25%. Esto sucede porque no se gatillará el pago del cupón del PBI, ya que el crecimiento de la economía no superó el 3,22% que exige dicho título para realizar la erogación a los ahorristas e inversores. Además, hay una disminución -a nivel general- producto de la comparación con el alto valor que registraron los intereses en 2012.
Más allá de estos sucesos fortuitos, un hecho es ineludible: la política económica actual no reconoce los pilares que obsesionaban a Néstor Kirchner.

Un saludo,

Ignacio
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Inversor Global

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