"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

viernes, 24 de mayo de 2013

Yukio Mishima (1925 - 1970)

Prolífico escritor japonés, autor de más de veinte novelas, decenas de piezas teatrales y numerosos cuentos, poemas, artículos y ensayos. 
Su temática audaz y descarnada, atenta a los aspectos más oscuros de las pasiones humanas, contrasta con la delicadeza y contención de su estilo. 
Probablemente el escritor nipón más conocido en el extranjero, trazó con doloroso detalle el desarrollo de la personalidad y el efecto devastador de las crueles paradojas de deseo y rechazo, de belleza y violencia, que la van conformando. 
De él dijo el galardonado Y. Kawabata: 
"No comprendo cómo me han dado el premio Nobel a mí existiendo Mishima. Un genio literario como el suyo lo produce la humanidad sólo cada dos o tres siglos. Tiene un don casi milagroso para las palabras".

Nacido en una familia de burguesía media, Mishima se vanagloriaba sin embargo de pertenecer por sus antepasados a la clase de los samuráis. Criado por su abuela, realizó los estudios en Gakushüim, la escuela por tradición reservada a la nobleza. 
Escribió su primer cuento a los trece años y a los dieciséis su primer libro de relatos, que coincidió con su ingreso en la Facultad de Derecho. 
Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó en una fábrica aeronáutica, tras ser desestimado como piloto suicida. 
Sobrevivir a una guerra en la que habían muerto tantos compatriotas se convirtió para él en un trauma lacerante e imborrable.

Mishima recibió el influjo del Nihon romanha, o romanticismo japonés, que poniendo énfasis en la unidad del Japón y de sus valores culturales, servía de base de apoyo a la ideología nacionalista y dominaba el mundo literario de los años de la guerra. Sin embargo, también la literatura occidental moderna fue para Mishima objeto de destacado interés y de atenta lectura. Su primer trabajo extenso, El bosque en flor, fue publicado en 1941. Una característica de esta obra, como de El cigarrillo (1946), Ladrones (1946-48) y de otras que escribió en el período de la Segunda Guerra Mundial y en los años inmediatamente subsiguientes, es el total alejamiento de la trágica realidad de la guerra y de la derrota.

Tras obtener el doctorado en Derecho en 1947, fue encargado del Ministerio de Finanzas, pero tras un breve tiempo abandonó el empleo para dedicarse por entero a la actividad literaria. En junio de 1949 publicó Confesiones de una máscara, obra que cosechó un inmediato éxito y que supuso su definitiva consagración en el mundo literario. Aunque en general se acogió la novela con un juicio favorable, algunos críticos mostraron perplejidad y reservas frente a la particularidad del tema (la confesión por parte del protagonista de su homosexualidad) que ciertamente representaba una novedad en la literatura japonesa. Confesiones de una máscara es la historia del itinerario interior del protagonista a través de los recuerdos de la primera infancia hasta las fantasías de la adolescencia, y del lento y aceptado proceso de toma de conciencia de su diferencia y de la incapacidad, experimentada hasta el límite, de amar al sexo opuesto.


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