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“La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder”
-Gral. José de San Martín
Australia 5; Canadá 9; Argentina 61.
Ésta podría ser la primera respuesta a la bipolaridad manifiesta de quien no sabe cómo conducir su primera decadencia hacia el 27 de octubre, fecha de las elecciones legislativas generales, y menos aún cómo tratará de conducir su “húbrico país” desde octubre hasta diciembre de este año. Soñar en un desembarco pacífico hacia su sucesor en 2015 es como historiar Normandía sin lucha hacia la liberación del nazismo en 1945.
Simplemente demuestra la ubicación de tres países en las que el nuestro, a fines de la segunda guerra mundial superaba holgadamente.
Scioli al decir que “hay que lograr que este gobierno termine en 2015 de la mejor manera posible” clavó el puñal más hondo en la actual estructura de poder.
Antes que comenzar nuestra pasada semana política en la que las ratas comenzaron a saltar del “Titanic kirchnerista” que prevé un vaciamiento superior al del menemismo peronista en la década de los noventa en las empresas del Estado, nunca solucionado por Julio de Vido en su accionar nacional delincuencial desde el 25 de mayo de 2003. Decimos nacional, porque no podemos probar cómo hizo caja privada para el “clan Kirchner” en Santa Cruz.
El resultado en mínimas cifras de la bipolaridad gobernante arroja la estrepitosa realidad que:
1.- La falta de adecuación al impuesto inflacionario de los salarios de los trabajadores alcanza a decomisar el 40% del ingreso total de quienes se encuentran en relación de dependencia, mientras el impuesto a los juegos de azar –entre otros- no es aplicado para paliar tal exacción.
2.- La mayor devaluación desde 2002 se ha producido en sólo ocho meses de 2013: 14,37% ha perdido el peso su valor frente al dólar, sumado a una inflación anual proyectada cercana al 30% que nadie puede afirmar si el 31 de diciembre de 2013 será superada.
3.- Las reservas de 2009 equivalían al 15% del P.B.I., mientras que las de 2013 sólo alcanzan al 6,5% de ese parámetro. Desde noviembre de 2011 a la fecha, hemos perdido la módica suma de U$S 11.000 millones de reservas líquidas de libre disponibilidad. Y que en el primer semestre de 2013 esa suma alcanzó a U$S 5.300 millones perdidos, casi la mitad en un semestre que en dos años.
4.- La deuda del Tesoro Nacional respecto al Banco Central alcanza a $ 70.000 millones.
5.- Los subsidios en 2009 alcanzaban a $ 32.700 millones, mientras que en la actualidad superan los $ 130.000 millones.
No deseamos sumar más cifras para no amargar el frío domingo que padece el lector.
Simplemente demostrar el fracaso del populismo gobernante antes de su huída, que ninguno de nosotros puede garantizar cómo y cuándo sucederá.
Con “olfato a sangre”, tan característico del peronismo para saltar a los botes antes de ser digeridos por los “tiburones de la realidad”, viejos juramentados kirchneristas comienzan a huir hacia el neo-kirchnerismo, hoy llamado “massismo”.
Alberto “Rasputín” Fernández y Felipe Solá pelean in fórceps en llevar la bandera de la traición.
Aunque la política en serio no puede basarse en la traición.
Dentro de muy poco tiempo Massa nos intentará convencer que el menem-kirchnerato no es peronismo. Que el peronismo es otra cosa superadora de su propio maléfico germen del 4 de junio de 1943.
Una semana de ajustes internos, por cierto.
La fuga de 13 convictos del penal de Ezeiza en un diámetro de 40 cmts. provocó la indeclinable renuncia del jefe del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel, quien llevaba en sus oropeles haber sido el creador del ilustre “Vatayón Militante” y partícipe de su murga carnavalesca.
Hoy retorna al puesto que Néstor Kirchner había ubicado por pedido de Aníbal Fernández un viejo y triste conocido de los presidiarios, Alejandro Marambio.
Con él, la mano dura de Sergio Berni parece haber triunfado y afirmado en el círculo áulico de la actual primer mandataria.
Mientras Berni afirma su posición en la decadencia gobernante, Milani ve oscurecidos sus deseos de “chavizar el ejército argentino” ya que su pliego de ascenso a Tte. Gral. pasará a ser debatido con posterioridad a la debacle electoral de octubre.
Más cercana parece estar la cárcel para el Gral. de Brigada que juró por los “estatutos bolivarianos” que su silla de honor en el Edificio Libertador.
Cerebro militante como el de Carlos Zannini, al continuar ejerciendo su “maoísmo militante” le aconsejan a la viuda desprenderse de dos equipajes que hoy le pesan en su locación presidencial: antes de octubre
Amado Boudou y Guillermo Moreno serán arrojados por el régimen como supuesta liberación y exculpación de los males criticados por la civilidad participativa en las P.A.S.O. del 11 de agosto pasado.
Quieren llegar a octubre con el menor peso posible y creen que Boudou y Moreno son los únicos causantes del desastre electoral.
Hasta le echan en cara al vicepresidente –aún en ejercicio- de su amistad con Martín Insaurralde, ignoto candidato nacido del caduco duhaldismo, de haber aconsejado como “baby face” al lomeño, acusado por una cámara oculta de América 24 de coimas cuando aún no era Intendente.
Tanto Boudou como Moreno parecen desconocer que su mayor enemigo se encuentra en los intestinos del gobierno: “La Cámpora” y sus secuaces.
Todo vale cuando la desprolija retirada comienza su efecto dominó.
Así las cosas, la ruleta rusa del kirchnerato ha comenzado a girar.
Nadie conoce aún su primera víctima de las dos mencionadas.
Pero todos conocemos que quien tenga más proyectiles para la huida de la “banda en fuga” podrá alcanzar el preciado e impune destino de Venezuela, como país protector.
Seychelles queda muy lejos y sólo se ocupa de blanquear capitales oscuros…
Humberto Bonanata
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Buenos Aires, Agosto 25 de 2013
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