Por: Martín Caparrós | 13 de septiembre de 2013
Disculpen esta intervención un poco brusca, pero acabo de ver el aviso que la Presidencia de la Nación Argentina difundió con motivo del Día del Maestro, 11 de septiembre.
Como pueden ver, el video consiste en alumnos que reclaman a sus maestras que sean “
más divertidas”, no “
tan serias”, no “
tan amargas” – porque esas maestras les dicen que entren al aula y les enseñan cosas.
De verdad no lo entiendo.
Si esto es lo que la máxima autoridad de la república tiene para decirles a los 700.000 docentes de la educación pública, esforzados, entusiastas, mal pagados, que muchas veces deben hacer de asistentes sociales de chicos mal nutridos o mal criados por la situación de sus familias...
Si esto es todo lo que se le ocurre ante una escuela pública que cada vez pierde más alumnos porque todos los que pueden se van a las privadas, si su idea para mejorar la enseñanza es que los maestros
“sean más divertidos”, si su mensaje sobre la educación es esto, estamos en un problema grave.
Lo sabíamos...
Yo no sabía que lo era tanto.
Pero ellos insisten en agravar su situación.
O están locos o son idiotas.
Disculparán, pero no sé decirlo de otro modo.
Alguien tiene que hacerse cargo de este disparate, asumirlo, renunciar.
Y creo que tiene que haber alguna forma de desagravio para los maestros.
Donde se pueda, como se pueda.
Pronto...
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