Nuestro país ahora ocupa el puesto 166 entre las 178 naciones evaluadas. A nivel regional está casi última al ubicarse 27° entre los 29 países incluidos en el ranking.
Entre otras razones mencionan como causas que “la corrupción es frecuente. La presión regulatoria en el sector privado ha seguido aumentando, con medidas de gasto populistas y el control de precios que distorsionan aún más los mercados”.
CIUDAD DE BUENOS AIRES
(Urgente24).- La Heritage
Foundation con sede en Washington (USA), difundió este martes (14/01) su
ranking sobre Libertad Económica. Según la edición 2014 del Índice, la Argentina
se ubicó entre las economías más "reprimidas" del mundo con un marcado descenso
al puesto 166 de 178. En tanto, a nivel regional, quedó en el fondo de la tabla
con el lugar 27° entre 29 países incluidos en el ranking.
En los fundamentos, Heritage Foundation señaló
las “medidas populistas” del gobierno de
Cristina Fernández y la “corrupción
frecuente” de su gobierno.
El puntaje de libertad económica de la Argentina
es de 44.6, se ha reducido en 2,1 puntos, lo que refleja una disminución
sustancial en la libertad de inversión, libertad comercial, libertad de trabajo
y la gestión del gasto público. Argentina ocupa el lugar 27 de 29
países de la región de América Central/del Sur y el Caribe, y su puntaje general
está muy por debajo de los promedios regionales y mundiales, indica el
reporte.
“Durante los 20 años de historia del índice,
la libertad económica de Argentina ha caído al estado "reprimida". Con su
puntuación en caída por 23.4 puntos, la una vez considerada como una economía
"mayormente libre" ha registrado la segunda caída más grave desde que la
puntuación del Índice comenzó a medir la libertad económica.
Ocho de las
10 libertades económicas se han deteriorado debido a las políticas que incluyen
severos controles de capital, la fijación de precios, las restricciones a las
importaciones, y una serie de nacionalizaciones”, fundamenta la
Fundación.
“La injerencia del Estado en la
economía argentina ha crecido sustancialmente desde 2003, lo
que acelera la erosión de la libertad económica. Deficiencias
institucionales siguen socavando las bases de un desarrollo económico duradero.
El sistema judicial y financiero se ha vuelto más vulnerable a la interferencia
política y la corrupción es frecuente. La
presión regulatoria en el sector privado ha seguido aumentando, con medidas de
gasto populistas y el control de precios que distorsionan aún más los
mercados”, concluye el informe sobre nuestro país.

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