Sorprendió Jorge Asís en sucesivos tuits refiriéndose a una fuente periodística muy ligada al poder que decía que la presidente sufre una retracción de los lóbulos frontales y temporales que sería congénita pero no degenerativa y que está ahora medicada, lo que la puede hacer engordar y eso la pone muy molesta. Además, señala que la medicación le evita que tenga “reacciones intempestivas”, es decir, lo que señalamos hace tiempo en esta columna: la presidente gobierna por caprichos y suele gritar y maltratar a sus funcionarios.
Dimos la primicia de que en el sanatorio Otamendi le descubrieron síntomas del síndrome de Pick, es decir, una disfunción degenerativa que afecta los lóbulos frontotemporales que es lo que comúnmente se llama el viejazo entre los hombres y que se caracteriza porque produce histrionismo, desinhibición y chistes fuera de lugar.
Da la casualidad que el doctor Facundo Manes, quien la operó del hematoma subdural que surgió después de que se desmayara y su caída al piso le provocara un golpe en el cráneo, tuvo una actuación polémica en diagnosticar el síndrome de Pick a la pintora Natalia Kohen.
Esto motivó que sus hijas se quedaran con su fortuna pero judicialmente la recuperó y provocó que el Dr. Manes se alejara del FLENI.
Esta sería la explicación de por qué después de atenderse en el sanatorio Otamendi, CFK acudió a la fundación Favaloro.
Pero da la casualidad de que el jefe de neurología es el experto en Síndrome de Pick, el citado doctor Manes.
Siguiendo el refrán: para muestra basta un botón.
Es mucha casualidad que la atienda un especialista en ese síndrome, aunque no quita que esa retracción de los lóbulos frontotemporales fuera congénita pero después de cierta edad, como son los 60 años, se puede transformar en degenerativa.
Si no, no hay ninguna explicación política razonable para el baile en la plaza de Mayo el 10 de diciembre mientras más de 20 argentinos morían por los saqueos derivados de los autoacuartelamientos policiales.
Con ese baile demostró que tiene una alta cuota de histrionismo y desinhibición, porque bailó, tocó el tambor y finalmente golpeó una sartén, en obvia alusión a los caceroleros, de los cuales se mató de la risa. Como prueba están las fotos en donde se le ve muy sonriente.
La hora crítica
En el otro campo crítico, la economía, Cristina Fernández no sabe nada de economía y quien le enseñaba era la ex presidente del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, suplantada por Axel Kicillof, un profesor de economía.
Ella logró ser reelegida por el 54% de los votos en octubre de 2011, después de dos cosechas muy importantes (2010/2011) que no se repitieron después, y en ese momento no había dólar blue ni cepo cambiario y además había un gran consumo.
Una gran oportunidad para gastar mucho en el exterior por el atraso cambiario.
Es que no sólo los funcionarios sino también la gente se enamora de los atrasos cambiarios porque compran electrodomésticos, computación y viajes al exterior.
Así ganó con ese 54% después de cuatro años de una inflación anual del 25% pero con el salario real recuperándose de esa inflación y con muy poco desempleo.
En efecto, este gobierno dice que creó 5 millones de empleos privados y públicos.
Y eso es cierto, pero 1.700.000 se produjeron en el 2002, cuando Eduardo Duhalde gobernó el país con el tipo de cambio alto y atraso de las tarifas, y el kirchnerismo después creó en diez años 3.800.000 más, de los cuales 1.300.000 fueron públicos, ya sean nacionales, provinciales y municipales.
O sea que durante más de cuatro años, CFK gobernó con buenas cosechas, alto consumo y masas de ciudadanos viajando por el mundo.
Pero apenas ganó, los mercados, que son sabios para ver cuándo un modelo económico no da para más, porque el gasto público es insostenible, empezaron a dolarizarse.
El gobierno metió entonces la pata e implantó el cepo cambiario.
Después vino una mala cosecha por la sequía y apareció el dólar blue y la brecha cambiaria, que se fue agrandando con el tiempo.
Y llegamos a este último trimestre del 2013, cuando la economía entró en una recesion del 1,5% y con una inflación del 28,5%.
Empezamos el año con una disparada del dólar blue, que ayer cerró a $ 11,95.
Y ahora la presidente, que vivió los cuatro años de bonanza de su marido y ella salvó el 2009 cuando la economía tuvo una recesión por la crisis internacional, vive el agotamiento del modelo.
En las malas se ven las condiciones intelectuales de los líderes y está claro que nunca se preparó para las vacas flacas y está pagando los costos en un momento en que su salud se deterioraría vertiginosamente.
Fuente: El Informador Público
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