"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

miércoles, 29 de enero de 2014

Nuestro querido barrio "La Boca"

Ojalá,  además de  la evocación nostálgica que nuestro barrio siempre muy gratamente nos despierta, podamos trocar la crítica estéril  que sobre el mismo también hacemos, en  una actitud pro positiva para lograr hacer entre unos cuantos  el barrio que merecemos y soñamos.

Nuestro querido barrio “ La Boca “, lugar fundacional de Bs. As., único con tan rica historia e identidad en toda la Ciudad de Bs. As. que nos entregara seres tan relevantes en disciplinas como el arte, la política y el deporte...
Lugar que ha sido una enorme fuente de trabajo, por su puerto, con varios astilleros, talleres navales, varias instituciones bancarias, varios clubes sociales, teatros, cines, con históricos cafés, originales conventillos familiares, un emblemático polo gastronómico con alegres espectáculos de varietés y canciones típicas italianas entre otras que invitaban a todos los comensales a un alegre y familiar baile desarrollando  estos simpáticos  encuentros en las históricas cantinas de la calle Necochea, cuna de los mejores carnavales de Buenos Aires, con sus corsos y fantásticas comparsas...
La Boca que recoge en su seno el primer cuartel de bomberos voluntarios de la Argentina, una de las instituciones religiosas más antiguas de la República  como es  la Iglesia  San Juan Evangelista,  
varios movimientos sociales, asociaciones civiles,  cuna de los dos clubes de fútbol más importantes del país, rodeada de ríos que eran por aquel entonces para disfrutar y trabajar, y que en buena hora logrado el fallo de la Suprema Corte de Justicia (8 / 7 / 2008), estamos bregando intensamente para que se cumpla y así recomponer y sanear  nuestro Riachuelo.

Todo esto es muy recordado y reconocido por los fervorosos vecinos nativos y adoptivos que aman  La Boca,  a quienes sus enormes emociones los embargan plenamente cuando ven fotos de aquellas épocas, filmaciones,  grabaciones antiguas y sobre todo cuando se entonan las típicas marchas o canciones propias del barrio, verdaderos himnos locales.
Los vecinos de  La Boca, son gente de profundos y muy nobles sentimientos, de cultura y costumbres muy propias, donde la familia, la amistad y la solidaridad siempre fueron su  gran culto y sus enormes pilares.

Esta hermosa génesis, esta enorme historia, esta grandiosa identidad que nos consagra ante el mundo, hace que  vivamos con sentimiento de tristeza la contra cara que nos depara el presente, con tanto avasallamiento cultural,  degradación, destrucción, mugre, inseguridad, y ausencia de Estado.
Por ejemplo, tenemos en las calles de nuestro barrio profesionales de Prefectura Naval Argentina con un plantel que debiera por lo menos duplicarse para lograr una mínima eficiencia, e ignoramos porque se retiraron los profesionales de la Policía Metropolitana que solo por un lapso muy breve nos estuvieron brindando su protección.

Fue notable como un hecho tan positivo respecto la conectividad que produjo la autopista Bs. As. / La Plata, también aceleró la degradación del rincón de La Boca, por debajo de esta autopista,  destruyendo  en el sector  una de las principales avenidas como es  la Av. Don Pedro de Mendoza, convirtiéndola en intransitable, avenida que desde Asociación de Vecinos La Boca y otros, estamos gestionando fuertemente para su pronta e inminente re urbanización en el 2014.

Un hecho relevante y sumamente positivo fueron  las obras de defensa contra las inundaciones que por sud estadas padecíamos en La Boca.
Otro hito histórico fue el lograr la recuperación y reestructuración de lo que fue el edificio de la Compañía Italo Argentina de Electricidad ( CIAE ) transformándolo en la excelente Usina del Arte, la que espero en el 2014 tenga un entorno que corresponda a su excelso nivel.
Otro interesante logro que aporta a la seguridad del barrio fue  crear por Ley Nacional la Fiscalía de Distrito del barrio de La Boca sita hoy en Av. Paseo Colón 1534 P. 1º obtenida por gestión de Asociación de Vecinos La Boca.
Es trascendente como se fue consolidando el sector turístico de Caminito con sus museos, teatros, restaurantes, galerías comerciales, industria del turismo que debiera extenderse,  abarcar   a otros rincones de nuestro querido  barrio y apuntalar así mayores sectores comerciales hoy muy debilitados como son algunas cuadras de la calle Olavarría, las últimas cuadras de la Av. Alte. Brown, e idem de la calle Necochea, asignando distintos rubros en cada lugar.

Estos logros y algunos otros como la resistida y discutida construcción de viviendas en los terrenos de Casa Amarilla, de muy dudosa asignación respecto a los titulares que ocuparán esos departamentos,  pero que en definitiva contribuye a paliar el déficit  habitacional que tenemos, aunque incrementando el déficit que también padecemos de espacios verdes, pudiendo haberse utilizado para construir dichas torres terrenos disponibles en manzanas edificadas, de ahí la discusión que dividió el criterio de  los vecinos del barrio.

Así estamos hoy, en medio de nuestra Boca que nos conmueve, nos produce tanta rica nostalgia, y de esta otra Boca con muy poco valor agregado como balance de gestión de las últimas décadas.
Algunos pretenden hacer responsables de esta decadencia a los que “echando buenas” se fueron del barrio e invirtieron sus dineros en otras latitudes, otros pretenden hacer responsables a los que entran al barrio desde comunidades nacionales o extranjeras muy pauperizadas en todo aspecto.

No sirve señalar culpables de lo ocurrido, si no asumimos nuestra cuota parte de responsabilidad sea por acción u omisión, no sirve señalar a los que se van o los que vienen,  si los que estamos tampoco hacemos lo que debemos de forma unida y organizada, no sirve jactarnos de ser el lugar natal de River, Boca, Quinquela, Filiberto, Palacios, etc., si los que hoy estamos no actuamos en consecuencia ni honramos nuestra propia historia...
Lo que sirve y haría la gran diferencia es nuestra actitud positiva y solidaria de hoy en más, pasar entonces de la prédica o queja estéril a una acción colectiva y contundente, consensuada entre los que sentimos lo mismo.

Trabajemos con optimismo para que nuestros deseos se conviertan en realidad, empecemos por creer en nosotros mismos.
No sirve el “animémonos y vayan”, no sirve esperar “que lo haga el otro”, no sirve tener bronca si no la encauzamos positivamente, tampoco sirve el amar ciegamente.
Esta actitud positiva consiste en que como ciudadanos del barrio debiéramos mancomunadamente, masivamente, exigir a las autoridades competentes se ocupen de nuestra calidad de vida, de nuestro desarrollo, de nuestra salud, educación, seguridad, trabajo, medio ambiente, urbanismo, etc.

Los que conocimos aquella Boca y la amamos, somos por lo general muy buenos diagnosticando el presente,  quejándonos por el actual estado del barrio, el diagnóstico es compartido por una inmensa mayoría de los que nos asignamos real sentido de pertenencia.
Es lo que a diario escuchamos y nos decimos entre amigos en una mesa de café, en una esquina, en reuniones familiares, o mientras esperamos en una tediosa fila ser atendidos.
Es horrible padecer esta realidad, es muy bueno reconocerla, es muy malo cuando solo queda a nivel de catarsis, no es positiva la queja cuando no nos involucramos en la solución del problema.
Si a esta razonable queja no le agregamos un nivel de participación y compromiso diario, el que nos debe insumir tiempo y sacrificio en bien de lo que amamos,  no sirve...  
Entonces es muy valorable cuando  nuestra queja se convierte en detonante dentro de cada uno de nosotros, de todos los que queremos el barrio, de manera que nos haga pasar  de la queja estéril a la acción continua y persistente hasta la obtención de nuestros soñados objetivos.

Evidentemente hay muchas formas de querer, de disfrutar.
Respeto y admiro a quienes teniendo capacidad de amar, son alegres, se regocijan, festejan, todo lo bueno que la vida y el barrio entrega,  pero cuando también se  entregan con todo,  se esmeran,  por cambiar y mejorar aquello desagradable que humanamente y solidariamente requiere nuestra máxima atención para lograrlo,  sobre todo cuando está en juego la salud, el bienestar  y la vida de las personas.
Hoy más que nunca ser frívolo  o fútil nos juega en contra, debiéramos abrir La Boca a un presente y un futuro con una mejor calidad de vida, tal la soñaron nuestros ilustres y relevantes vecinos de la historia.

Demostremos cuanto queremos al barrio convirtiendo  nuestra emoción en acción.  
¿Seremos capaces de sacar el barrio adelante?  
No pierdo las esperanzas de que así sea.

Hablar del barrio es hablar de sentimientos, estos son todos muy respetables e individuales, entonces seguramente siempre habrá distintos matices que considerar.
Ojalá me haya sabido explicar,  con mis mayores respetos y afectos para todos, vayan mis saludos y mejores deseos.
Muy atte.

Alfredo Alberti
Presidente de Asociación de Vecinos La Boca
www.avelaboca.org.ar



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