Demasiada muerte para tanta vida.
Allí se quedaron.
Muy lejos, para permanecer tan cerca, en blancas tumbas escasamente concurridas, pero excesivamente pronunciadas.
Donde cortan con su presencia, los sures vientos gélidos,
Donde cortan con su presencia, los sures vientos gélidos,
que repiten como en unísono eco, sus negados nombres.
Los mecenas de la guerra jamás desangran, porque disponen de almas ajenas, que ejecutan sus descometidos.
Hay una histo...ria que recuerda, y otra, que apenas conmemora.
Los mecenas de la guerra jamás desangran, porque disponen de almas ajenas, que ejecutan sus descometidos.
Hay una histo...ria que recuerda, y otra, que apenas conmemora.
La diferencia está, en cómo se lleva el dolor de la ausencia.
Nunca más llevaremos un fusil, sino flores. T
Nunca más llevaremos un fusil, sino flores. T
antas y necesarias, hasta que el invierno que hoy te habita,
desista de su gran error, y se marche solo en silencio.
"Blancas Tumbas" - © Gabriel Velxio.
"Blancas Tumbas" - © Gabriel Velxio.
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