"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

domingo, 4 de mayo de 2014

¿Somos realmente un país feliz?

Carta de lectores / Clarín
Tengo 16 años y quise escribir esta carta al diario, no por tener semejanzas ideológicas con el mismo, sino por el simple hecho de encontrar el medio por el cual expresar mi opinión.
El año pasado y el comienzo de éste nos dejó un gran peso de indignación y de pena.
Es interesante ver cómo un país puede tener tantos altibajos, es interesante cómo un Gobierno también puede tener tantos altibajos.
Sin tener yo ninguna afinidad política en particular, veo con lástima a los políticos de ahora. 

Creo, desde mi joven mirada, que ninguno pudo encontrar la capacidad de gobernar para un todo o de dejar de lado la visión lucrativa por una visión más progresista.
En estos últimos años se han logrado muy buenas leyes, inclusivas e innovadoras.
A nivel mundial somos un país realmente muy avanzado en cuanto a las legislaciones y eso es un gran orgullo.
¿Pero somos realmente un país feliz?

Me parece que si la mayoría de los argentinos pudiera y tuviera la plata, se iría del país.
Y eso es muy triste.
Es muy triste que no exista el sentimiento nacionalista, que tanto se añora.
Es muy triste que no podamos decir “quiero que en este país vivan mis hijos, y mis nietos”.
Es más triste todavía lo divididos que estamos, lo egoístas que somos y los ignorantes en que nos hemos convertido.

Debe ser algo fantástico poder sentirse a gusto con el país que te vio nacer.
Seguramente, sería bueno sentir que uno pueda crecer sabiendo que el Estado está trabajando para que vos progreses y seas alguien.
Y más:
Debe ser algo maravilloso poder tener ganas de estudiar, trabajar y pagar los impuestos ...
porque al fin y al cabo sabés que lo estás haciendo para tener un mejor mañana.
Me pregunto en qué momento fue cuando dejamos de creer en nuestro país.

Muchas veces criticamos desconociendo, exigimos desconociendo y -lo peor de todo-, nos manifestamos reclamando derechos, perjudicándonos a nosotros mismos.
Nos rebelamos contra el Gobierno de forma incompetente.
Nos creemos “vivos” y capaces, pero somos nosotros los que los domingos no pagamos el boleto del tren, los que tiramos basura a la calle.
O los que decimos que “los planes sociales alimentan vagos”.
Escuché decir de una amiga: “Es inútil querer cambiar las cosas” ... y es así como cada “revolucionario” se queda en su casa criticando al Gobierno y a los políticos.

La democracia es un sistema político increíble, y acá las cosas no siempre fueron así.
Por eso considero que es en el día a día en donde deberíamos saber utilizarla de la mejor manera para todos.
¿Cuánto tiempo más tiene que pasar para que la avaricia no esté por sobre la moral? 

Amo a mi país, y es por eso que en lo personal, a pesar de todo, nunca lo dejaría ni dejaría de luchar por esta Bandera que me vio nacer y me acompañará hasta mis últimos días.

Sofía Bertinat
sofi.bertinat@hotmail.com

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