"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

lunes, 27 de julio de 2015

¿SOMOS CORRUPTOS LOS ARGENTINOS?

La corrupción es un problema generalizado de nuestra época, hay corrupción en los gobiernos, en los parlamentos, en la justicia, en los ciudadanos, en los negocios y hasta en la cultura.
El mayor problema es la corrupción de las mentes y las ideas, y cuando ella se generaliza en el estrato social.
Hace 15 años empecé a alertar y pregonar en mis clases tanto en el secundario como en la Universidad, sobre la corrupción generalizada, sosteniendo que todos somos corruptos, porque por ejemplo si hacíamos una compra y nos daban 2 pesos de menos en el vuelto hacíamos un escándalo y si nos daban de más o algo no nos cobraban, nos hacíamos los tontos.
Entonces una sociedad donde el 99% piensa que si algo hace él es porque es vivo, y si se lo hacen es porque son malvados, como se amalgama, como cierras el entramado social.



Esto se ha profundizado con el tiempo y nosotros vivimos la violencia de grupos que con razón luchaban por sus derechos, pero no tenían prejuicios en quitar vidas inocentes;
del terrorismo de estado, de la captura, desaparición, muerte y sustitución de personas en aras de la pureza de ideales supuestamente nacionales,
de la corrupción y del vaciamiento de las arcas de la Nación en beneficio del staff del Estado;
de la discriminación, la persecución y desplazamiento de gente que no piensa como nosotros, en pos de imponer una ideología social a cualquier precio y sin importar lo que piensa el otro;
la protección y el blindaje de quienes son amigos aun a sabiendas de sus delitos y perversiones;
la paradoja de pretender suplir la indignidad y la indigencia con planes y subsidios o permitiendo ocupaciones en lugar de dar una efectiva y verdadera dignidad al ser humano;
el auge del narcotráfico y las barras bravas.

Recuerdo que al secuestrarse a un prominente hombre público italiano, el jefe de Policía solicitó autorización al gobierno para torturar a uno de los jefes de la banda secuestradora, que había sido detenido, para que dijera donde estaba, siendo la respuesta a su pedido:
"que la República Italiana no podía darse el lujo de practicar terrorismo de Estado."
¿Somos entonces corruptos los argentinos?

Es posible que hayamos perdido la memoria y seleccionemos algunos episodios y otros no.
¿Alguien recuerda cual fue la contribución de Favaloro a la ciencia y cuales sus principios por los que murio?
¿Porqué el primer Director Supremo dijo la renuncia de un hombre de bien es siempre irrevocable?
¿La historia del juez Gartland que sospechado de corrupción fue juzgado por la Corte y declarado inocente, y al notificarse y preguntarle la prensa si volvería al Juzgado, dijo como voy a volver, la gente que viene a mi Juzgado sabrá que será juzgada por un Juez sospechado?
¿La compra de los fusiles Mauser en Alemania, y el ministro que al recibir su comisión dijo cuántos fusiles se compran con este dinero y endosó el cheque?
¿la compra de las Fragatas en Inglaterra cuando el ministro al recibir su porcentaje, dijo la Nación Argentina agradece este descuento?
¿Qué es lo que iba a decir el Fiscal Nisman en el Congreso?
¿A quién patrocinó la abogada exitosa, cuándo y en que Juzgado?
¿La historia de decena de miles de varones y mujeres que van a lugares distantes y apartados a enseñar, dar cultura y tratar que sus hermanos crezcan y vivan dignamente?
¿La inmensa cantidad de gente con sentido social que da su tiempo, su vida y sus bienes para que la gente que vive en la pobreza, en la indigencia, en la calle, viva mejor y pueda desarrollarse dignamente?
¿Alguien entiende a los que piensan que hay que hacer crecer a los demás e insertarlos en la sociedad en lugar de pretender paliar sus deficiencias con planes y subsidios que sólo los enquistan más en sus problemas?

Pareciera que hay dos formas conviviendo en el hombre argentino, uno solidario, bondadoso, desprendido y pacífico, y otro egoísta, poderoso, rencoroso, autoritario y discriminador.
Es la eterna pulsión entre los valores de la verdad, la belleza y el bien, y los emergentes valores modernos, fama, dinero y poder.
Que queremos o que preferimos es la cuestión.
Porque la corrupción no es un problema institucional, ni de gobiernos de turno, es una elección de la sociedad, en un momento de su historia.

Queremos la verdad, la realidad, la unión, la paz, la solidaridad y la armonía entre todos nosotros a despecho de las diferencias, o queremos un relato armado a nuestra medida que nos convenza, de aquello que pensamos por anticipado, y de lo cual no estamos dispuestos a transigir, ni a discutir, ni a permitir que nadie lo niegue, a cualquier precio.

¿Somos corruptos los argentinos?

Elias Domingo Galati

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