El síndrome de Estocolmo, los argentinos y las elecciones

El síndrome de Estocolmo es una reacción psicológica en la que la víctima de un secuestro, violación o retención en contra de su voluntad, desarrolla una relación de complicidad y un fuerte vínculo afectivo, con quien la ha secuestrado.

Principalmente se debe a que malinterpretan la ausencia de violencia contra su persona como un acto de humanidad por parte del secuestrador.

Presumir que los argentinos votemos a quienes nos tienen secuestrados desde el 25 de mayo 2003 / Administración Kirchner/Fernández de...), raya en lo demencial *
* Que es absurdo, incomprensible o disparatado.

¿Cómo es posible que el vice presidente (Amado Boudou) esté tres veces procesado y se haga cargo del Poder Ejecutivo cuando CFK viaja al exterior?
¿Cómo es posible que todavía no se sepa sí el fiscal Nisman se suicidó o lo suicidaron?
¿Cómo es posible que ante las denuncias de corrupción del periodista Jorge Lanata en la mayoría de los estamentos estatales, la ciudadanía lo mire por TV para luego continuar sus vidas como que "aquí no ha pasado nada... Tan solo ha sido un programa televisivo"
¿Cómo es posible que hayan sodomizado al Poder Judicial, quitando del medio a jueces y fiscales en las causas de la familia Kirchner/Fernández y Asociados, AMIA, Pacto con Irán, Hotasur, Báez, etc. y el presidente de la Corte Suprema (Ricardo Lorenzetti) haga la vista gorda?
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¿Cómo es posible que 8.812.000 jubilados a quienes nos nivelaron hacia abajo y que la actual administración (CFK) hiciera caso omiso al fallo de la Corte Suprema por el caso BADARO:  82% móvil, desarrollen una relación de complicidad o fuerte vínculo afectivo con quien los ha condenado a la pobreza hasta el fin de sus días?
¿Cómo es posible que los presos cobren el 46% más que los jubilados?
¿Cómo es posible que en nuestra patria haya (info/2014) 9,6 millones de pobres y CFK y Aníbal Fernández, informen que éste índice es del 3,5% (menor que el de Alemania)?
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Vamos compatriotas, sí en las PASO del próximo 9/08/2015 ganan los que nos infringieron tantos daños, no habrá sido por el "síndrome de Estocolmo"
Será porque tenemos los des/gobiernos que no merecemos...

Corina Ríos