"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

martes, 5 de julio de 2016

La muerte, ¿un a liberación?


Ni un cura ni un pastor nos pueden decir adonde va el alma de un fallecido después de la muerte física, porque cada alma, según fue el transcurso de su vida,
es atraída por aquellos planetas,
por aquel plano del infinito en el que está grabado lo que ella ha introducido en su interior,
lo que la atrae directamente después del fallecimiento de su cuerpo.

Por el hecho de abandonar la envoltura terrenal, no cambia nada para el alma. 
La culpa queda; las debilidades y los errores del comportamiento quedan;
las dependencias quedan; las ataduras quedan para este ser humano, para esta alma.
Sólo cambia el estado físico sustancial. 

El alma no se libera por lo que denominamos muerte si el hombre no era libre en su interior.
Las ataduras que el hombre no ha quitado durante su vida terrenal, siguen siendo también en el Más allá la cárcel del alma, sólo que de manera más sensible y muy difícil de eliminar.
Frecuentemente vuelven a atraer al alma a un nuevo vestido terrenal, a otra encarnación.

Maximiliano Corradi
DNI 27090991
De la publicación: “Piense también usted y reflexione. Decídase libremente”

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