VERSIÓN
INDEPENDIENTE A JULIO 2016
Carlos
Lanusse
Antes
de comenzar, es necesario reflexionar sobre nuestro electorado.
Es
que en siete meses se derrumbó el poder de Cristina y ella quedó al borde de la
cárcel.
Tan
breve tiempo demuestra que el cristinismo no contaba con ninguna fuente
importante de poder.
Cristina
corrió con la vaina al electorado nacional durante sus ocho años de mandato,
asustó a muchos y engañó a millones, en una muestra lamentable de falta de
reflexión y critica de nuestro electorado.
Como que Cristina no cayó por acción
de la oposición sino por la suma de sus errores.
Nuestro
pueblo ha demostrado, fehacientemente, que es capaz de votar por la corrupción
y demagogia, en contra de sus intereses.
Es que la democracia alcanza para
impedir el abuso de autoridad, no para acceder a la verdad para el pueblo.
La
falta de rigor crítico sigue caracterizando a buena parte del electorado, que
no encuentra errores ni fallas en este gobierno, imaginando aptitudes que los
hechos no demuestran.
La responsabilidad intelectual pasa por el análisis
riguroso de nuestra realidad (que no incluye utilizar encuestas de Junio para
mostrar la realidad de Julio).
Balance
de los Independientes
Los
independientes analizamos pacientemente.
Sin apuros por fanatismos partidarios
ni por un líder en particular.
Mantenemos como referencia política a la Nación,
como conjunto político, económico y social. Desde nuestro punto de vista, de
moderación política y racionalidad económica, revisaremos pros y contras de
siete meses de gobierno macrista.
I.
Lo que trajo el macrismo
En
el campo político.
Lo
primero a destacar es la permanente moderación política, algo completamente
valioso y buscado para terminar con la grieta, el enfrentamiento y el odio.
Relacionado
con ello se encuentra el enorme apoyo a la acción de la Justicia, que al
sentirse aceptada y con libertad de acción, trabaja a todo vapor en el
descubrimiento de la corrupción estatal y las mafias privadas.
Otro
tanto con la Libertad de Prensa, la más valiosa defensora ante el
autoritarismo, el avasallamiento y el ejercicio de la mentira sistemática.
Desnudó
la corrupción populista con la investigación, ofreciéndole valiosa información
a la Justicia.
La
combinación efectiva entre Prensa y Justicia son un activo social magnifico
impulsado por el gobierno macrista.
El gobierno capitalizó lo que fue demandado
en las pancartas callejeras de independientes.
Gracias
a la actitud liberal del gobierno, más la acción de la justicia y la prensa, se
ha producido un fenómeno de largo alcance: la destrucción política del
populismo.
La
derrota electoral de Cristina y su caída posterior, más la de Hugo Moyano por
agotamiento político, son joyas de la libertad macrista, que ha abierto y
despejado el horizonte político.
Es
la vía institucional asociada a la libertad.
El
éxito político de María Eugenia Vidal, a sostén inicial de Mauricio Macri, abre
una magnífica oportunidad para la renovación política bonaerense por métodos
diferentes a los impuestos por el peronismo.
Demuestra
cómo se puede enfrentar a las mafias en la Provincia limpiando a la maldita
policía.
De
altísimo ejemplo en todo el país y proyección política innegable.
Debemos
añadir los resultaos de la política de relaciones exteriores del gobierno
macrista.
Reposicionar
a la Argentina en el hemisferio occidental, reubicarla del lado de la cultura
de los países del primer mundo y mostrar las posibilidades de inversión en
nuestro país no es un logro menor.
Nos
define, caracteriza y agranda como Nación.
En
el campo económico.
Los
logros económicos del macrismo se pueden resumir en dos acciones mayores, la
salida del cepo cambiario sin corridas y la liquidación del endeudamiento con
holdouts.
En
los aspectos formales de la economía, sobresalen tanto la transparencia y la
información pública, como el regreso del INDEC.
Ello
y las rectificaciones del gobierno frente a sus propios errores forman parte de
una actitud dedicada a la credibilidad de los actos de gobierno.
II.
Lo que no trae el macrismo
En
el campo político.
Algunas
cuestiones conspiran contra el éxito político del macrismo.
Sobresale
la falta de un Proyecto político concreto y de largo plazo, hoy reemplazado por
una tortuosa sinuosidad política.
A
Carrió se la buscó atendiendo a su ascendiente ético, luego se le pidió
silencio ante la sospecha de que pretende quedarse con el electorado macrista.
Con
los radicales es lo mismo, se los buscó para relleno por su estructura en el
interior, hasta que se blandió el purismo.
Así,
un día habla Sanz y otro Casella, caras diferentes en un vínculo de ambigüedad
constante.
El
purismo macrista eligió ser lo menos peronista posible, pero frente a
los problemas harto previsibles de gobernabilidad, ahora decidió “ampliar la
base electoral”, con a la mayor cantidad posible de peronistas.
Idéntico
que con el Frente Renovador, al que un día se busca y al día siguiente se acusa
de oportunista, entonces ¿cuál es el no-oportunista?
Y
se repite la ambigüedad rampante.
Está
muy claro que Mauricio Macri no es un político tradicional, pero su falta de
pensamiento y proyecto político no le permite mostrar una alternativa valiosa.
Su
temprana aclaración de que no piensa presentarse como candidato presidencial en
2019, señalada en Clarín por Ricardo Kirschbaum*, y no desmentida, lo perjudica
constantemente.
La
carrera por su herencia política limita la coherencia interna en su equipo y
asusta a los inversores. (* Clarín 10/7/16)
La
inconsistencia política del macrismo y el alejamiento de Mauricio al terminar
su mandato, no demuestran una fuerte vocación política y frenan a quienes desde
el peronismo, el radicalismo, el lilismo y los independientes analizamos al
macrismo a mediano y largo plazo.
Ampliando
posibilidades para políticos renovadores con efectiva vocación política.
En
el campo económico.
Las
realizaciones de los primeros siete meses no brillan por resultados sino por
promesas y éstas comienzan a posponerse.
Donde
lo peor de las no-realizaciones está en la inflación y su causante, el Gasto
público.
No
podemos soslayar que mientras el gobierno fracasa en el pantano de las tarifas,
subsidia injustamente a:
1.
Los servicios financieros (sin impuestos),
2.
Las industrias petroleras,
3.
Las mineras y
4.
El armado electrónico en el Sur, y el futbol.
Todo
ello aparte de los subsidios a la energía y a los infinitos ñoquis instalados
todavía.
La
inconsistencia no vende, la inflación tampoco y los subsidios con emisión
monetaria ya derrotaron a Cristina. Con buena voluntad y “mea culpa” no
alcanza.
Así
se ahuyentan inversiones, ya preocupadas por la incerteza política del macrismo
hasta las elecciones 2017.
La
situación empeora tras la mala praxis en el ajuste tarifario, no solo en su
presentación inicial sino en los continuos trastabilleos posteriores, aun no
resueltos.
En
definitiva queda expuesta la falta de un proyecto económico coherente, algo
que los independientes reclamamos desde 2015.
El
macrismo se balancea en la débil cuerda floja de la realidad política y económica,
mientras el electorado camina con la boca abierta.
¿Así
festejamos nuestra Independencia?
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