“Hay
una entrega en todos los aspectos”, recalcó Mario Volpe presidente del Centro
de Ex Combatientes de Malvinas.
“El
gobierno de Mauricio Macri cede en la disputa por Malvinas;
entrega
la soberanía de nuestro espacio satelital,
permite
bases militares extranjeras y hasta contrata los servicios de empresas de
Israel para el control territorial”.
Volpe
recuerda que Argentina estaba en el exclusivo club de ocho países que
desarrollaba satélites en el mundo. “Arsat, la empresa estatal, que tenía los
derechos exclusivos para operar y comercializar los satélites comunicacionales
geoestacionarios y ha sido frenada.
Ahora se
contrata empresas extranjeras”, explica.
“Los
drones que estaba fabricando Argentina también se anularon y ahora se compra a
Israel, pero no los drones sino el servicio.
O
sea, Israel recolecta información estratégica sobre nuestro territorio, la
procesa y la envía 24 horas después.
Lo
mismo ocurre con las boyas que estudian nuestro subsuelo marino…
Hay
que alquilarlas a la multinacional Argos”.
Esta
política responde al objetivo de abandonar el Atlántico para orientarse hacia
el Pacífico donde Argentina no tiene costa.
“También
se perdieron los proyectos de Pampa Azul I y II, donde los científicos
argentinos estudiaban los recursos del Mar Argentino.
Macri
abandona el conocimiento”, subraya Volpe.
Como
presidente del Cecim, Volpe anunció la reactivación del Observatorio Malvinas.
Cecim
critica las negociaciones secretas que llevan a cabo Londres y Buenos Aires.
“Hemos
presentado una denuncia penal contra la canciller Susana Malcorra que está en
marcha en la justicia”.
Consideran
que el reconocimiento de los restos de los soldados caídos en Malvinas es muy
positivo pero no se puede canjear por ningún tipo de acuerdo comercial o con el
inicio de los vuelos a las islas
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