"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

viernes, 6 de enero de 2017

"El Buscador es lo Buscado

Ramesh Balsekar.

LA VIDA COMO UNA COMEDIA

En mi estado original de unicidad y plenitud, no sabía siquiera que existía.
Entonces, un día me dijeron que yo había "nacido", que un cuerpo particular era "yo" y que una determinada pareja eran mis padres.
Tiempo después, comencé a aceptar, día con día, la demás información con respecto a "mí", y así creé un escudo de personalidad completa sólo porque había aceptado la acusación de haber nacido, aun cuando estaba totalmente consciente de que no tenía experiencia alguna de ello, de que nunca había consentido en nacer ni en que mi cuerpo me fuera impuesto.
Poco a poco, el condicionamiento se fue haciendo más y más fuerte, hasta que creció a tal grado que no sólo acepté la imputación de haber nacido como un cuerpo particular, sino también el hecho de que, en algún momento, "moriría" y, entonces, la sola palabra "muerte" se convirtió en algo aterrador para mí al aludir a un suceso traumático.
¿Puede haber algo más ridículo?
Después, la gracia de mi gurú me permitió darme cuenta de cuál era mi verdadera naturaleza y de que había sido víctima de una broma descomunal.

Así pues, la ilusión más sorprendente no es tanto la ocurrencia de un suceso conocido como nacimiento-vida-muerte durante un periodo de lo que se conoce como "tiempo", sino la aceptación de una entidad objetiva que se supone que experimenta este acontecimiento conceptual.
Y la ilusión fundamental, lo que hace posible esta quimera, es el concepto de espacio en el cual los objetos pueden extenderse, y el concepto de tiempo (duración) por el cual pueden ser percibidos los objetos extendidos en el espacio.
¿Ahora entiendes por qué dije que la vida es una comedia, una farsa?

Da un paso más y considera en qué medida tu entidad conceptual forma parte de esta farsa.
No sólo eres incapaz de ver que no eres más que un actor que representa determinado papel en esta farsa, sino que supones que tienes posibilidad de decisión y de acción en la comedia (llamada "vida"), la cual, obviamente, debe desarrollarse conforme a un argumento ya escrito.
Y cuando, de manera natural, tienen lugar los sucesos en el orden normal, esta entidad conceptual que es el hombre permite que éstos lo afecten y surge así el sufrimiento.
Es entonces cuando piensa en la "esclavitud" y en la "liberación".

La liberación radica en ver la vida como una farsa, en darse cuenta de que uno (ese Yo exento de toda objetividad) no puede ser una entidad de ningún tipo, con una forma y un nombre.
Liberación es la apercepción de que los objetos sensibles son parte de la manifestación de la fenomenalidad total, que no hay identidades independientes, que lo que Yo soy es la sensibilidad presente en todo objeto sensible, la presencia consciente como tal.
Liberarse es, pues, darse cuenta de que Yo, el Absoluto, en mi expresión fenoménica, soy sólo movimiento (ver, oír, sentir, gustar, oler, pensar) sin la presencia de ningún actor individual.
¿Entiendes ahora por qué "sufres"?
Porque eres víctima de una identificación equivocada.
O, mejor, porque has aceptado una identidad que es, a todas luces, ¡falsa!"


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