Que
el Presidente de la Nación Argentina, Mauricio Macri, se esconda el Día de la
Bandera
es un acto de cobardía
inexcusable.
Luego,
es además confesión de falencias de gestión y torpeza política.
Resulta
inadmisible que no se pueda garantizar la seguridad del Presidente para la
realización de un acto tradicional de contenido patriótico.
Lo
que acaso sea, la prueba irrefutable del fracaso de la gestión en materia de
seguridad interior.
No
sé si Argentina logrará hoy ser catalogado como "país emergente", pero sin dudas es un país inseguro desde
que ni el propio Presidente puede desarrollar sus actividades protocolares con
normalidad.
No
corresponde hablar de una situación de hecho en la que se encuentre garantizado
el estilo de vida propiciado por la Constitución Nacional, que es el significado
de "seguridad interior", si el Presidente y Comandante en Jefe de las
FF.AA. se retrae de homenajear a la Bandera intimidado por la posible acción de
izquierdistas que tanto aborrecen a los símbolos patrios como al estilo de vida
propiciado por la Constitución Nacional.
Si
el Ministerio de Seguridad de la Nación que conduce Patricia Bullrich, a pesar
de tanto slogan para luces de neón como "Argentina
sin narcotráfico" y "Fronteras
seguras", no puede evitarle al
Presidente el papelón de exhibir su cobardía, es claro que el supuesto plan de seguridad no es tal sino una
chantada total.
Ante
la evidencia de la indefensión e inseguridad de la Argentina, termina uno por
"agradecer" que sean potencias extranjeras las que realmente se harán
cargo de su seguridad y la nuestra durante la realización del G-20.
El fracaso de la
seguridad está claramente expuesto.
Lo
que no queda tan claro es el balance entre fallas de Inteligencia y torpeza
política para que la decisión presidencial de bajarse del acto se tome a último
momento y sin la cobertura de una argumentación decorosa.
Porque
en este punto caben distintas hipótesis, que voy a reducir a dos:
1.-
Inteligencia no informó, o no lo hizo oportunamente.
2.-
Inteligencia informó pero no se tomaron las decisiones que correspondían.
En
cualquier caso, se ratifica que el gobierno de Mauricio Macri no tiene
incorporado como práctica institucional el uso de Inteligencia, por lo que prevalece la "prueba y
error" por sobre el proceso racional que antecede la toma de
decisiones.
Responsabilidad,
pero quizá no culpa, de Gustavo Arribas.
La
torpeza política de CAMBIEMOS arranca de no asumir la razón por la que llegó al
poder.
El anhelo de
cambio era radical, un marcado giro y no leves correcciones de rumbo.
Era
CAMBIEMOS, no Kontinuemos...
La
estirpe progre y pusilánime del PRO y la UCR prevaleció en CAMBIEMOS, negándose
a dar la batalla cultural contra la izquierda.
Aquello debió
empezar por demoler todo el aparato
de propaganda y control social montado por el kirchnerismo, sin hacer ninguna
concesión a la violencia de los que pretenden retrotraer el país al proyecto
totalitario abortado en las urnas en Diciembre del 2015.
El
zurdaje, en cualquiera de sus disfraces, no es democrático.
No
se debe tolerar que recurran a la violencia y la intimidación como modo de
hacer política.
Voy
a decirlo claramente:
La
batalla cultural contra la izquierda, más
allá de lo intelectual, necesita
también de palos en las calles cuando quieren ganarlas con violencia…
Para hacerles
acatar el estilo de vida propiciado por la Constitución Nacional.
Y
si no les gusta, que se vayan a Cuba o Venezuela, dictaduras en las que serán
felices con los reputados logros del comunismo.
Andando
el camino de tirar flores al río para homenajear terroristas,
hacer
ley la mentira de los 30.000 desaparecidos
y
homenajear a Carlos Marx (por citar sólo algunas de sus tantas genuflexiones
ante la izquierda totalitaria que atenta contra la democracia y la civilización
misma),
se
ha llevado al Presidente a obrar como un cobarde.
¿Lo
es?
El
día de hoy parece pintarlo como tal....!!!
Presidente
Julio Argentino Roca, un patriota que engrandeció a la Nación Argentina.
El
10 de Mayo de 1886 recibió un piedrazo en la frente cuando iba al Congreso a
inaugurar
el período de sesiones, cosa que igualmente hizo.
¿Alguien
se imagina al Presidente Julio Argentino Roca escondiéndose de un montón de
inútiles que fueran a chiflarlo?
Ahí
tiene un ejemplo que intentar emular el Presidente Macri, en vez de prestar
atención a la caterva obsecuente que lo expone a la indignidad.
Roca
es siempre la respuesta, siempre al frente, siempre con la frente en alto.
¡Viva
Roca, carajo!
Aprendan
tibios de mierda.
No
debo, no puedo, ni quiero, dejar de señalar el contraste ente un Presidente que
se borra del acto por el Día de la Bandera, alegando falta de seguridad, con la
situación de aquellos que son presos políticos por haber defendido esa misma
Bandera en la guerra.
Algunos
de esos hombres en dos guerras.
Quisiera
encontrar argumentos para, preservando la investidura presidencial, no acusar
de cobardía al Presidente Mauricio Macri.
Y
apenas por respeto a esa investidura prefiero dejar la duda.
Ariel
Corbat, La Pluma de la Derecha
www.plumaderecha.blogspot.com
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