En
el año 279 antes de Cristo, el General Pirro, Rey de Epiro, le ganó por segunda
vez una batalla a los romanos en Ausculum a un costo elevadísimo.
En
función de esta batalla se hizo famosa la frase "morir a lo Pirro".
¿Valía
la pena ganar a un costo tan elevado ?
El
propio Rey Pirro afirmó que, si hubiera otra victoria como esa, él volvería a
Epiro sin un solo hombre.
Cuando
veo personas agrupadas en los denominados "piquetes", cortando las
calles, generando un caos en la ciudad y con el teórico objetivo de reclamar
por una economía mejor, por la generación de empleo y por el aumento en valores
y cantidades de planes sociales, me pregunto que si los organizadores evalúan
que están matando la única posibilidad para que todos sus reclamos puedan ser
atendidos.
Sin
saberlo -o sabiéndolo, lo que es mucho peor- los piquetes generan exactamente lo contrario de lo que defienden.
La
economía argentina está mal, y en los próximos meses continuará estando mal.
Para
generar empleo en el mediano plazo, precisamos de inversiones locales y del
exterior, y aumentar las exportaciones para, a pesar de las retenciones,
aprovechar un tipo de cambio más competitivo.
Los
activos argentinos están baratos en dólares y muchos inversores del exterior
están haciendo cuentas…
Pero
cuando un inversor ve que un grupo minoritario de personas tienen el poder de
cortar durante 7 horas la Avenida 9 de Julio, el centro de la capital del país,
y que
en el año 2017 hubo 14 piquetes promedio por día, simplemente eligen otro destino para sus inversiones.
Si
atraemos inversiones productivas que contraten mano de obra, quien tiene empleo
consume más, las empresas precisarán entonces aumentar su producción para
atender esta demanda y para esto, también precisarán más mano de obra, el
Gobierno aumentará la recaudación merced el aumento de la actividad económica,
y cuando la industria produce más, crece también la mano de obra indirecta, que
también consume más y así el país entra en círculo virtuoso de crecimiento y
generación de empleos
Los
piquetes matan la creación de empleo y la realidad es que sin empleos y sin
recursos en el Estado, es imposible aumentar la cantidad, calidad y valor de la
ayuda social.
Veamos
este otro dato.
El
economista Roberto Cachanosky realizó un estudio en el que se observa que al 201 había 17.589.458 personas que
dependían del Estado, incluyendo jubilaciones y pensiones. Este número no
incluye los 3.200.000 de empleados públicos, nacionales, provinciales y
municipales.
La cuenta no
cierra por ningún lado.
Según
el mismo economista, hay registrados en el Ministerio de Trabajo 6.200.000
millones de empleados
Dicho de otra
forma, 6.2 millones de trabajadores tienen que generar actividad económica para
20 millones de personas.
La
única forma de salir de este problema es aumentando la cantidad de empleados
para que mejore la proporción respecto de jubilaciones, subsidios, planes,
asignaciones y empleados públicos.
La industria
argentina tiene capacidad ociosa.
Si
conseguimos aumentar la producción, generaremos más empleo y aumentaremos
también la competitividad del producto nacional porque las fábricas podrán
producir mayor cantidad de bienes con el mismo costo fijo.
A
modo de ejemplo, tenemos potencial para aumentar la exportación de varios
productos mediante algunas gestiones estratégicas de nuestra Cancillería y de
la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional.
Un
estudio de la Universidad Nacional de San Martin determinó que si Argentina
exportara 1.000.000 de toneladas de harina de trigo (hoy exporta 650.000
toneladas año), se generarían 3890 puestos de trabajo, el Estado recaudaría
$672 millones (sin incluir el aumento de consumo de los nuevos trabajadores y
sin contar el valor de las retenciones a las exportaciones) y el aporte de
agregación al PIB sería de 0,03%
Según
Marcelo Perassi de la Cámara de Avicultores de Argentina, si se le diera media
docena de huevo en polvo por mes a cada uno de los beneficiados por planes y
asignaciones, esto demandaría inversiones por U$S 100 Millones y la
contratación inmediata de 350 personas directas.
Esto
sin contar que darle proteínas a quien no come bien ayudaría para el desarrollo
cognitivo.
Por
último, y para desarrollar apenas tres ejemplos de muchos que existen, si la
Cancillería Argentina consiguiera colocar en la pauta de negociaciones con
Brasil, que nuestro vecino equipare dos de los cinco tributos que pagan las
autopartes argentinas para ser importadas en Brasil con lo que paga el mismo
producto localmente en Brasil (llega a ser el doble), aumentaríamos
considerablemente la exportación de autopartes, sector fuertemente deficitario
para nuestro país en la balanza comercial con Brasil y cuyo aumento de las
exportaciones podría generar al menos 500 puestos de trabajo, solo con el
mercado brasileño.
Para terminar con
los piquetes
El
Articulo 14 de la Constitución Nacional determina que "todos los
habitantes tienen derecho de entrar, transitar y salir del territorio
argentino".
Además
de la mención en la Constitución, este es un derecho fundamental reconocido por
el Artículo 22 del Pacto de San José de Costa Rica.
Pero lo cierto es
que el Estado quedó rehén de su modelo al haber delegado la función de
administrar la ayuda social en punteros políticos que distribuyen
la ayuda a cambio de apoyo (inclusive apoyo para reclamar contra el propio
gobierno que les brinda la ayuda social).
Comparto
algunas propuestas que el Estado podría considerar para que los piquetes puedan
desarrollarse en libertad, pero sin el impedir el tránsito de los ciudadanos
argentinos (mi agradecimiento a varios usuarios de Twitter que han aportado
algunas de estas ideas cuando comencé a discutir el tema en la red social).
-Que
sea exigida que la documentación de los micros que transportan a los habitantes
que deseen reclamar en la vía pública, para comprobar que esté en regla. Esta
exigencia debe incluir el VTV, estado del vehículo y brindar seguridad para los
pasajeros.
-Que
sea prohibido el estacionamiento en la vía pública y los micros sean multados,
como serían multados nuestros vehículos si decidimos estacionar un día
laborable en la Av. 9 de Julio
-Verificar
el estado de legalidad en nuestro país de los extranjeros que participen de los
piquetes y advertir a los mismos que su conducta no respeta un derecho
Constitucional. Si repite su participación, se lo puede retirar del país por
incumplimiento de la ley.
-Es
fácil saber quien participa en un piquete, ya que los organizadores pasan lista
para tomar presencia. De comprobarse que quien participa está siendo pagada
para hacerlo, el Estado podría retirarle la Asistencia Social. Si tiene
ingresos no necesita de plan social.
-Por
último, si los piquetes generan un daño al patrimonio público o privado,
debería utilizarse el Artículo 1762 del
Capítulo 8 del Código Civil y Comercial de la Nación Argentina que dice :
"Actividad peligrosa de un grupo. Si un grupo realiza una actividad
peligrosa para terceros, todos sus integrantes responden solidariamente por el
daño causado por uno o más de sus miembros. Sólo se libera quien demuestra que
no integraba el grupo".
Cambiar la
estrategia para obtener resultados diferentes
En
1680, el Ejército francés creaba la Compañía de Granaderos y, para mantener la
simetría en batallón, se creó un cuerpo ligero de soldados que tuvieron su
formación oficial en las Ordenanzas del año 1728 donde por primera vez se
definió la palabra piquete:
"En
cada batallón habrá un grupo de personas compuesto por un Capitán, un Subteniente,
dos Sargentos y 50 hombres con un tambor".
El
objetivo era atacar al enemigo hasta que llegue el batallón principal.
Los
piquetes están siendo utilizados al estilo francés por quienes se denominan
líderes de organizaciones sociales, con
el único objetivo de presionar a un Gobierno que permite que, quienes desean
trabajar, no puedan hacerlo.
El
día que los organizadores de piquetes entiendan que si realmente quieren
trabajo para sus bases, deben cambiar la estrategia, podremos pensar en tener
una Argentina mejor.
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