"Las
elecciones me pondrán en la disyuntiva de elegir entre ladrones y chambones,
pero no será un problema, porque mi religión
me impide votar ladrones".
Un
oyente citado por Héctor M. Guyot
Antes
que nada, mi profundo agradecimiento a los muchísimos compatriotas que
asistieron, el martes pasado, a la presentación del P.A.D. y, en especial, a
quienes participaron del debate y ofrecieron su colaboración, incluyendo a
muchos del interior del país que no pudieron llegar, y pido mil disculpas a
todos aquéllos que no consiguieron ingresar al recinto por falta de espacio pero
tuvieron la enorme gentileza de escuchar desde afuera.
A
partir de ahora, los esfuerzos estarán enderezados a obtener la simple
conformidad de 4.000 porteños para que se constituya como partido en la ciudad;
mientras tanto, puede solicitar el envío de la plataforma a
AusteridadyDecencia@gmail.com.
Ahora
sí, a los hechos.
Y
los dos más políticamente relevantes, sin ignorar la ruptura de Cambiemos en la
Provincia de Córdoba, fueron sin duda la
insólita e ilegal presentación del Juez Alejo Ramos Padilla ante la Comisión de
Libre Expresión de la Cámara de Diputados, y el viaje de Cristina Elisabet
Fernández a Cuba para, según dijo, acompañar a su hija Florencia Kirchner
durante su internación médica en la isla.
El
magistrado federal de Dolores, pese a que la causa se encuentra bajo secreto
del sumario por su propia decisión, expuso cínicamente ante los legisladores
que integran una comisión ajena al tema, las supuestas pruebas de la presunta
red de inteligencia ilegal que investiga.
Su
confesa pertenencia a Justicia Legítima, la organización que el kirchnerismo
parió mientras intentaba la "democratización" del Poder Judicial, se
suma a su clara incompetencia, toda vez que los eventuales delitos se habrían
cometido en la Capital Federal, y desnuda la maniobra de los procesados en la
"causa de los cuadernos" para embarrar la cancha y, si resulta
posible, desplazar al Juez Claudio Bonadio y al Fiscal Carlos Stornelli,
quienes terminarán por llevarlos a todos a la cárcel.
El
otro acontecimiento llamativo fue la salida del país de la ex Presidente.
Las
redes sociales explotaron ante la posibilidad de una fuga, ya que la dictadura
comunista caribeña no ha firmado un tratado de extradición con la Argentina; a
riesgo de equivocarme malamente, desde ya aclaro que descreo que ese sea el
motivo del viaje.
Por
el video que grabó para difundir su preocupación por la salud de su hija y
culpar a la Justicia por la "persecución feroz" que le ha provocado
estas complicaciones psicológicas, pienso que otra es la razón.
Me
parece que, convencida que la muerte de su marido en 2010 fue el factor que
permitió su reelección al año siguiente, está intentando reemplazar el mágico
luto del vestidito negro por las irreprimibles lágrimas de una madre
acongojada.
Eduardo
Valdez, el ex Embajador ante el Vaticano reconvertido en su vocero, explicó a
la prensa que Florencia padece de ataques de pánico, producto de su temor a ser
detenida en cualquier momento; sería razonable que los padeciera, ya que es la
única de la familia que carece de fueros.
Pero
no atribuyó, claro, ninguna responsabilidad a Cristina por ello.
Olvidó
así que a la joven no sólo se le encontraron inexplicables US$ 5 millones en
efectivo, sino que sus padres, como tantos otros de estos delincuentes hicieron
con sus hijos (por ejemplo, Julio de Vido, Lázaro Báez o Cristóbal López), la incluyeron en los directorios de las
empresas a través de las cuales lavaban dinero.
Claramente,
no hay un acoso judicial sino, meramente, varias causas judiciales en las que
está siendo investigada por delitos comunes.
Hay
preguntas que están flotando en el aire, y que Bonadio insiste en no responder:
¿Quién
autorizó a Florencia a salir del país?, ¿no existe, en su caso, el peligro de
fuga?
Sospechosamente,
tanto él como sus colegas también ignoran el reclamo ciudadano para que citen a
prestar declaración a Enrique y Sebastián Eskenazi y a Jorge Brito, a quienes
se continúa extrañando en Comodoro Py; ¿por qué será que los protegen tanto?
Hubo
otro hecho que, si no fuera tan lamentable, sería de una comicidad inigualable:
La anunciada
candidatura presidencial del ex Gobernador Daniel Scioli, el mayor
saqueador que recuerda la Provincia de Buenos Aires.
Los
muertos y damnificados por las inundaciones de La Plata,
el
sideral crecimiento de las villas de emergencia en el Conurbano,
la
proliferación de la droga durante su gobierno,
y
la inusitada riqueza que se le atribuye en Balcarce, Carmelo (ROU)
Estados
Unidos e Italia debieran recomendarle cultivar un bajo perfil;
tal
vez, su lanzamiento se deba, precisamente, a la alta probabilidad de su pronto
encarcelamiento.
El
cambalache político argentino, como se ve, da para todo, hasta para que Roberto
Lavagna, pretendiendo que olvidemos su pasado, se ofrezca como la gran
esperanza del peronismo, siempre
propenso a indultar a los peores ladrones.
Bs.As.,
15 Mar 19
Enrique
Guillermo Avogadro
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