Por Edgardo R. Moreno
Los
allegados a Cristina le insisten con una alternativa:
Explorar un acuerdo de
amnistía con el peronismo federal.
La
Corte Suprema de Justicia le envió un mensaje inconfundible a la Casa Rosada.
Sólo reconocerá
como interlocutor del Presidente Macri a su mano derecha, Marcos Peña.
Ni
la “mesa judicial” que formó el oficialismo y celebró el reemplazo de Ricardo
Lorenzetti por Carlos Rosenkrantz; ni el ministro de Justicia, Germán Garavano.
Garavano
declaró días atrás que le afligiría la conformación de una mayoría peronista en
la Corte, pero la objeción en su contra es por motivos menos opinables.
La
condena a los ex fiscales Eamón Mullen y José Barbaccia en la causa por el
encubrimiento del atentado a la Amia lo dejó expuesto en una decisión
controvertida:
Hace
un año ordenó que el Estado desistiera de la acusación.
El
jefe de Gabinete admitió el pedido.
Aunque
habló con los jueces de cuestiones presupuestarias, la próxima novedad que
saldrá de la Corte tendrá un impacto político inmediato.
El
viernes 22 resolverá sobre dos procesos electorales en curso:
Río
Negro y La Rioja.
De
modo que la visita de Peña quedará -para fruición de los suspicaces- en medio
de un cronograma inaugurado por el susto del macrismo en Neuquén y su fractura
en Córdoba.
Los
casos de Río Negro y La Rioja no son iguales.
Ni
en lo jurídico, ni en sus consecuencias políticas.
El
gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck, convocó a elecciones provinciales
para el 7 de abril próximo.
Busca
la reelección, pero su candidatura ha
sido impugnada.
Comenzó
su primer mandato asumiendo en las primeras horas de 2012, tras la muerte de
Carlos Soria.
El
macrismo incurrió en el caso Río Negro en la misma ambivalencia de Neuquén.
Su
estructura provincial recurrió a la Corte reclamando el caso federal, pero la
Procuración General de la Nación opinó al revés.
Un
fallo en contra de Weretilneck acrecentaría las posibilidades del candidato
kirchnerista, Martín Soria, hijo del gobernador fallecido e intendente de
General Roca.
Soria
ya estuvo con Cristina en el Instituto Patria y le anticipó un triunfo en la
provincia que representa en el senado Miguel Pichetto.
En
la Corte recuerdan que el caso tiene un precedente.
Fue
el que suscribió Ricardo Lorenzetti en un planteo de Gerardo Zamora, ex gobernador
de Santiago del Estero.
Con
el fallo en contra, Zamora puso de candidata a su esposa.
En
La Rioja no se discute una interpretación de la constitución provincial sino
una reforma de facto, que pergeñó el gobernador Sergio Casas con un plebiscito
amañado para reelegirse.
Si
la Corte rechaza la validez del referéndum, festejará el candidato radical,
Julio Martínez.
Confía
en el albur de que persistan las divisiones del peronismo, entre Casas y el ex gobernador
Luis Beder Herrera.
Los
antecedentes -dicen en la Corte- pueden ser premonitorios.
Los jueces Juan
Carlos Maqueda y Horacio Rosatti fueron constituyentes nacionales en 1994.
Todo
hace presumir que rechazarían el destrato constitucional imaginado por Casas
para reelegirse.
Como
esta secuencia electoral no le dará descanso al sistema político hasta el
recambio institucional del 10 de diciembre, la Casa Rosada recibió con alivio
las novedades del Fondo Monetario, que garantizó un programa de desembolsos
apto para calmar ansiedades en el mercado cambiario.
En
plan de restaurar expectativas, el ministro Nicolás Dujovne contrastó el alto
índice de inflación de febrero con el primer bimestre de superávit primario en
los últimos siete años.
Es
la apuesta que sostuvo Macri al inaugurar sesiones en el Congreso.
Con
un presente duro para exhibir, conviene señalar con mayor intensidad la certeza
del rumbo.
Mientras
el oficialismo reaccionaba de este modo a la aceleración política que desató la
disputa electoral por Vaca Muerta, la ex presidenta Cristina Kirchner
sorprendió con un viaje a La Habana que despertó al menos dos incógnitas.
La
primera se relaciona con el escenario judicial.
El traslado de
su hija a Cuba, alegando razones de salud, puso en evidencia la gravedad de las
complicaciones que enfrenta en tribunales.
Florencia
Kirchner está involucrada, sin la protección de fueros parlamentarios.
La
segunda es que abrió de nuevo un espacio para la especulación sobre su
candidatura.
Vocero
de esas vacilaciones fue esta vez el bergoglista
Eduardo Valdez.
Pero
en Valdez la conclusión riñe con la premisa:
No
son las complicaciones judiciales las que conspiran contra la candidatura de la
ex presidenta.
El fuero de
candidata es hoy la única solución que Cristina tiene a mano para eludir una
condena.
Sus
allegados le insisten con una alternativa.
No
es otra que explorar un acuerdo de amnistía con el peronismo federal.
Le
recuerdan que ésa sería una gestión en la que podría converger con el grupo de
empresarios procesados en la causa de los cuadernos.
Las
declaraciones del ex ministro Roberto Lavagna aclarando que no haría campaña
hablando de corrupción alentaron los susurros en oídos de Cristina.
Lavagna
tiene una complicación propia.
Espera ser
ungido como candidato del peronismo federal sin pasar por el filtro de una
interna.
Ocurre
que en ese espacio, la primaria es una garantía de poder para los gobernadores,
con una única fórmula que los convence.
Se
la explicó a Lavagna el cordobés Juan Schiaretti:
Varios
candidatos presidenciales en pugna, con lista de legisladores nacionales
unificada por provincia, al mando del jefe distrital.
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