"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

martes, 18 de junio de 2019

¡¡¡Coraje y pampero!!!



 El capitán inglés Pophan con 100 hombres de guarnición, con todos sus enceres de campaña, se embarcaron en el “Justina”, barco mercante de 26 cañones.
Este destacamento del cuerpo de Santa Elena era una adición valiosa, pues la mayoría de ellos eran artilleros y tiradores excelentes, para la excursión militar que se pretendía desarrollar en el Virrey nato del Río de la Plata.
Su vasta experiencia y pericia, le permitieron el 12 de Agosto de 1806, encontrar un canal en el río, que lo dejó muy cerca de Retiro.
Su capitán, entusiasmado ordenó fuego a discreción sobre la ciudad.
Tanto fuego y tanto entusiasmo produjeron serios destrozos pero no se percataron de la bajante que se aceleró al darse vuelta el viento y comenzar a soplar el Pampero de manera sostenida y creciente.

El capitán ordena virar a barlovento e izar las velas para ganar velocidad.
Liniers, advierte que al girar perderá su capacidad de fuego, ordena elevar el pequeño cañón y abrir fuego hasta darle a su palo mayor el que queda dañado.
Esto limita aún más sus posibilidades de maniobra y el viento y el río hicieron lo suyo:
El buque quedó varado a más de 30 grados.

Liniers, le asigna al alférez de 21 años, Martín Miguel de Güemes, la tareas de comunicarse con Pueyrredón y que rodeen el buque para impedir que fugue,
Güemes, jinete avezado y luchador aguerrido, sin consultar con sus jefes, ni pedir autorización, (consideró que el tiempo era el mayor elemento a su favor) reúne a los 50 Húsares mejor montados y bien armados y se larga a galope tendido, con los caballos, resoplando y bufando, aguas adentro, a tiro limpio.
Pophan entiende que la defensa es imposible por lo que inmediatamente iza una bandera blanca y rinde su buque a un muchachito enjuto, de acento extraño y fuego en la mirada.

No se conocen antecedentes de un buque rendido a un ataque de caballería.
Menos aún, cuando el mismo contaba de 26 cañones y 100 soldados con toda su oficialidad, y se rindió a una tropa de caballería, con 50 soldados comandados por un alférez de 21 años.

Se habían unido el viento pampero y el coraje de quien con el tiempo se sabría estaba determinado a llevar su Patria a la Libertad…

No hay comentarios: