Uno se quedó a contestar preguntas, el
otro se fugó y dejó al tren fantasma...
Sergio
Massa ratificó que será candidato y llama a un gran acuerdo contra Mauricio
Macri
Por
Rubén Lasagno
Patético
el rostro de Sergio Massa cuando ayer a la tarde se acercó al atril, preparado
de apuro, a fin de empardar la jugada de Macri, quien, unido con Pichetto, lo
tenía al peronista hablando ante todos los medios, anunciando su acompañamiento
como Vice en la próxima elección para la presidencia y respondiendo preguntas.
Cuando
todos esperábamos que Massa hiciera lo que ya hacía varios minutos estaba
llevando a cabo, Pichetto en otro lugar de la ciudad (anunciar la anexión al
kirchnerismo y responder preguntas), la pantalla partida nos mostraba a un
Pichetto respondiéndole abiertamente a la prensa por su alianza a Cambiemos y en el otro lado un incómodo Massa,
serio, desencajado, hizo una breve presentación sobre la necesidad de
armar un gran frente opositor y cuando nos aprestábamos a escuchar sus
argumentos, el tigrense salió disparado de la pantalla, dejó solo el atril, el
micrófono y se fue.
Acto seguido
entró el tren fantasma kirchnerista encabezado por Gioja y todo quedó reducido a una
imagen patética, que causó más gracia que atracción y más desazón (por lo hecho
por Massa) que tranquilidad.
Sin duda la
jugada del gobierno nacional fue letal para el kirchnerismo y fundamentalmente
para Sergio Massa,
quien ahora queda “pegado” a lo peor de la argentina, sin haber logrado juntar
las partes del peronismo y ponerse como líder.
Hoy,
el tigrense resolvería su vuelta al kirchnerismo, pero ayer el gobierno
nacional le arrebató el centralismo en la agenda pública y lo devaluó enormemente.
Ya
sin la expectativa de “como jugará Massa”, hoy la historia se debate en “Por
qué jugará Massa”.
Hasta ayer el
tigrense imponía condiciones para integrar una alianza con lo peor de la
política nacional en los últimos 30 años
y la negociación pasaba por no quedar subsumido dentro del kirchnerismo, sino yendo como Frente Renovador a disputar
en unas PASO la candidatura de Fernández-Fernández, algo que Cristina no
aceptará y mucho menos ahora que Massa
está prácticamente obligado a agarrar “lo que le den” y no lo que fue a
buscar.
Casi
con seguridad Sergio Massa va quedar absorbido por el kirchnerismo residual,
hoy transformado en esa foto patética que vimos ayer en el atril, de personas
desalineadas empujándose como muñequitos alrededor de Gioja para entrar en
cuadro y hablar dos minutos en el micrófono…
Seguramente
va a conformarse con una diputación y allí terminará la historia de este
“renovador” que alguna vez soñó con llegar a la presidencia del país.
Ayer el gobierno
nacional hizo una jugada cuyos efectos se pudieron ver en el rostro de Sergio
Massa en los pocos segundos que duró su aparición en cámara, antes de
correrse y dejarle el micrófono a un Gioja, más para la jubilación que para la
política y al tren fantasma que se alineó a su lado para decirle a la
ciudadanía:
“Aquí
estamos, somos la renovación y venimos de parte de Cristina a abrazar a Sergio
y decirle que este es un espacio del cual nunca, verdaderamente, se fue”.
Hoy
Sergio Massa prácticamente no tiene otra opción que aliarse con CFK.
Ya
no puede volver, cruzó el punto de no
retorno.
Atrás
el Peronismo Federal que él mismo dinamitó tomó una decisión y le sacó las
bases de sustentación a su pretendida carrera a la presidencia por la “ancha
avenida del medio”.
Adelante,
Cristina lo espera rememorando las estrofas del tango “Volver”, solo que esta
vez, además del Frente marchito de Sergio Massa, el ex hombre fuerte del cambio
argentino vuelve por lo que queda y le quieran dar.
(Agencia
OPI Santa Cruz)
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