Damián
Pachter es el periodista argentino-israelí quien, en 2014, fue el primero en
dar a conocer, mediante un tuit, la muerte de Alberto Nisman.
Por
ello, según lo relata en esta entrevista, tuvo que huir de su país, pues puso
en apuros al gobierno argentino que considera el culpable del asesinato del
fiscal encargado de la investigación del atentado contra la AMIA.
Pachter
nació en Argentina.
Cuando
tenía 11 años, su familia se trasladó a Israel, donde él cursó sus estudios e
hizo su servicio militar, antes de volver a su país de nacimiento, dónde se
volvió periodista.
Para
este joven, todo inicia, cuando Nisman presenta la denuncia en la que acusa a
la presidenta y a varios funcionarios del gobierno por encubrimiento a favor de
Irán, país que es, según la justicia, responsable de la planeación y de la
ejecución del atentado de la AMIA.
Esta
noticia tuvo un impacto enorme.
Durante
4 días, Nisman apareció en público, donde explicó los pormenores de la
denuncia.
Tras
`presentar la denuncia, es llamado a una audiencia ante el Congreso para el
lunes 19 de enero en la tarde.
“A
las 11.00 de la noche del domingo 18 de enero, mientras estaba yo repasando su
denuncia” dice Pachter, “una fuente me pasa el dato de que el fiscal
Nisman está muerto, en un charco de sangre, en su departamento”.
“Me
tomé un tiempo para corroborar la información y a las 11.35 envié un tuit a
modo de alerta de que había un incidente en la casa del fiscal”.
Tras
interrogar con más detalle a su fuente, treinta minutos después, a las 12:08,
envió otro tuit confirmando que Alberto Nisman estaba sin respirar, en un
charco de sangre y con médicos presentes.
Inmediatamente,
hubo una respuesta muy importante en Twitter y el rumor se fue expandiendo.
“Estamos
hablando de un fiscal que presenta una denuncia contra la Presidenta y cuatro
días después, es encontrado en su baño con un tiro en la cabeza”, dice el joven
periodista.
Inmediatamente
después, corrió la versión oficial según la cual Nisman se había suicidado
porque no podía sostener el peso de su denuncia con hechos y pruebas.
“Cosa
que no tenía ningún sentido, porque Nisman llevaba diez años investigando el
tema y era el mayor conocedor de la filtración iraní en Argentina y América
Latina,
Es
decir que, días antes del “Día de su vida” dijera “No tengo nada” y se pegara
un tiro en la cabeza.
Teniendo
en cuenta que el que más se veía afectado era el gobierno argentino, Pachter
estima que “la orden del asesinato vino de allí”.
Hubo,
según el periodista, “un error de cálculo”, pues el gobierno pensaba presentar
la noticia de otra forma, y el tuit temprano de Damián hizo imposible presentar lo sucedido como un suicidio.
El
gobierno pensó que podría seguir adelante como sin nada.
El
año era electoral y las encuestas decían que el candidato del gobierno iba a
ganar.
Sentían la
impunidad
que sólo un gobierno que ha estado 10 años puede sentir, con todos sus funcionarios que le son fieles en todos los estratos
del Estado, sobre todo en el Poder Judicial”.
Mi
escenario es que iban a desacreditarme en los medios de comunicación que
respondían al Gobierno, que iban a utilizar mi condición de judío e israelí
para hacerlo, pues eran típicas en Argentina las teorías de conspiración,
fogoneadas desde el Gobierno, que dicen que los judíos están atrás de todo..
Cuatro
días después, Damián recibe una llamada de una de sus fuentes, que vivía fuera
de la ciudad, diciéndole en clave que lo vaya a visitar.
Entiende
el periodista “la indirecta” y entiende que algo está pasando.
Decide
“desaparecer” durante tres días, deja su coche estacionado frente al Buenos
Aires Herald donde trabaja, y sale de la capital.
Llega
a provincia temprano y se sienta en un café, en una estación de servicio.
Allí
hace su aparición un personaje sospechoso que se sienta a su izquierda, sin
pedir nada durante dos horas.
Al
llegar su amiga, reconoce al hombre: “Es un agente de inteligencia del
Gobierno”
Entendí
que estaban atrás de mí y que todo era más grave de lo que pensaba.
Dije:
Ya no tengo qué hacer aquí y compré dos boletos: uno a Uruguay, de ida y
vuelta; y otro de Uruguay a Israel, vía Madrid”.
Damián
se despide de su madre en el aeropuerto.
Mientras
está volando hacia Madrid, el Gobierno publica, a través de su cuenta oficial,
los datos de su vuelo.
¿Acaso
era para aterrorizarlo?
Damián
piensa diferente: “Me querían torturar y luego matarme. Por eso salí del país”.
Cuando
llegó al aeropuerto Ben Gurión, Damián llevaba días sin comer ni dormir.
Al
bajar su mochila de la espalda, baja el fardo del miedo y del dolor:
“Israel
es el mejor país para un judío perseguido”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario