El
riesgo de gobernar con la mafia
Por
Darío Lopérfido
En
estos días el disparate argentino estuvo en su plenitud y una gran cantidad de
cosas llamaron la atención.
Existen
situaciones de una gravedad inusitada y el Gobierno festeja idioteces o
proclama cosas que a los dos días cambian.
Mientras tanto,
los militantes de ese sindicato del crimen de nombre kirchnerismo festejan
alegremente las bobadas.
La
única preocupación del militante kirchnerista consiste en hacer lo que sea para
bombardear los procesos judiciales de CFK y los de algunos de los millonarios
que están en prisión, además de asegurar sus respectivos conchabos.
Cuando un
kirchnerista habla de su preocupación por la pobreza siempre está hablando de
su pobreza y la de su familia.
La
del resto de la población, le importa poco.
Por algo lo
primero que hicieron, con total descaro, fue eliminar el decreto del gobierno
anterior que prohibía que hubiera familiares ocupando cargos públicos.
Si
al peronismo le quitan la posibilidad de tener varios familiares en la
administración pública, le quitan gran parte de su razón de ser.
Tener
a toda la prole viviendo del Estado es de las pocas cosas que se toman
seriamente.
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