Por: Lic Federica Martínez Garro
Santa Cruz recibió 5 mil millones de
pesos por el Covid-19
¿Hay relación entre los fondos remitidos
y la calidad de inversión realizada?
¿Podemos decir que la salud en Santa
Cruz está en terapia intensiva?
¿Desde cuándo?
¿Nos asombra la falta de previsión que
evidencia la situación provincial ante la pandemia que desde el mes de marzo
tiene en vilo a los argentinos?.
Estas preguntas pueden tener varias
respuestas, según quién sea el interlocutor.
Lo
que seguramente poco se podrá discutir, es la afirmación que reza que el
COVID-19 desnudó descaradamente cómo está el sistema sanitario provincial.
¿Cómo
estamos?
Si nos atenemos a la frialdad de los
números, montos y cifras de miles de pesos que llegaron a la provincia para
afrontar el virus, la nota publicada por OPI el pasado 9 de agosto bajo el
título “Santa Cruz recibió 5 mil millones de pesos por el COVID-19”, da un
panorama completo al respecto.
Entonces ahora, ese mismo interrogante
se lo trasladamos a los trabajadores de la salud pública, quienes son los que
están en la trinchera diaria y afrontan necesidades y carencias.
Pongamos la mirada puntualmente en la
capital de Santa Cruz.
En el Hospital Regional de Río Gallegos
(HRRG) que inaugurara Néstor Kirchner allá por 1995.
Uno de los puntos críticos que observan
minuto a minuto todos los especialistas del mundo, los presidentes y los
gobernantes es la ocupación de las camas, fundamentalmente las de Terapia
Intensiva.
¿Qué
podemos decir sobre la Unidad de Terapia Intensiva del HRRG?.
Primeramente, que sus integrantes
trabajan a destajo con lo que tienen. Y aquí nos quedamos.
Respecto de los recursos materiales, nos
remitimos a la información oficial del 24 de julio.
Ese día, el doctor Ignacio Suárez Moré,
secretario de Estado de Salud Pública informó a través de un parte emitido por
el Gobierno que la cantidad de camas en terapia intensiva, “tanto en el ámbito público como
privado está dentro de lo aceptable y ronda en el 40% lo que nos da cierta
tranquilidad”.
Y aseguró: “Quédense tranquilos que el
sistema de salud y el Hospital Regional de Río Gallegos cuenta con camas, está
operativo, no está desbordado”, cuando en Río Gallegos arreciaba el brote que
se desató el 14 de julio.
Según pudo saber OPI, actualmente hay 13
camas en la UTI COVID del HRRG.
Paralelamente, en otro sector, se armó
hace algunas semanas una Terapia satélite, donde se aloja a pacientes con
patologías polimodal.
Allí se instalaron ocho camas para
personas con enfermedades crónicas no infectados con el CORONAVIRUS.
Y se van afectando nuevos espacios que
hasta hoy tenían otro destino.
Pero según cuentan en los pasillos ‘del
Regional’, la falta de recursos humanos es lo que limita, fundamentalmente, la
capacidad de internación.
No obstante ello, también se echó mano
al Hospital Militar, ubicado a pocas cuadras del nosocomio público.
Sobre ese espacio el funcionario
provincial dijo que esas instalaciones se estaban poniendo a punto para contar “con 20 camas, cinco preparadas como UTI,
dos respiradores de adultos y dos respiradores de transporte, oxígeno central”.
Lo cierto es que hasta el día de hoy no
se utilizado ese centro y la gente de salud coincide que esto sucede por falta
de personal.
Con esta inquietud, profesionales que
prefirieron mantenerse en reserva, relataron a OPI que la UTI del Hospital
Regional tiene cinco médicos estables y otros dos se sumaron hace días desde
otras localidades de la provincia.
No hay más que ellos.
Hablemos de los respiradores.
El mismo Suárez Moré y en el mismo parte
especificó que “actualmente el sistema sanitario provincial cuenta con 180
respiradores, de los cuales 20 son pediátricos, 130 de adultos y 30
respiradores de transporte.
De ese total llegarán a la provincia la
próxima semana 21 respiradores:
16 de ellos adquiridos por la provincia
y 5 enviados por el Gobierno Nacional”.
Entonces,
los 180 respiradores eran virtuales, porque ese número reflejaba ‘los
que iban a entrar a Santa Cruz’, pero a la fecha, nada se ha dicho sobre el
arribo de los mismos.
La doctora Analía Constantini es la jefa
del Servicio de UTI pediátrica en el nosocomio de Río Gallegos.
Ella denunció públicamente hace poco más
de una semana, que el ex funcionario del Ministerio de Salud y Ambiente de
Santa Cruz y actual médico de guardia de la Terapia de Adultos, doctor Rolando Nervi la llamó por
teléfono y le planteó “que necesitaban
esa unidad para internar a pacientes COVID, con el argumento que la Terapia
Intensiva estaba sin camas y no tenían más lugar para internar”.
La médica y su equipo se negaron
rotundamente y lo hicieron público:
“Le dije que de ninguna manera lo iban a
ocupar, que tenían otros lugares y que podrían haber planificado perfectamente
y no ahora, cuando están con el agua al mentón, saliendo a dar manotazos de
ahogado”.
Hasta
el momento, el pedido quedó en esa comunicación telefónica y así esperan que se
mantenga.
No
sólo los profesionales y técnicos son atravesados por el peligro del virus,
sino también muchos otros que realizan variados oficios y tareas en la alicaída
salud pública santacruceña.
Alberto ‘Beto’ Berón es camillero del
Hospital Regional de Río Gallegos.
Es la voz cantante de un grupo homogéneo
de trabajadores de ese sector que ha tenido conquistas por su tenacidad a la
hora de sostener los reclamos.
“En
la parte de camilleros tenemos elementos de trabajo y además tenemos donaciones
(como mamelucos descartables) que nos llegan y los compartimos con los
compañeros de limpieza, que son jóvenes de cooperativas que se enfrentan todos
los días a esta situación en el Hospital y que ganan $15.000”, cuenta Beto.
Reconoce que muchas cosas lo inquietan y
enumera:
“Nos
preocupa la gente de las cooperativas que en esta situación y sin instrucción,
los mandaron a Terapia”.
Nos preocupa, dice el Jefe de Camilleros
que “para transportar un paciente COVID
positivo, por ejemplo del Servicio COVID a Terapia, tengo que esperar que el
empleado de la cooperativa de limpieza que está trabajando en el quirófano
termine de hacer eso para trasladarlo”.
Por eso insiste: “La gente de
cooperativa de limpieza y los monotributistas la están pasando muy mal.
Eso me preocupa mucho.
Como también que un camillero que está
trabajando 12 horas se canse, tenga alguna crisis, me preocupa que discutan con
compañeros de otro sector porque están cansados, desbordados…”
Y por ello, remarcó que hay una profunda
necesidad de contar con mayor cantidad de recursos humanos:
“Se
necesitan médicos, enfermeros… y ahora estamos viendo mucha gente jubilada que
volvió a trabajar”.
Pero, evidentemente, con tapar baches,
no alcanza.
Porque estamos hablando de salud.
Pese a este escueto aunque extenso
panorama, si vale la contradicción, desde el Estado provincial se insiste con
que la planificación no falta y que las cosas, van por el buen camino.
El Subsecretario de Salud, doctor
Claudio García, que integra el Ministerio de Salud y Ambiente, subrayó el 24 de
julio que “todo el esfuerzo que se hizo
previo realmente valió la pena porque se está pudiendo afrontar del modo que
corresponde afrontar un brote de estas características”.
Y remarcó: “Se estuvo preparando durante
más de tres meses a la población y al sistema de salud para poder afrontar la
pandemia del mejor modo posible”.
Y así estamos: según revelaron fuentes confiables a OPI, ayer viernes 14 de agosto, la
UTI del Hospital Regional de Río Gallegos, se encontraba ocupada al 92%.
Lo que significa, ni más ni menos, que
sólo había una cama disponible.
Volvemos al principio, la pandemia no
desnudó a Santa Cruz…
La pandemia, nos dejó en bolas.
(Agencia OPI Santa Cruz)
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