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Caricatura de Alfredo Sabat

miércoles, 21 de octubre de 2020

El gobierno de los Fernández cierra el collar de la impunidad

La OA abandona las causas. Para eso volvieron...

Por: Rubén Lasagno

Falta de personal. Con esa simple excusa, el titular de la Oficina Anticorrupción, Félix Crous, justificó un anuncio que venía madurando desde su llegada al organismo: La OA dejará de ser querellante en todas las causas penales. Eso incluye todos los expedientes de corrupción de la gestión kirchnerista. El retiro no será inmediato en todos los casos. 

En los expedientes que ya están en juicio, la OA se mantendrá hasta que termine la recepción de la prueba o haya sentencia, dice una resolución a la que tuvo acceso Infobae.

Esta noticia era absolutamente esperable por quien escribe esta nota, por cuanto no se necesitaba ser un pensador magistral para entender el objetivo que tenía el kirchnerismo, en el mismo momento en que Cristina Fernández diagramó la fórmula eligiendo como candidatos a Alberto Fernández y Sergio Massa para arrimar los votos que necesitaba, mientras ella agazapada (no puede dar la cara) seguía taladrando la cabeza de algunos argentinos, haciéndoles creer que volvían mejores, como Alberso lo decía en sus discursos falaces durante la campaña política.

“Habrá de disponerse el desistimiento del rol de querellante en los procesos penales en los que se interviene en tal carácter. Para contribuir al orden de la Litis, en aquellos que transitan la etapa de audiencia oral de juicio, se dará cumplimiento a lo aquí dispuesto cuando culmine la recepción de la prueba propuesta por la representación de esta Oficina. 

En aquellos en que, concluida la audiencia oral, se ha concretado la pretensión punitiva, cuando el Tribunal de juicio dicte sentencia”, expresa la disposición que replica Infobae.

En mayo, la OA dejó de ser querellante en el juicio unificado por las causas de Hotesur y Los Sauces, donde están acusados la vicepresidenta Cristina Kirchner, sus dos hijos, y los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López, entre otros. 

A mediados de julio de este año la Oficina Anticorrupción decidió no apelar una resolución que beneficia a Cristina Kirchner en un tramo del caso Cuadernos y en octubre 2020, a principio de este mes la Oficina Anticorrupción disolvió su oficina de Litigios y ya no intervendrá en las causas contra funcionarios y ex funcionarios. Hoy deja de ser querellante en las causas contra los funcionarios K. Todo planificado, en esto – contrariamente a las acciones de gobierno – Alberto Fernández  y su vicepresidente, saben lo que hacen, cómo lo hacen y para qué llegaron.

No era esperable otra cosa. 

Si alguno pensaba algo distinto, evidentemente no entiende la realidad nacional y mucho menos conoce al kirchnerismo; o es cómplice.

El gobierno nacional constituido de, procesados, ladrones, cómplices y asociados, vino con el solo y firme objetivo de bajar todas las causas en contra de los Kirchner y sus colaboradores de la banda y llevarnos a una destrucción de la Argentina tal como la conocemos, instalando un modelo venezolano que todavía hay muchos que no ven venir y lamentablemente, si no lo advierten, luego será tarde.

La Oficina Anticorrupción va a desaparecer; por el momento están desvinculándola de todas las denuncias y “limpiando” el camino a los fines de no dejar “residuos” en los tribunales. Una vez logrado este paso, la harán desaparecer, la renombrarán o la sacarán del juego; para eso fue puesto allí Félix Crous.

Para esto volvieron. 

No pocos recuerdan cuando los gremios y organizaciones sociales salían a la calle llevando el helicóptero de cartón para bajar al gobierno constitucional de Macri, al que tildaban de “dictador”. 

Hoy nadie le pide a estos ladrones que se vayan del poder, sino hasta que cumplan los 4 años, oportunidad en que seguramente la propia gente los va a eyectar con el voto.

No pocos recuerdan cuando gremios, organizaciones y partidos de izquierda tiraron toneladas de piedra al Congreso donde se debatía la ley de jubilaciones porque era injusto el índice de aumento. Cuando llegó el kirchnerismo al poder congeló las jubilaciones, anulando aquella ley que le permitía a los jubilados vivir dignamente. Hace casi un año no hay aumentos y ninguno de los gremios y OOSS están en la calle protestando.

Los gremios y las organizaciones sociales llenaban el centro del CABA quejándose de la inflación y el dólar a 48 pesos, el asado a 220 pesos, la pobreza que era del 30% y la desocupación del 12%. 

Hoy el dólar está a 182 pesos, el asado a $ 770, al pobreza de más del 50% y la desocupación supera el 25% y ningún gremio se queja en la calle.

Obvio, hoy los gremios y las organizaciones sociales son parte del gobierno, manejan la caja y gozan de los privilegios de la argentina lapidada por ladrones, inútiles y cómplices de la corrupción anterior y la actual. 

Lo cual nos lleva a concluir que cuando salían a la calle no lo hacían por una causa justa, lo hacían por su propio beneficio y buscando el golpe social a un gobierno democrático, típica actitud destituyen del kirchnerismo, que en santa Cruz nunca dejó terminar a ningún gobernador o intendente que no le respondiera.

El gobierno de Alberto Fernández de Kirchner viene destruyendo todas las instituciones y fundamentalmente la justicia. Solo basta saber qué resuelve próximamente la Corte Suprema, para saber si tenemos algún tipo de esperanza de salvar a la República o ya está todo perdido. 

(Agencia OPI Santa Cruz)


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