La delgada línea entre el cuidado y la protección ciudadana, y la violación de Derechos Humanos
Por
Pablo Sebastián Giles
El
video grabado con un equipo de telefonía móvil ubicado sobre una mesa, capta el
techo de un tinglado o galpón, mientras registra los reclamos desesperados de
una madre que exige los resultados del testeo de Covid-19 de su hijo de 12
años.
Se
trata de Elda Marilyn Navarrete, quien en primera persona manifiesta ser
Trabajadora Social, pero según se ha podido corroborar además forma parte de
Gendarmería Nacional.
La historia comienza cuando Elda y su esposo de apellido Martínez, -también numerario de la institución-, junto a sus hijos de 2 y 12 años fueron trasladados por exigencias del servicio desde Buenos Aires a un nuevo destino en la provincia de Formosa, a donde llegaron aproximadamente el 28 de diciembre de 2020, y en donde tiene lugar esta odisea.
Es importante mencionar que la familia de Elda como tantos otros ciudadanos que pretendieron ingresar a Formosa, previamente tuvieron que aceptar obligadamente las exigencias impuestas por el Poder Ejecutivo Provincial, tal consta en el espacio institucional de la gobernación.
Aceptación de las condiciones de ingreso
El
Gobierno de la Provincia de Formosa, a través del Consejo de Atención Integral
de la Emergencia COVID-19, creado por Decreto Provincial N° 100/20, y
ratificado por la Ley N° 1697 de la Honorable Legislatura Provincial,
atendiendo a la situación y estado actual de la emergencia pública sanitaria,
decretada por el Poder Ejecutivo Nacional, ha dispuesto que todas las personas
que deseen ingresar a la provincia con ánimos de permanencia, deberán aceptar
las siguientes condiciones:
-Deberá
presentar un estudio de PCR negativo para Coronavirus realizado dentro de las
72 horas previas a su ingreso, como así también, el uso obligatorio de barbijo
quirúrgico.
-El
lugar de ingreso a la provincia será acordado con su operador telefónico.
-La
persona autorizada acepta cumplir una cuarentena obligatoria en un Centro de
Alojamiento Preventivo, de acuerdo a los criterios y directivas de las
autoridades competentes, suscribiendo a su arribo el consentimiento informado
correspondiente.
-Durante
el período que dure la cuarentena o aislamiento, asumirá la responsabilidad del
autocuidado, cumpliendo estrictamente las normas de bioseguridad y otras
directivas de prevención establecidas por autoridades competentes.
-En
caso de tener resultado Positivo A COVID-19 en alguno de los hisopados de
control, el protocolo a seguir es la internación de la persona, aun cuando
transite la infección de manera asintomática.
-En
el caso que sea contacto estrecho de alguna persona que arroje resultado
positivo durante el cumplimiento de la Cuarentena Obligatoria, ésta se
prolongará durante todo el tiempo necesario que lo requieran las autoridades
sanitarias según los criterios epidemiológicos vigentes.
-Al
ingresar, solamente podrá traer consigo sus enseres personales. Los objetos
ingresados al Centro de Alojamiento Preventivo no podrán ser retirados bajo
ninguna circunstancia mientras dure su estadía. Sólo podrá recibir elementos de
necesidad.
-Podrá
renunciar en cualquier momento al cumplimiento de la cuarentena obligatoria
establecida por la autoridad competente, expresando fehacientemente su
conformidad para ser conducido fuera de los límites provinciales.
En caso de violación de estas condiciones, se iniciaran las causas judiciales correspondientes.
Siguiendo los protocolos del Consejo de Atención Integral de la Emergencia COVID-19, -estructura creada por el Decreto Provincial N° 100/20 y ratificado por la Ley N° 1697 de la Legislatura-, la familia en cuanto pisó territorio formoseño fue trasladada a uno de los “Centros de Alojamiento Preventivo” ubicado en la Capital, en donde permanecerían en observación hasta el 11 de enero en pabellones separados, -por un lado los hombres y por otro las mujeres con sus hijos menores-, fecha en la cual se cumplimentarían los 14 días de aislamiento.
Grande fue la
sorpresa cuando llegado el día de externación, personal no acreditado del
establecimiento informó a Elda Marilyn Navarrete que debería ser trasladada con
sus hijos a otro pabellón dado que uno de los menores, -el de 12 años-, arrojó
SAR-COV-2 positivo.
“Donde están nuestros derechos, donde están los derechos del paciente”; comienza reclamando la madre con su niño llorando de fondo.
“Necesito
el resultado de manera oficial, llevo 48 hs. esperando ver en la página el
resultado que diga que mi hijo dio positivo de Covid”.
“Yo
cumplo con todo lo que ustedes quieran pero por favor necesito ver algo, y no
logro entender”.
Y continúa; “Me trajeron mintiendo acá. Me dijeron señora pase su mail, le voy a entregar el resultado en el día de hoy, y no me lo entregaron”.
“Esto
es un infierno, sáquenme de acá, yo lo único que pido es que me saquen de acá”.
“Mis
hijos están sanos, ya me tomaron 50.000 veces los datos, y no tengo fuerzas
para seguir hablando con gente que no me da solución”.
“No
hay un profesional en esta provincia que pueda decir señora, vamos a priorizar
el bienestar de sus hijos”
“Tengo
un nene de 2 años que dio negativo, y si me quedo 14 días voy a terminar
contagiada también”
Personal del centro solicita información que a esa altura debería ser por demás evidente;
“Decime
el nombre de Él”; “Martínez Maximiliano, yo no doy más, yo exijo que me saquen
de este lugar”, responde la madre.
Insiste
la trabajadora de salud; “Cuando dió positivo Él”;
“Se
supone que el 11 de enero, pero no hay nada en esa maldita página, no hay nada,
es todo una mentira”, asegura Marisa.
Las Autoridades Sanitarias no emitieron informe o parte médico sobre la situación o el pronóstico de salud de Elda Marilyn Navarrete y sus pequeños, ni han brindado especificaciones de hasta cuando deberán permanecer en el “Centro de Alojamiento Preventivo de COVID-19” de Formosa.
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