"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

sábado, 20 de agosto de 2016

HAY UNA LUZ Y NO LA VEN

Malú Kikuchi 

Argentina hoy, al borde del colapso energético, solo habla del “tarifazo”, de la poca cintura política del ejecutivo para manejar los aumentos y del políticamente correcto fallo de la Corte.
Es un tema obsesivo para los medios, y se diría que único.
El ejecutivo, republicano, acata el fallo del poder judicial y convocará las audiencias. 
Pero a pesar de todo, los aumentos llegarán.
Es penoso pagar más, pero es inevitable si el país decide seguir viviendo en el siglo XXI y no volver al tiempo de la colonia.
El aumento es imprescindible.
Vamos a pagar más, corresponde aunque duela.
Dejando el tema energía, el 18/8, surgió una luz que no tiene que ver ni con la electricidad, ni con el gas.

La provincia de Buenos Aires es inviable por lo enorme  (307,571 km2) y por la diversidad de su geografía y su demografía.
Hay pescadores, gente de campo, ciudades importantes, pueblos chicos y el conurbano, tan distinto de acuerdo a la zona que se habite.
¡Y los eternos barones del conurbano!
Julio Pereira, de Florencio Varela es intendente desde 1993, hace 23 años y le sigue Alberto Descalzo de Ituzaingó desde 1995 y hay más.
Demasiados nombres, con demasiados años en el poder y demasiado poder con los años.
Se acabó gracias a una ley que es una luz en la oscuridad de la provincia.

La ley sintetiza 3 proyectos, dos de los diputados por el Frente Renovador, Ramiro Gutiérrez y Rubén Eslaiman, y el 3°, Alejandro Armendáriz, UCR.
Fue aprobada el 16/6/2016 en la cámara de diputados provincial, por el FR, Cambiemos y aliados.
Rechazada por el FPV.
El 17/8/2016 la aprobó el senado de la provincia, sin el acompañamiento del FPV.
De ahora en más, los funcionarios provinciales podrán ser elegidos y reelectos una sola vez.
En sintonía con la Constitución de la provincia de Buenos Aires que permite una elección y una sola reelección de gobernador y vice.
Los que han sido electos en 2015, podrán ser reelectos en 2019, no más.

Esta maravillosa ley atañe a 135 intendentes, 138 legisladores, 1097 concejales y 427 consejeros escolares.
Aportará sangre fresca, ideas nuevas, distintas costumbres, más innovación.
No va a ser ideal, pero por lo general el cambio mejora el statu quo, ya que  arrancar una capa de políticos de sus puestos, equivale a limpiar el lugar.
Aunque los que estuvieran fueran fantásticos (la mayoría no lo es, y los  nuevos, son muy nuevos para opinar), estar demasiado tiempo en un lugar, enmohece.
Cuando se va de visita por primera vez a casa de alguien, se piensa en la ropa para vestir, en qué llevar, si vino o algo para el café…
Uno se sienta en el borde del sillón y pregunta dónde queda el baño.
Las siguientes visitas van relajando el comportamiento.
Ya se sabe dónde está la cocina y el cuarto de los chicos.
Se conoce el sillón más cómodo y el que no lo es.
Uno se siente como en su casa y se comporta como si estuviera en su casa.
A los políticos les pasa lo mismo con los puestos que consiguieron a través del voto, un voto a veces cautivo de algún plan que estimula la pobreza.

Es un cambio más que promisorio para el futuro de la provincia.
Si se consiguiera votar una ley similar a nivel nacional, quizás se lograra que las provincias lo imitaran.
Se terminaría con esos feudos medievales instalados desde y para siempre en el poder.
Provincias en su mayoría, muy pobres.
La ley es perfectible, en particular con el tema de las incompatibilidades de los funcionarios que no pueden acceder a dos puestos al mismo tiempo.
Pero se puede ser intendente y director del Banco Provincia:
Jorge Macri, intendente de Vicente López y director del banco Provincia.
Eso debería cambiarse.
A pesar de todo, dentro de la reforma política que se busca, es un inmenso paso adelante.
Una poderosa luz en la oscuridad de la que Argentina  parece no salir.
Y no es solamente en el tema energético, es la corrupción, la falta de credibilidad, la inflación y todos los desastres que dejó la era K.

Si la provincia de Buenos Ares se encamina hacia una normalidad política, permitiendo que entre aire fresco en un ambiente muy viciado, otro futuro más luminoso le espera al país.
Fue la noticia más importante de la semana, pasó casi inadvertida.
Algo no anda del todo bien en los medios, el aumento de tarifas no puede tapar la importancia de esta ley.

¿También los medios se han quedado a oscuras, sin energía?

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