Volver a la PAZ

Hace tiempo hemos expresado en esta columna, que la paz es un sustento necesario de la vida del hombre sobre la tierra, y que no puede existir orden posible sin paz.

También hemos expresado que a pesar de la puntualidad de los hechos, y de la gravedad de los mismos, intentábamos interpretarlos y proyectarlo desde un marco general, filosófico, porque nada es casual en la vida y todos los acontecimientos son causales, y necesariamente incorporados a una ideología o al menos a una idea de sus realizadores.

Encima de todo ello, hemos señalado que hay una carencia de modelos,de figuras en las cuales reflejarse e inspirarse, sobre todo hombres señeros, cuyas vidas hayan sido un reflejo de su pensamiento y de sus ideales.

En la Antigua Roma una de las instituciones esenciales tanto en la República como en el Imperio fue el Senado, cuerpo colegiado integrado por los hombres que habían llegado a la edad madura en su adultez y representaban el ideal y el sentir de su raza, y lo habían demostrado con sus vidas.

Por eso quiero permitirme analizar algunos hechos actuales desde una visión más general y no solo puntualmente, aun conociendo que los mismos tienen causa profundas, muy comprensibles, que ha veces provocan situaciones insostenibles y que angustian al hombre provocando reacciones no del todo analizadas o incorrectas.

La guerra de Gaza, parece que ha llegado a su fin. Nada es definitivo en esta situación, ni en ese tipo de contiendas donde por debajo de las mismas anida la divergencia y la disparidad ideológica, religiosa y social, no asumida por ambos lados como la alteridad y el respeto a lo que piensa y siente el otro.

Es notable que la guerra se haya producido en el último aliento del gobierno de una administración que se ha caracterizado por la belicosidad, y antes de la asunción de una administración encabezada por un Presidente distinto.

Distinto en su partido, en su concepción ideológica, en su raza y color, y en sus principios.

Es evidente que la llegada de un hombre de color a la Presidencia de los EE UU es un acontecimiento destinado a marcar un hito histórico, y llamado a ser posiblemente una bisagra en el funcionamiento colectivo de este mundo post moderno tan vaqueteado en sus relaciones sociales.

Es posible también que comience, como lo ha propuesto, una etapa de paz.

Por eso, y sosteniendo que nada se hace en este mundo que previamente no haya sido soñado, es necesario que los Estados, las corporaciones, las sociedades intermedias y los hombres de todo el mundo, sueñen la paz.

Soñar la paz para aplicarla en su discurso y en su obrar. Que las palabras sean pacíficas, de comprensión, de solidaridad y de amor al prójimo. Que el obrar sea coherente con el discurso, que no se devuelva la violencia, sino que se promueve la paz.

Que las diferencias se solucionen en un marco de racionalidad, y que la aceptación de la realidad del otro, es indispensable para dicha solución.

Así será posible VOLVER A LA PAZ

Elias D.Galati

wolfie@speedy.com.ar