"De Argentina para el mundo..."



Caricatura de Alfredo Sabat

martes, 3 de febrero de 2009

La IMPUNIDAD...



Autor: Dr. Elías Galati

La impunidad es la falta de castigo, situación en que se halla el autor de un delito o falta que no ha sido sancionado penalmente.

También significa quien puede violar la ley, las normas sociales y éticas a su arbitrio sin recibir sanción, es decir es impune porque queda sin castigo.

Es importante poner de manifiesto que no se discute la catadura de la acción, que es ilícita, inmoral y violatoria de las normas, sólo que por ciertas circunstancias históricas, sociales, políticas o de posicionamiento dentro del Estado, no recibe la sanción que merece y que está prevista por la ley.

Recuerdo la preciosa definición de Sarmiento en “Civilización y Barbarie” del caudillo: es aquel que hace la ley, pareja para todos, menos para él, que está fuera de la ley.

Y este es un concepto asimilable a la realidad, así como el delito y la falta esta fuera de la ley también la impunidad está fuera de la ley.

La sanción es característica de los Estados modernos, y esencial en la República y la Democracia, porque el respeto por la libertad individual, hace que no se pueda obligar por la fuerza al cumplimiento de las obligaciones.

Pero el juego de derechos y obligaciones, necesita del respeto de las normas por todos los miembros de la sociedad, y entonces aquel que no cumple, como no se lo puede obligar compulsivamente, recibe una sanción. Si no cumplo con mis obligaciones el Estado me sanciona, con medidas pecuniarias o privativas de la libertad, de acuerdo a la magnitud y grado de la falta o delito, y que ya están establecidas en la Legislación.

La impunidad rompe esta condición social de derechos y obligaciones recíprocos y crea diferencias y privilegios sociales.

Si la impunidad está enquistada en el poder, y los gobernantes son impunes, no en la legislación pero sí en la realidad, ya que sus actos ilícitos son impedidos de ser juzgados, o no hay penas para sus acciones, la sociedad empieza a resquebrajarse y todo el andamiaje desde lo más alto hasta lo más bajo se siente con derecho a la impunidad.

Ya hemos tenido en nuestro país la experiencia de la violencia, cuando el poder usa la violencia con impunidad, la sociedad se convierte en violenta y no obedece reglas.

Fue una rémora en el pasado, que detuvo a la Argentina por decenios, y ahora parece repetirse sin que nadie haga memoria u observe las consecuencias nefastas de dicho proceder desde el poder.

A un padre libertino los hijos no le reconocen autoridad moral para señalar su libertinaje, y un Estado impune esta moralmente inhibido de poner coto a la impunidad, la violencia y el caos social.

Como ejemplo baste señalar que la presidenta del INADI funcionaria pública ella, concede un reportaje a una revista nacional de actualidad, donde dice que se diferencia de Cristina la presidenta, que usa Luis Voutton original que son carísimas y que ella usa Luis Voutton truchas, que son diez o doce veces más baratas. Con lo cual confirma que compra productos falsificados. La falsificación de marca, como la venta, compra etc. es un delito federal penado por el art. 45 del Codigo Penal y el art. 31inc. d de la ley 22362 . Es un ejemplo mas de la total impunidad con que se mueve el poder.

No solo legitima el fraude al comercio, sino la compra y la venta de objetos falsificados y se ufana de ser ella una compradora, es decir una parte de la cadena de complicidad en dicho fraude.

No sólo no hay ningún remordimiento, sino que lo dice con total naturalidad como si fuera la cosa más normal del mundo.

¿Es ésta la sociedad en que vivimos? ¿Es ésta la sociedad que hemos elegido los argentinos? ¿Es éste el orden y el mandato entregado a las autoridades al ser elegidas por el voto popular?

Estas cuestiones deben preguntarse y resolverse.

Preguntárselas primero uno mismo, y preguntarlas después a los funcionarios del poder, que son nuestros mandatarios, es decir quienes deben cumplir con el mandato que le dimos.

Y resolverse en el marco de la ley, como una cuestión de derecho, y con la responsabilidad que le cabe a quien ejerce un cargo público.

La Nación se forma con un pueblo y un territorio, ese es el basamento formal, pero la Nación como sociedad civil está compuesta por hombres que tienen características comunes, lengua, civilización, cultura, y valores comunes y un orden que sea igual para todos.

La impunidad es un mal enquistado en nosotros desde hace mucho tiempo y muchas veces me he preguntado, si el reclamo y el rechazo de muchos de nosotros cuando dice: que barbaridad, como roban, no significa en el fondo, porque alguna vez no me tocará a mí.

Elías D. Galati

wolfie@speedy.com.ar

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